SOCIEDAD › CELEBRAN ESTE FIN DE SEMANA EN BARRANCAS DE BELGRANO EL AñO NUEVO CHINO

El dragón se lanza a la calle

Una serie de actos y festejos le darán la bienvenida al año 4713: se podrán probar comidas típicas, ver bailes, escuchar cantos, practicar artes marciales, entre otras actividades. Los organizadores esperan superar la marca de las 400 mil personas del año pasado.

 Por Soledad Vallejos

Para que comience el 4713 faltan unos días, pero en Buenos Aires la celebración del Año Nuevo chino arranca esta misma tarde: alrededor de las seis, el dragón abrirá sus ojos. Recorrerá las Barrancas de Belgrano, un poco jugueteando y otro poco paseando entre la gente que se acerque, todo por dejarse tocar e invocar buena fortuna para los meses por venir. Lo que sigue, como sucede desde hace algo más de una década, son horas de platos de cocina china, clases y exhibiciones de artes marciales (algunas no tan fáciles de encontrar, como el mulan chuan, que se practica con espada y abanico), ventanas para espiar cursos de idiomas (pero no solamente) que se pueden encontrar el resto del año en Buenos Aires, y algunas otras tentaciones que sólo necesitan encontrar público ávido para desplegarse por completo. Tiempo habrá, porque la fiesta, que hoy terminará a las 11 de la noche, volverá mañana entre las 14 y las 20, en el mismo lugar. Hace sólo unos días, una de las organizadoras aseguraba a este diario que espectadores curiosos, por lo menos en Buenos Aires, es lo que sobra.

En un piso 14, a una cuadra de Corrientes y Callao, una oficina bullía en castellano y chino. En el cuartel central de la Fundación Muralla Dorada (FMD), que desde 2012 organiza cuanto sucederá en las celebraciones callejeras, los días en que el caballo empezó a retirarse para dejar paso a la cabra de madera son de un fervor indisimulable. Antes, muchos de los integrantes de la Fundación participaban también de los festejos y la programación, pero de manera más artesanal, explican. Y, sin embargo, siguen siendo un número más bien reducido, en comparación con los cerca de 400 mil participantes que una agencia internacional calculó de concurrencia el año pasado: 20 personas ultiman detalles, unas 100 son voluntarias cada día de festejos en la calle. Liliana Kuo, la arquitecta nacida en Taipei, llegada a Buenos Aires con seis años, que habla con acento porteño y, de a ratos, hace montoncito con las manos para explicar alguna cosa, dice que este año apuestan a convocar todavía un poco más de público. Agrega que hay oferta para todos.

Además del escenario, durante toda la tarde y la noche habrá “carpas culturales”, puestos de comida y algunas clases abiertas de artes marciales, como tai chi chuan, que suelen sumar espontáneos, además de alguna demostración de expertos (como la de la maestra Ana Wu, que enseña mulan, alrededor de las 19). Entrada la noche, alrededor de las 20.30, el escenario hará lugar a la cantante lírica Mónica Chao, que interpretará un repertorio de fragmentos de óperas chinas, y la pantalla proyectará la caligrafía que el maestro Liu Ming, monje taoísta y médico (algo célebre porque uno de sus pacientes es Jorge Bergoglio), realice mientras la voz recorra el aire. “En China, la caligrafía es un arte en sí mismo. Se hace con tinta china y papel. Hay gente a la que le suena raro ver a una persona escribiendo, dibujando, pero es arte gráfico”, explica Kuo. (Liu Ming, en otros horarios, también hará una demostración de tai chi.)

Poco después, Ignacio Huang, el actor que coprotagonizó el film Un cuento chino (con Ricardo Darín), y un equipo contarán un cuento chino tradicionalísimo con títeres, claro, chinos. “En China antigua, el arte dramático era desarrollado en la ópera y con los títeres, que eran un espectáculo gratuito callejero. A Ignacio le dieron unos títeres tradicionales, en base a eso desarrolló otros y armó una obra basada en uno de los cuatro libros más famosos de la literatura china: Peregrinación al oeste. Ese nombre tal vez no suene mucho, porque acá es más conocido por (el dibujo animado) Dragon Ball”, agrega Kuo, con picardía. La representación de hoy (alrededor de las 21, y repite mañana cerca de las 16), que desde el 15 de febrero Huang pondrá en escena en el Centro Cultural de la Cooperación, tomará el primer capítulo de Peregrinación...

El domingo por la tarde están programadas exhibiciones de qiqong (una suerte de meditación que es arte marcial, alrededor de las 16), la maestra especialista en mulan chuan demostrará que también tiene habilidades para el baile, con una exhibición de danza de Mongolia (cerca de las 18), y habrá algo del k-pop (en rigor, coreano y no chino) tan en boga con cantantes y bailarines (poco después de 18.30).

El programa, que es bastante más extenso que este detalle somerísimo y caprichoso, tiene su toque ecuménico: hoy también habrá danza árabe (alrededor de las 19), show de tango con bailarines de La esquina Carlos Gardel (antes de las 20), bailes españoles (21.30, aproximadamente); mañana, música peruana (a las 16.30), bailes armenios (una hora después, aproximadamente), momentos de la comunidad italiana (alrededor de 18.30), ballet folklórico (unos 30 minutos después) y el súper clásico de los ’90 argentinos Derek López (poco antes de las 20). El gran cierre de la celebración será a las 21, con show de fuegos artificiales sobre la barranca. ¿El Año Nuevo, oficialmente? Comienza el jueves 19.

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El dragón que recorre las calles, uno de los atractivos principales de los festejos.
Imagen: Marisela Mengochea
 
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