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Martes, 26 de enero de 2016

TEATRO › EL VIERNES COMENZARá LA EDICIóN DEL FESTIVAL TEMPORADA ALTA

“Brindamos por la fusión de culturas, amigos y amores”

En su cuarta edición, además de obras catalanas habrá propuestas de México, Chile, Uruguay y Argentina. También están previstos un torneo de dramaturgia, workshops de carácter gratuito y una mesa de reflexión y debate sobre escritura teatral.

 Por María Daniela Yaccar

“Intercambio, verano, festejo, descubrimiento y agradecimiento”: tales las palabras clave para aproximarse a la esencia del festival Temporada Alta, cita que ofrece espectáculos y otras actividades en la cálida Buenos Aires de comienzos de año. Los hechos culturales, al menos en lo que a teatro respecta, suelen disminuir en esta época, en la que Timbre 4, emblema del circuito independiente, abre las puertas de sus dos salas para generar “una fiesta veraniega”, como la define uno de los productores del espacio, Jonathan Zak. Temporada Alta nació en Cataluña. En enero de 2013, el equipo de Timbre 4 decidió replicarlo para fomentar el intercambio con los artistas españoles que tan bien los recibían en sus giras. Fue como una devolución. La que comienza el próximo viernes es la cuarta edición del encuentro. En esta oportunidad, además de obras catalanas que siempre estuvieron incluidas en la programación, habrá propuestas de México, Chile, Uruguay y la Argentina. También están previstos un torneo de dramaturgia, workshops de carácter gratuito y una mesa de reflexión y debate sobre escritura teatral, moderada por el crítico e historiador Jorge Dubatti.

“La esencia del festival en Buenos Aires es presentar producciones de artistas catalanes, mostrarlos al público y ponerlos en contacto con otra realidad artística y cultural para generar oportunidades de diálogo e intercambio”, sintetiza Narcis Puig, representante del Temporada Alta de Girona, que ha sido definido por la prensa especializada como el mejor del país. Puig siempre es testigo de lo que sucede en Buenos Aires con el festival. La principal novedad de esta cuarta edición es la incorporación de espectáculos de distintos países de Latinoamérica. “Teníamos ganas de crecer, ampliar el desafío y enriquecer más la escena porteña”, dice Zak. “Básicamente creemos que es un crecimiento alineado con el natural de- sarrollo de la actividad y que redunda en beneficios para espectadores y artistas, todos los que disfrutaremos del evento.”

Temporada Alta nació “muy modestamente” en Cataluña en 1992, cuenta Puig. En la primera edición se presentaron cuatro espectáculos, y en la última, de 2015, más de 100. Se desarrolla en las ciudades de Girona y Salt entre octubre y diciembre. “Son ya 24 ediciones y el festival ha evolucionado mucho definiendo tres grandes líneas maestras: presentación de grandes directores y artistas nacionales, atención muy especial a las nuevas generaciones y lenguajes, y presentación de una selección de artistas internacionales”, detalla el responsable del festival. Y continúa: “Hay unas cuantas características que hacen a Temporada Alta distinto de otros. Por una parte, es un festival de gestión privada pero con un importante soporte financiero público y una clara vocación de servicio público. Por otro lado, ha evolucionado con ambición pero lentamente y ha conseguido que su público crezca con él y esté abierto a sus propuestas. Actualmente es un festival con una gran participación internacional y un tercio de las obras presentadas son estrenos absolutos”.

Luego de participar de este evento con producciones de Claudio Tolcachir –El viento en un violín, Tercer cuerpo y La omisión de la familia Coleman–, el equipo de Timbre 4 decidió devolver favores e inventó el Temporada Alta porteño. La Argentina fue el primer lugar donde el acontecimiento se replicó. Lo mismo ocurrió posteriormente en Uruguay (2015) y se espera que Perú inaugure el propio en 2016. “En todo este tiempo descubrimos que disfrutamos mucho de recibir en casa a artistas extranjeros, pudiendo así devolver un poco de lo que recibimos en nuestras giras”, concluye Zak. “Descubrimos o reafirmamos que el público porteño está ávido de conocer más y más trabajos, formas, creaciones, historias. Y que hay muchos grupos y artistas con un gran deseo de presentarse en Buenos Aires”, agrega. Para Claudio Tolcachir, “este encuentro es otra de las aventuras que empiezan como un sueño absurdo y se convierte en realidad. Es emocionante sentir la curiosidad por parte del público que se suma año tras año y la generosidad de los artistas. Brindamos por la fusión de culturas, amigos y amores. Queremos seguir concretando este tipo de sueños que dejan huella en cada paso que damos para comprender y aceptarnos.”

El corazón del evento será, como siempre, el teatro catalán. “Intentamos presentar propuestas de formatos y tipologías muy diversos”, desliza Puig. Ivan Benet –“uno de los mejores actores catalanes de teatro de su generación”– presentará Informe para una academia, basada en el cuento de Franz Kafka. La obra aborda la vida de un simio africano que se humaniza y triunfa en el mundo del espectáculo (ver recuadro). La segunda propuesta es un “gran éxito internacional” de David Espinosa, Mi gran obra, presentada en grandes festivales. “Desde un formato minúsculo (pocos espectadores y personajes de cerca de dos centímetros de altura), Espinosa ha inventado un nuevo formato de teatro, partiendo del de objetos y la creación contemporánea”, define Puig. Según adelanta la gacetilla, Espinosa trabaja con figuras en miniatura y cuestiona el sentido de los grandes proyectos artísticos. Su trabajo habilita una reflexión acerca de las producciones de elevados presupuestos con valor “poco demostrable”.

La tercera y última propuesta catalana es circense: Baro d’Evel Cirk posee un lenguaje que fusiona clown, equilibrio y danza. Se trata de un dúo franco-catalán, conformado por Camille Decourtye y Blai Mateu Trias. El público porteño podrá disfrutar de El vacío del otro. “La compañía está renovando el lenguaje circense, mezclándolo con música en directo y aproximándose a la danza”, describe Puig. Por otro lado, los creadores catalanes también estarán representados en el torneo de dramaturgia. “Presentamos a dos autores de distintas generaciones”, cuenta el curador. “Ellos son Clàudia Cedó, una autora de la última generación, y Ramon Madaula, que tiene una carrera todavía muy corta pero que es uno de los actores más reconocidos del teatro catalán”, adelanta.

Invitado a elaborar una reflexión sobre el teatro catalán, Puig responde, vía mail, que se trata de un fenómeno “muy complejo y variado” que “no se puede definir en pocas palabras”. “Vive en este momento una cierta tensión”, sostiene. Porque por un lado está en un “buen momento”, en uno “creativamente interesante”, con “la eclosión de una nueva generación de artistas de gran calidad, con la mejor generación de dramaturgos, y se está estrenando tanto en grandes teatros públicos como en las salas comerciales, además de internacionalmente”. Además, están apareciendo nuevas compañías. Pero, por otro lado, “la situación económica dificulta la supervivencia” de artistas y grupos.

Fiesta veraniega e iberoamericana

La programación reúne “teatro, circo y propuestas internacionales de jerarquía”, resume Zak, que define al encuentro como “una fiesta veraniega”. Para Puig, la incorporación de espectáculos latinoamericanos tiene como fin “complementar y hacer dialogar la escena de los dos lados del Atlántico”. “Es el inicio de una nueva aventura que esperemos que tenga un largo recorrido”, sugiere. Desde México llegarán dos propuestas de teatro político. La compañía Lagartijas tiradas al sol presentará su obra de teatro documental sobre narcotráfico, titulada Está escrita en sus campos. El espectáculo se presentó en el Temporada Alta de Girona en la última edición (ver recuadro). A lo mejor te encuentro es una obra de Manuel Barragán, también de México, sobre los desaparecidos en ese país. El grupo se llama Compañía Vaso Teatro.

En representación de Chile se verán dos producciones “muy distintas” entre sí. Ye Katherina, de Macarena Losada y dirigida por Felipe Rubio, aborda “las secuelas de las dictaduras”; y Groenlandia, de Pauline Sales, con dirección de Angela Cabezas e interpretación de Javiera Osorio Ghigliotto, la historia de una huida personal. Domingo Milesi, de Uruguay, presentará Lo que los otros piensan, “una road-play”, porque “adapta el lenguaje cinematográfico de las roadmovies al teatro”. La propuesta argentina es Quien probó lo sabe, de la Compañía Los del verso, con dramaturgia y dirección de Mariano Moro y actuación de Mariano Mazzei. Se trata de un unipersonal basado en la vida y la obra de Lope de Vega. “Es una programación iberoamericana de calidad, muy variada, que va a entrar en diálogo con las propuestas procedentes de Cataluña. Esperemos que se contaminen de arte las unas a las otras”, expresa Puig.

Un clásico del festival es el torneo de dramaturgia, que tiene como objetivos “dar a conocer nuevos textos, generar intercambio y fomentar nuevas dinámicas que permitan conocer la creación dramatúrgica”, enumera el productor de Timbre 4. El torneo cuenta con cuatro competidores. En esta edición participarán dos textos argentinos seleccionados por Mauricio Kartun: Leandro Airaldo presentará Enamorarse es hablar corto y enredado y Patricia Suárez, La virgen del colibrí. En representación de Cataluña, competirán el texto ganador y finalista de la última edición del Festival Temporada Alta en Girona. La autora catalana Clàudia Cedó presentará D.N.I. y el reconocido actor catalán Ramon Madaula, El electo.

La dinámica es la siguiente: primero se realiza una ronda clasificatoria, “con clima pugilista”, en la que se leen dos textos y el público, mediante votación popular, determina el ganador. “Cada texto es leído por actores seleccionados por el festival, que no conocen el material hasta dos horas antes del enfrentamiento, cuando se encuentran a ensayar la lectura con el autor”, detalla Zak. Sin saber de quién es el material, entonces, los espectadores eligen a los ganadores de dos eliminatorias. Luego se produce “la gran final”, que coincidirá con el cierre del festival, el 11 de febrero. El evento cuenta con el apoyo de Institut Ramon Llull, Acción Cultural Española, Centro Cultural de España en Buenos Aires, Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, las embajadas de España y México y Alternativa Teatral.

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Mi gran obra, de David Espinosa, representante catalana.
 
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