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Por Felisa Miceli Presidente del Banco Nación

Mr. Köhler: He leído atentamente sus declaraciones públicas referidas a la necesidad de compatibilizar el equilibrio fiscal y el crecimiento, fórmula a la que no sólo adherimos plenamente sino que hemos aplicado consecuentemente en nuestro país desde mayo del año pasado y que fue lo que nos permitió comenzar a revertir la crisis. Nos ha costado mucho esfuerzo que la comunidad internacional y muchos actores locales importantes comprendieran que el equilibrio fiscal sólo podría lograrse con crecimiento de la producción: se trataba de recomponer el “círculo virtuoso” de equilibrio fiscal con crecimiento rompiendo definitivamente con el “círculo vicioso” de ajustes fiscales y depresión económica, aplicados en los años anteriores.
Hoy creemos que es necesario incorporar un nuevo elemento: la distribución del ingreso. Por eso afirmamos que el marco en el cual se tomen las decisiones económicas del presente debe contemplar los tres aspectos: equilibrio fiscal, crecimiento y distribución.
Dijo el Presidente de la Nación: la pobreza no es un problema social: es un problema económico y, como tal, agregamos, debe resolverse con política económica. El consumo interno, además de las exportaciones y de la inversión, debe ser la variable clave para dinamizar ese círculo virtuoso. Con más demanda interna, tendremos más producción industrial, más actividad económica general, más ingresos fiscales y más agentes económicos a los que el sistema financiero, pueda no sólo prestarles, sino también cobrarles. Sólo en este marco la Argentina podrá tener un programa económico sustentable en el largo plazo. Si, por el contrario, se insiste en aplicar políticas económicas ortodoxas, volveremos inexorablemente a repetir el fracaso, caracterizado por la deuda externa y la alta capacidad ociosa de todos los factores productivos.
El Banco de la Nación Argentina será una herramienta fundamental en el proceso de apuntalar el crecimiento económico y la distribución. Nuestro Banco cumple con todas las regulaciones del BCRA y de la Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias, paga todos sus impuestos, cumple a pleno con las normas laborales vigentes y hemos honrado totalmente nuestros compromisos externos, aun en lo peor de la crisis. Tenemos una buena situación de liquidez y nuestro balance auditado por las firmas Ernest & Young y Price Waterhouse & Co. refleja la situación de solvencia promedio del sistema financiero.
Vamos a tener próximamente la auditoría contratada por el Ministerio de Economía y Producción y el Banco Interamericano de Desarrollo con la que trabajaremos conjuntamente para lograr el fortalecimiento del BNA. No pediremos prerrogativas de ningún tipo, pero estará atento para que no se lo discrimine: queremos recibir el mismo trato y los mismos beneficios especiales que reciben otras entidades del sistema financiero. Queremos reglas generales e igualitarias para todos. Estamos haciendo nuestro esfuerzo. El BNA ha profesionalizado su directorio y comienza una nueva gestión con ese perfil para que vuelva a ser la herramienta pública del desarrollo económico.