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Sábado, 1 de agosto de 2015

TEATRO › NUEVA PUESTA TEATRAL PROTAGONIZADA POR MARíA MERLINO Y DIRIGIDA POR DIEGO LERMAN

El mundo de una maestra singular

El unipersonal ¿Cómo vuelvo? Leyenda campestre de una maestra errante está basado en una serie de cuentos de Hebe Uhart, cuya escritura tiene, según el director, “algo muy conmovedor, muy sencillo, y a la vez muy profundo”.

 Por Candela Gomes Diez

La escena transcurre en un rincón campestre del país. Una maestra rural, narradora de su propia historia, revela, a través de múltiples anécdotas, una vida atravesada por las contradicciones entre la vocación de enseñar y los límites que impone la norma escolar. Con su portafolio a cuestas cargado de saber, y aun convencida del valor de su misión de impartir conocimientos, sueña con escaparse de aquellas instituciones rígidas que no valoran su tarea y le asignan aulas poco funcionales, y cursos con niños repetidores y revoltosos. Lectora de Dostoievski y otras grandes plumas, piensa en el amor mientras escucha por radio a Antonio Tormo, deseosa de atravesar sus propias fronteras y conocer nuevas geografías.

Así, el mundo de esta singular maestra se abre ante el espectador en ¿Cómo vuelvo? Leyenda campestre de una maestra errante, la nueva puesta teatral protagonizada por María Merlino y dirigida por Diego Lerman, que podrá verse a partir de hoy, y todos los sábados, en Santos 4040 (Santos Dumont 4040), a las 20 y a las 22. La pieza está basada en los cuentos “Maestrita”, “Una se va quedando”, “Antonio Tormo” y “¿Cómo vuelvo?”, de la escritora argentina Hebe Uhart, relatos breves de carácter autobiográfico en los que predomina la sensibilidad de las pequeñas cosas, y el valor de lo simple y cotidiano. La dupla de Merlino y Lerman, que ya es prácticamente una marca registrada, logra en esta oportunidad combinar ese estilo narrativo sencillo con una puesta en escena que suspende el tiempo en un ambiente que remite a lo telúrico y a lo ancestral de una vida rural.

La literatura de Uhart, a quien Fogwill definiera como la mejor escritora del país, fue el alimento fundamental para la dramaturgia de la obra. “Hace 15 años me acercaron el cuento de Hebe Uhart ‘¿Cómo vuelvo?’, con la idea de hacer varios monólogos con cuentos de esta autora, y ahí la conocí como escritora y empecé a leer todo lo que había publicado. Ese proyecto quedó en la nada y, como suelo prestar atención a las cosas que me suceden con los materiales, hace dos años volví a la idea de poder hacer algo con este cuento que me conmueve muchísimo. Cuando a Diego le mostré los cuentos de Hebe que había seleccionado, juntos decidimos que lo mejor era elegir la temática de las maestras. Entonces elegimos ‘Maestrita’, ‘Una se va quedando’ y ‘Antonio Tormo’, además de ‘¿Cómo vuelvo?’, que fue la excusa y el disparador para poder contar esta obra”, cuenta la actriz y cantante.

A su lado, Lerman confirma el interés compartido con su compañera, desde que comenzó a gestarse este nuevo proyecto. “Me seducía mucho poder abordar este material escénicamente, buscarle una forma, un hilo conductor y una continuidad –sostiene–. La escritura de Hebe Uhart tiene algo muy conmovedor, muy sencillo, y a la vez muy profundo. Y el espectáculo tiene que ver con eso, con lo sensorial y con dejarse llevar por el mundo rural de una maestra que va pasando de escuela en escuela. Hay una apuesta por lo perceptivo y por la sensorialidad, partiendo de los cuentos y de la actuación de María. Los cuentos de Hebe son como fábulas filosóficas, que tienen una llegada sencilla, muy llana, pero a la vez te dejan pensando. Eso es lo seductor del material y del espectáculo.”

La vocación de la protagonista es el punto de partida y al mismo tiempo el lugar donde confluyen todas sus vivencias. “La temática docente es un campo muy seductor y fértil”, reflexiona el director teatral y cineasta, y agrega: “Me interesaba narrar la historia de alguien que se adoctrina y adoctrina a la vez, y tiene dudas entre formar gente y al mismo tiempo sentir que no pertenece a ningún lado”.

Merlino fue la encargada de adaptar los cuatro textos seleccionados de Uhart, y de darle una forma en la que el todo fuera más que las partes. Para ello, decidió reproducir algunos cuentos casi en su totalidad y tomar sólo algunas partes de otros. “El objetivo era que estos cuentos que no tienen relación entre ellos tuvieran una continuidad. Ese fue el desafío más importante de la adaptación. La idea era poner la semilla de un cuento en el otro, para que al final se lea como un todo”, señala la actriz que se luce en su actuación junto con la interpretación de los temas folklóricos “Un día en tu vida” y “Juana Azurduy”.

Entrenada en las piezas de carácter unipersonal, Merlino apuesta nuevamente a dominar la escena. “Al ser la tercera obra que interpreto en este formato, la hago con naturalidad, aunque al tener que actuar esta vez en un espacio tan grande, la soledad se siente un poco más. Pero no tengo las dudas ni los temores que tuve cuando hice Nada del amor me produce envidia, en 2008. Los desafíos ahora son diferentes.”

¿Cómo vuelvo? es la tercera creación de la Compañía Teatral Flor de un día, fundada en 2008 por la pareja de artistas. El éxito llegó primero ese año, con Nada del amor me produce envidia, la historia de una costurera a quien Eva Perón y Libertad Lamarque le encargan el mismo vestido, que fue un suceso del teatro off y llevó a Merlino a consagrarse como actriz en los escenarios de numerosos festivales nacionales e internacionales. Luego, en 2012, llegaría Qué me has hecho, vida mía, obra que narra la carrera de Fanny Navarro, actriz icónica del primer peronismo.

“Nada del amor... y Qué me has hecho, vida mía eran obras de época, con una temática ligada al peronismo. ¿Cómo vuelvo? es distinta en este sentido, porque teníamos el deseo genuino de poder hacer algo más allá de las dos obras anteriores”, advierte la actriz, al tiempo que cuenta que el actual proyecto propone cambios que exceden lo temático: “La novedad de esta puesta son las proyecciones y una banda sonora con un tratamiento del sonido más vinculado al cine, diferente al que veníamos usando en teatro”. Responsable de la dirección, Lerman profundiza en los objetivos de la puesta en escena: “Hubo una búsqueda en el trabajo del espacio. Desde el origen del proyecto, buscamos un teatro que pudiera romper con la idea de caja negra, y un lugar donde las dimensiones del individuo y el espacio emularan algo de la ruralidad, donde existen muchas soledades”, asegura, y agrega: “El desafío está dado por lo singular de la obra, por no contar una trama concreta”. Merlino acompaña las palabras de su director: “Hicimos la obra que queríamos hacer”.

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Merlino y Lerman, una marca registrada. Ella protagonizó el éxito del off Nada del amor me produce envidia.
Imagen: Rafael Yohai
 
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