SOCIEDAD › UN CHICO PASO OCHO HORAS JUNTO AL CADAVER DEL PADRE

Noche macabra en el auto de papá

Gustavo y su hijo de tres años habían comido algo en un McDonald’s. Fue lo último que se supo de ellos, hasta que los encontraron en su auto en la mañana de ayer en una calle de tierra de El Talar. Gustavo Corval estaba muerto de dos balazos y el nene estaba sentado a su lado, en el asiento del conductor. Les robaron sólo el estéreo del vehículo, pese a que la víctima llevaba consigo el reloj y la billetera. El niño habría pasado por lo menos ocho horas junto a su padre muerto hasta que los vecinos observaron algo sospechoso y avisaron a la policía.
Gustavo Corval tenía 28 años y trabajaba como empleado en una guardería náutica de Tigre. Aproximadamente a las 21 del lunes, salió de su vivienda con su hijo para ir a comer un asado a la casa de un amigo. Pero nunca llegó. Fueron vistos por última vez en un local de comidas rápidas cerca de las 22. Y luego un vecino de la calle Güemes, entre Gorriti y Perú, observó a la una de la madrugada el Volkswagen Gol estacionado allí, aunque no le llamó la atención. A las 9 de la mañana de ayer, los habitantes del barrio dieron aviso a la policía al comprobar que el auto seguía en el mismo lugar.
Cuando llegaron, los efectivos de la comisaría de El Talar descubrieron a Corval muerto con dos impactos de bala producidos por un arma de grueso calibre. El hombre había quedado ubicado en el asiento del acompañante y en el lugar del conductor estaba su hijo de tres años que no había recibido ninguna lesión. Se cree que el nene viajaba atrás y se habría pasado hacia la parte delantera del vehículo.
“Evidentemente, el crimen no se produjo allí porque no se escucharon disparos ni tampoco frenadas bruscas”, explicó a Página/12 una fuente policial. Y agregó que se están investigando todas las hipótesis, aunque si se hubiera tratado de un secuestro “sería bastante raro porque lo trasladaron a otro lugar, en vez de dejarlo donde ocurrió el hecho”.
El sitio donde quedó abandonado el auto está a dos cuadras de la Ruta 97, en un barrio de clase media donde no vive nadie relacionado con la víctima. “Para ir adonde pretendía no tenía que pasar ni siquiera cerca de esta zona”, añadió la fuente policial.
El nene pasó toda la noche junto a su papá ya muerto dentro del Gol. Los vecinos no lo escucharon quejarse ni llorar, por lo que se supone que el niño se habría dormido, tal vez pensando que su padre también lo hacía. “Es algo bastante sádico, dejar al chiquito ahí junto al cadáver”, consideró la fuente. Cuando lo encontraron policías y vecinos, el niño habría dicho: “A mí papá le robaron la música”, en referencia a la compactera que había sido arrancada del tablero.
De acuerdo a declaraciones de una vecina, el niño habría mencionado que un auto rojo con dos personas los había perseguido y que le habían apuntado con un arma a Corval. El caso –caratulado como “homicidio”– está siendo investigado por el fiscal Eduardo Rodríguez y la jueza de Garantías Marcela De Langhe, ambos de San Isidro.

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