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Domingo, 22 de enero de 2006

LAS COMPLEJAS NEGOCIACIONES DEL PAIS EN EL COMERCIO INTERNACIONAL

“No hay equidad y justicia”

El principal negociador comercial de la Cancillería explica las dificultades enfrentadas en la reciente cumbre de la OMC. El ALCA, el Mercosur y las exportaciones argentinas.

 Por Alejandro Bercovich

En la última cumbre de la Organización Mundial de Comercio batalló para que los países ricos abran sus fronteras a la carne y los granos argentinos, pero asegura que preferiría exportar aviones y microchips. En diálogo con Cash, Alfredo Chiaradía, número dos de la Cancillería para temas económicos y que tiene a cargo las delicadas negociaciones comerciales internacionales, apuntó a Estados Unidos por haber trabado el ALCA y evitó poner fecha al ingreso definitivo de Venezuela al Mercosur.

El canciller Jorge Taiana dijo que los avances de la reunión de la OMC en Hong Kong fueron “modestos”.

–Nuestras expectativas nunca fueron demasiado grandes. No esperábamos una reunión muy significativa que diera vuelta las negociaciones. No hay un concepto de justicia o equidad en el sentido de que la agricultura está postergada, y existe una asimetría de tratamiento entre los bienes agrícolas y los industriales. El mundo no funciona sobre la base de equidad y justicia. Funciona sobre la base de poderes relativos de negociación, y esos poderes están sesgados a favor de la apertura en la industria.

¿Por qué?

–Porque el comercio mundial de bienes está compuesto por un 80 o un 85 por ciento de comercio industrial, y sólo un 10 o 15 por ciento de productos agrícolas.

¿A quiénes se opone la Argentina en la pelea por los aranceles?

–Nuestra posición es exageradamente ambiciosa en agricultura y muy defensiva en industria. Hay un grupo muy importante de países (liderados por la Unión Europea, Japón y Corea) que lleva exactamente la posición opuesta a la nuestra. Hay otros que son ambiciosos en todo, como Estados Unidos, Australia, Chile y Canadá. La Argentina está sola: no se me ocurre quién lleva la misma posición que nosotros. Quizá Paraguay o Uruguay.

¿Esos alineamientos cambiaron en la última cumbre?

–Logramos una alianza en Hong Kong con once países para vincular los recortes de aranceles que se hagan en agricultura con los que se realicen en industria. Con eso apuntamos a evitar que el equilibrio –o el desequilibrio– global esté sesgado contra nosotros.

Las exportaciones argentinas siguen siendo impulsadas por los productos primarios y las denominadas “manufacturas” agropecuarias. ¿Qué hacen para cambiar ese sesgo?

–Yo promuevo exportaciones de pymes, con alto valor agregado, de productos regionales o que ocupen más mano de obra. Esta es mi especialidad. Estas son mis prioridades. Yo promuevo pymes y promuevo industria.

Pero las energías del Gobierno parecen estar puestas en abrir los mercados agrícolas de los países centrales para exportar carne y cereales.

–No, eso lo hago viajando a la Cumbre. Pero tengo todo mi equipo -cientos de personas– trabajando en promover exportaciones. Yo no promuevo la exportación de trigo ni de soja. Yo negocio para abrir mercados y que la competencia sea más equitativa. Eso lo hago junto con mi grupo de colaboradores más estrecho. Pero la tarea de promoción, que apunta a cambiar la composición de nuestras exportaciones, la hace toda la Cancillería, junto con la Fundación Export-Ar y los empresarios.

¿Cuándo cree que Venezuela será miembro pleno del Mercosur?

–A partir de mayo, cuando cumpla los requisitos (sonríe). No sé cuándo los cumplirá exactamente. Yo parto de la presunción de la buena fe. Si hay un país que quiere convertirse en miembro pleno del Mercosur, supongo que tiene plena conciencia de lo que ello implica, y de las condiciones y los requisitos que se le piden para eso.

Después de la Cumbre de Mar del Plata quedó muy lastimado políticamente el ALCA. ¿Cree que Estados Unidos podrá remontarlo?

–La negociación del ALCA no es una cuestión ideológica sino de intereses, pero tuvo algunos problemas sustantivos para lograr una negociaciónequilibrada. Entre ellos está el hecho de que Estados Unidos otorga subsidios a la exportación agrícola y apoyos a la producción agrícola, que hacen que la competencia sea desleal. En ese rubro es muy difícil llegar a un entendimiento. Estados Unidos tiene interés en algunos sectores vinculados con el comercio, como las compras gubernamentales y los temas de propiedad intelectual, pero en el rubro que a mí me interesa no hay muchos avances, así que es muy difícil llegar a equilibrios.

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Alfredo Chiaradía: “No promuevo las exportaciones de trigo ni de soja”.
Imagen: Daniel Jayo

Claves

  • “El mundo funciona sobre la base de poderes relativos de negociación, y esos poderes están sesgados a favor de la apertura en la industria.”

  • “El comercio mundial de bienes está compuesto por un 80 o un 85 por ciento de comercio industrial, y sólo un 10 o 15 de productos agrícolas.”

  • “Nuestra posición es exageradamente ambiciosa en agricultura y muy defensiva en industria.”

  • “Promuevo exportaciones de pymes, con alto valor agregado, de productos regionales o que ocupen más mano de obra.”

  • “Si hay un país que quiere convertirse en miembro pleno del Mercosur, supongo que tiene plena conciencia de lo que ello implica.”

 
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