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Por P. L.

El tribunal que condenó a Ana Pandolfi solicitó a la Suprema Corte de Justicia bonaerense que dictara normas “para poner orden” en la manera como los jueces deben encarar los casos de abuso sexual infantil.
El fallo incluye la observación de que el interrogatorio a por lo menos una de las niñas, durante la etapa de instrucción, “no fue prolijo”, tal como resultaría de los “registros fílmicos de las declaraciones”. Los magistrados observan “con suma preocupación una reiterada deficiencia en el modo de adquirir la referida prueba testimonial, cuestión que este tribunal ha advertido en otras oportunidades”.
En el interrogatorio a la niña, el tribunal denuncia “la intervención de pluralidad de personas, la ansiedad evidente de las mismas, la formulación caótica de preguntas por parte de todos, el tenor indicativo de muchas de ellas, la falta de respeto a los silencios de la entrevistada y a los signos evidentes de su cansancio y aturdimiento”, lo cual se resume en un “modo carente de toda profesionalidad”.
Ello resultó en que “las niñas tuvieron que volver a declarar luego de dos años, con nuevo sufrimiento de los síntomas de abuso sexual que en muchos casos ya habían remitido”, deplora el fallo.