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Ya funciona en la Unión Europea una Bolsa de polución, donde puede comprarse el derecho a contaminar mediante la emisión de dióxido de carbono. Actualmente la tonelada se cotiza en torno de los 10 euros, apenas una fracción de los 40 euros por tonelada de exceso con que serán multadas, por decisión de la Comisión Europea, las empresas que superen el límite permitido de enchastre atmosférico. Esa sanción regirá hasta 2007, para trepar posteriormente a 100 euros. La baja cotización bursátil del contaminante refleja el escaso rigor de los gobiernos, que en general les fijaron a las industrias más sucias límites admitidos de polución bastante próximos a sus emisiones previstas. De este modo, el margen de déficit de derechos de contaminación es estrecho y consiguientemente escasa su demanda en el mercado. Un buen ejemplo es el de las eléctricas españolas, que se prevé eyectarán 94 millones de toneladas de gases, mientras que Madrid les asignó derechos de emporcamiento por 88 millones. Esto implica un modesto incentivo a adoptar tecnologías más limpias porque el costo de seguir igual es bajo. Como quiera que sea, se estima que para 2007 la Bolsa de polución, conocida como EU ETS, alcanzará un volumen de 10.000 millones de euros. Hasta el momento ya se han negociado alrededor de un millón de toneladas de dióxido de carbono, sobre todo en derechos de emisión para diciembre de 2005. La cifra es realmente exigua, pero se supone que crecerá exponencialmente. No todas las transacciones se realizan entre interesados directos, ya que los financistas desembarcaron en este mercado para intermediar en contratos que se negocian con vencimiento en diciembre de 2005, 2006 o 2007. El modelo es parecido al del Chicago Climate Exchange, donde Alcoa o Dupont intercambian el derecho a emponzoñar el aire que respiran los norteamericanos, sus animales y sus plantas. En Europa los negocios con la roña ambiental dieron inicio en febrero de 2003 a través de un circuito informal, pero ahora se espera el comienzo de un mercado oficial, con todas las de la ley.