Volvieron. Luego de dos años de ausencia, los títeres para adultos recuperaron su cita anual y se encontrarán en la octava edición del ya mítico festival que organiza la compañía El Bavastel, comandada por la actriz y titiritera Carolina Erlich. “En este tiempo en que no lo hicimos, el ciclo nos hizo falta y también a todo el círculo de titiriteros y al público, por lo que terminamos de comprobar que el género gusta y es necesario”, afirma la artista, que en este tiempo estuvo dedicada a la producción interna del grupo. Como novedad, en la edición que empieza hoy y se extenderá hasta el domingo 17, habrá dos seminarios dictados por reconocidos titiriteros, además de las ya habituales instancias, que abarcan espectáculos de diversas compañías del país, una fiesta de apertura, una varieté, una exposición de arte y un reconocimiento a la trayectoria. Todo se desarrollará en tres sedes, que son el Teatro Celcit (Moreno 431), la sala Hasta Trilce (Maza 177) y el teatro El Popular (México 2080).

Como en las anteriores ediciones, el Festival de Títeres para Adultos se caracterizará por la diversidad de técnicas. Habrá títeres de boca, de varilla en mesa, de guante y manipulación directa y teatro de máscaras y de objetos, además de actuación. “Es un criterio sine qua non que quien vaya a más de un espectáculo pueda llevarse una idea amplia de lo que es el teatro de títeres, y para eso es fundamental que haya diversidad de estilos, técnicas y temáticas”, sostiene Erlich, que convocó a elencos de Buenos Aires, Córdoba y Neuquén. Para lograr esa variedad, la actriz y el resto de las titiriteras que conforman El Bavastel (Viviana Aronno, Myriam Salto, Mirna Cabrera y Lucía Marachli) se propusieron ver funciones de todos los espectáculos antes de seleccionarlos, algo que no suele darse en los procesos curatoriales más comunes, en los cuales se eligen las obras a través de videos.

La fiesta de apertura del festival será esta noche en Hasta Trilce. Participarán Manu Mansilla y su teatro de títeres anticostumbristas, intérprete oriundo de Lomas de Zamora que ya ha participado en el ciclo en otras ocasiones, y la banda Alvy Singer Big Band, que también actuará en vivo. Luego, a partir del viernes, cada espectáculo hará una función. Ese día será el turno de Ariel Varela, que presentará en el Celcit su obra El mar dejó de moverse, con textos de Federico García Lorca. El sábado 9 será el neuquino Fernando Avila quien mostrará El circo de los mendicantes y la compañía de Inés Armas, Fagner Pavan y Daniela Fiorentino dará a conocer Cuerpo extranjero. Al otro día, la titiritera Lucila Mastrini presentará Casamadre, espectáculo que estrenó el año pasado, y que se verá en el Celcit, donde el viernes 15 Carlos Peláez, Valeria Pierabella y Julia Nardozza harán Reliquia, pieza basada en textos de Silvina Ocampo. Los últimos dos días de festival, Ema Peyla y Gerardo Porion presentarán Soy Solito; Manuel Mansilla, su espectáculo Cóctel, y Miguel Oyarzún, Los cómicos del novecientos.

Oyarzún, que es de Córdoba, será el titiritero homenajeado por su trayectoria, premio que encuentra “gratificante, sobre todo cuando uno ya va llegando a los 60 años”. Además, será uno de los dos que brinden seminarios durante el festival. El suyo será sobre títeres de guante, técnica a la que, según el propio artista, “ha dedicado la vida”. Se realizará del 13 al 15 de noviembre de 10 a 13 y estará destinado a titiriteros, actores y estudiantes de ambas disciplinas. El otro será un seminario de entrenamiento, y estará a cargo de María Julia Sigliano, reconocida titiritera que viene de trabajar con la compañía del francés Philippe Genty. Este se hará los mismos días pero a las 15. “El taller es una propuesta para personas que se relacionan con algún área artística y están interesadas en encontrar diferentes lenguajes para desarrollarlos en esa actividad. Además se intentará profundizar en el bagaje interno, no como memoria emotiva sino como materia prima para crear”, cuenta la actriz y directora, que además participará de la varieté que se hará el jueves 14 con su compañía Curiosidades teatrales.

“Este festival es una forma de sacar al títere de lo exclusivamente infantil. Si bien la disciplina está ligada a los niños, a los adultos también nos permite conectar con nuestra historia, recuerdos, experiencias y la conexión tan vital que tenemos con los objetos”, dice Lucila Mastrini, para quien los títeres y los objetos tienen “magia”. Con ese propósito, los titiriteros esperan que nuevos públicos se acerquen a esta edición, tal como viene sucediendo desde que arrancó el festival. “El público se fue diversificando; al principio sólo venían titiriteros y actores jóvenes. Hoy hay más gente grande y público que consume otras disciplinas artísticas y decide probar”, cuenta Erlich. Para el joven Fernando Avila, eso sucede porque “el ciclo ha logrado hacerse de un nombre propio dentro de la escena argentina, lo que le permite crecer constantemente”.

Se puede consultar la programación completa y adquirir entradas en www.elbavastel.com.ar