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Ante una multitud, la Madre Teresa quedó a un paso de su canonización

Seis años después de su muerte, la fundadora de las Misioneras de la Caridad y Premio Nobel de la Paz fue beatificada.

La Madre Teresa de Calcuta, Premio Nobel de la Paz en 1979 y fallecida en 1997 a los 87 años, fue proclamada ayer beata por el papa Juan Pablo II, en lo que constituye el paso previo a su canonización. La nueva beata fue proclamada a las 10.15, hora del Vaticano, mientras los presentes en la Plaza de San Pedro y en las calles y plazas adyacentes –una multitud estimada en 300 mil personas– rompieron en aplausos que duraron varios minutos, mientras sonaba música sacra. Poco antes, en la fachada principal de la Basílica de San Pedro, se había descubierto un retrato en tamaño gigante en el que se ve a la Madre Teresa sonriendo y con las manos unidas, en oración. Fundadora de la congregación de las Misioneras de la Caridad, por su dedicación a los más necesitados, se la conoció como la “misionera de los pobres”.
La Iglesia Católica atribuye a la Madre Teresa el milagro de haber sanado a una muchacha enferma de cáncer de estómago, entre otras curaciones. El proceso se inició oficialmente en julio de 1999, menos de dos años después de su muerte. Se trata de la beatificación más rápida de la historia moderna de la Iglesia, sólo superada por San Francisco, que fue santificado sólo dos años después de su muerte. Fue Juan Pablo II, gran admirador de su obra, quien dio luz verde a la apertura del proceso dos años después del fallecimiento, sin esperar a los cinco que establece el Derecho Canónico.
El Papa estuvo presente en la ceremonia pero volvió a mostrar fragilidad en su estado de salud: no leyó párrafo alguno de la homilía de la misa de beatificación, y en su nombre la leyeron el número tres del Vaticano, el arzobispo Leonardo Sandri, y el cardenal de Bombay, Ivan Dias. Es la primera vez que el Pontífice ni siquiera lee un párrafo de la homilía.
La proclamación se produjo después de que el arzobispo de Calcuta, Lucas Sirkas, solicitase al Papa la beatificación y leyese una breve biografía de la monja albanesa fundadora de las Hermanas Misioneras de la Caridad, nacida en 1910 y fallecida en 1997. “Acogiendo el deseo del arzobispo de Calcuta, Lucas Sirkas, y de muchos otros fieles del Episcopado y después de haber obtenido el parecer de la congregación para la causa de los santos, con nuestra Autoridad Apostólica concedemos que la venerable sierva de Dios Teresa de Calcuta de ahora en adelante sea llamada beata”, fue la fórmula de beatificación. La misa fue concelebrada por nueve cardenales y 35 obispos y la comunión fue repartida por 600 sacerdotes.
“De sangre, soy albanesa; de ciudadanía, india; por fe, soy católica; por vocación, pertenezco al mundo y, por corazón, pertenezco totalmente al Corazón de Jesús”, afirmaba Teresa de Calcuta. Su verdadero nombre era Inés Gonxha Bojaxhiu. Había nacido el 20 de agosto de 1910, en Skopje, capital de la actual república de Macedonia, que por entonces pertenecía a Albania. Hija de un rico empresario de la construcción, la llamada “misionera de los pobres” entró en 1928 en las Hermanas de Nuestra Señora de Loreto, en la casa madre de Rathfarnham (Irlanda). Un año después marchó a Darjeeling, ya que quería ser misionera en la India. Desde 1929 a 1937 realizó el noviciado en la comunidad de Loreto, de Calcuta.
Adoptó el nombre de Madre Teresa en honor de Santa Teresita de Lisieux. El 10 de septiembre de 1946, cuando viajaba en tren desde Calcuta a Darjeeling, tuvo la inspiración que la llevó a fundar la congregación de las Misioneras de la Caridad. Según se cuenta en un libro, la Madre Teresa vio la cara de Jesús y decidió entregarse totalmente a Cristo ya que en su rostro vio las caras de los desheredados de la tierra.
En 1948 Roma le dio el permiso y poco después abrió una escuela para niños necesitados. A la congregación añadió, además de los tres votos clásicos, el de entregarse de por vida y exclusivamente a los pobres más pobres, sin recompensa material alguna. En 1957 fundó un centro de acogida para leprosos y, en 1965, una vez que Pablo VI concedió a la congregación la aprobación pontificia, creó la primera casa fuera de la India, en Caracas y Barquisimeto, en Venezuela. En 1996 publicó el libro Camino de sencillez, en el que recogió la doctrina religiosa que impulsó durante su vida. Su salud empeoró ese año debido al parásito de la malaria que se encontró en su sangre, que le provocó fiebres altas, vómitos e insuficiencia respiratoria. Tras varias recaídas, falleció el 5 de septiembre de 1997 en su casa de las Misioneras de la Caridad de Calcuta. El Papa estipuló que la fiesta en su conmemoración se celebre los 5 de septiembre de todos los años. Hoy su congregación cuenta actualmente con 4500 religiosas que trabajan en 424 casas en 95 países.
Con la Madre Teresa el número de beatos proclamados por Juan Pablo en sus 25 años de pontificado asciende a 1319. En estos años también ha proclamado 476 santos. El Papa ha designado a más de la mitad de los beatos y santos proclamados en toda la historia de la Iglesia Católica. La Madre Teresa de Calcuta ha sido proclamada beata tres días después de que Juan Pablo II haya celebrado sus 25 años de Pontificado, en una ceremonia que fue considerada como uno de los momentos culminantes de los festejos del cuarto de siglo de papado.

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Unas 300 mil personas fueron testigos de la beatificación.
La ceremonia coincidió con el 25º aniversario del papado de Juan Pablo II.
 
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