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“El sistema de construcción de viviendas sociales exige una profunda transformación. Se deberían ampliar los recursos y modificar la fuente deingresos en el marco de una reforma tributaria que introduzca mayor progresividad porque el impuesto a los Combustibles que financia al Fonavi es fácil de cobrar, pero es inequitativo. Además, el proceso de evaluación del sistema debe ser autónomo de los propios organismos que lo implementan para garantizar la correcta ejecución de los recursos. La discusión sobre cómo se gasta el dinero es fundamental. Hace falta incorporar al debate a un conjunto de actores que trabajan en los barrios y conocen de cerca las necesidades de los vecinos. Mi propuesta es armar un nuevo diseño que contemple la participación de cooperativas empresariales, asambleas barriales, sectores vinculados con la iglesia y ONG que tiendan a ampliar la organización de los sectores populares a través de la construcción del hábitat. Actualmente, se destina menos del 1 por ciento de los recursos a las ONG. Son proyectos pilotos que deberían ampliarse. A su vez, es fundamental destinar una parte de los recursos a la investigación sobre los usos de materiales apropiados para cada zona donde se piensa construir.”