SOCIEDAD › EL SUPUESTO SECUESTRO, UNA MUERTE Y MUCHAS DUDAS

Un balazo en el baúl del auto

Un empresario apareció asesinado en su auto. Al principio se investigó el caso como un presunto secuestro, pero luego quedó en evidencia una sórdida trama de relaciones sentimentales.

 Por Raúl Kollmann

El empresario Daniel Toimil fue asesinado de un disparo en el ojo cuando ya estaba dentro del baúl de su auto, un Honda Accord, que terminó estacionado a 40 metros de la comisaría número 4 de Lanús. La trama del homicidio es extraña. Por un lado podría tratarse de una especie de secuestro en el que a Toimil le exigieron dinero y después, por alguna razón que no se conoce, lo mataron. La otra hipótesis, más sustentada por la fiscalía y por los investigadores policiales, es que detrás del asesinato hay un furibundo conflicto derivado de la tumultuosa vida sentimental del empresario y con base en ambiciones económicas. Que la pesquisa apunta más a esta última variante lo demuestra que la causa continúa en manos de la Justicia ordinaria de Lomas de Zamora y que no pasó a la órbita de la Justicia federal, que es la que se ocupa de los secuestros.

Toimil tiene una ex esposa y dos hijos con esa primera mujer. Además, hace ocho años inició otra relación de pareja, tuvo un hijo con la nueva esposa y actualmente se encontraba otra vez en proceso de separación. Esta última mujer es la que denuncia la desaparición de Toimil y relata una historia que registra pocos antecedentes. Según ella, el empresario la llamó el lunes para decirle que un hombre iría a su casa a retirar 6500 pesos que ella debía sacar de una caja de seguridad. El individuo llevaría la llave para abrir la caja y, según afirmó en la comunicación, el dinero era para un negocio. Efectivamente el hombre apareció en el domicilio de Toimil y su segunda pareja, pero no pudieron abrir la caja. Un rato más tarde –siempre según el relato de la mujer–, Toimil volvió a llamar y le dio instrucciones más precisas de cómo abrir la caja. El desconocido apareció otra vez en el domicilio y ella le entregó el dinero. Desde entonces no se supo nada más del empresario. La mujer se presentó en la comisaría, hizo la denuncia, pero a la salida casualmente encontró estacionado en la calle, a 40 metros de la dependencia policial, el Honda Accord de Toimil. En el baúl apareció el cuerpo.

“Mire, esto no parece un secuestro –le dijo a Página/12 uno de los investigadores–. Cuando una banda quiere cobrar un rescate no da la cara. No va a casa del secuestrado a buscar el dinero y, supuestamente, deja las huellas digitales. Por lo general le dicen a usted que tire la plata en una bolsa en un descampado. Así que si estamos ante un secuestro, se trataría de un caso muy, muy raro. Por el otro lado, vemos demasiados conflictos familiares y entre las diferentes parejas, incluyendo una tercera mujer que es con la que salió de su casa el lunes por la mañana.”

Según las fuentes judiciales y policiales había enfrenamientos cruzados. Por un lado, entre la primera esposa y sus hijos con la segunda pareja, a la que acusaban de vincular a Toimil con “malas compañías”. Además, el empresario puso a nombre de esa mujer varias propiedades, entre ellas una casa importante en Lomas de Zamora, un maxikiosco muy bien ubicado, un Mercedes Benz, un Bora 2007, un Peugeot 206 y una cuenta corriente. Pero además, existía un conflicto muy fuerte entre la segunda pareja y el propio Toimil, ya que estaba en un controvertido proceso de separación y divorcio, con un niño de siete años de por medio.

Podría ser que alguien haya secuestrado a Toimil, le exigiera los 6500 pesos, lo obligara a hacer las llamadas a su segunda esposa y fuera a buscar el dinero a la casa. Luego lo matara porque él los conocía o por alguna otra razón que no está clara. Los interrogantes que deja esta hipótesis son varios. Por qué no reclamaron más dinero, ya que Toimil lo tenía. Segundo, por qué corrieron el riesgo de ir a su casa, que la segunda esposa le viera la cara al que se llevó el dinero y la lógica de que ese sujeto dejara su huella digital en algún lugar de la vivienda.

Ante las dudas que suscita la versión de la segunda pareja, se está evaluando si la historia que cuenta es real o falsa. Por ejemplo, se hará un análisis de las llamadas telefónicas y se ordenaron otras pericias de importancia. Por supuesto que en el análisis entra el hecho de que ella se convertiría en la principal heredera de Toimil, un dato de importancia si se tiene en cuenta que estaban separados, en proceso de divorcio. También se busca a la mujer que estuvo con el empresario en la mañana del lunes. Su testimonio puede resultar igualmente clave.

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El auto del empresario Daniel Toimil terminó estacionado a 40 metros de la comisaría 4ª de Lanús.
 
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