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Viernes, 28 de octubre de 2016

TEATRO › ANA ALVARADO Y SU OBRA MüNCHAUSEN, EN EL TEATRO DEL BORDE

Cuando la enfermedad es un fantasma

La puesta se desarrolla a partir de la mirada de un niño que vive convencido de sufrir diversos males. “Buscamos gestos de comedia para no caer en la solemnidad”, dice la directora.

 Por Cecilia Hopkins

Las fabulaciones bélicas del Barón de Münchhausen, noble alemán que sirvió en el ejército ruso durante el S. XVIII, inspiraron en el mismo siglo la creación del personaje infantil de igual nombre. Y a comienzos de los ‘50 su apellido fue utilizado para nombrar a una alteración psicológica que consiste en fingir síntomas de enfermedades con el objeto de llamar la atención del entorno. Otra variante –el síndrome Münchausen por poderes– es el que padece una persona a cargo de un menor a quien suministra medicación por una enfermedad ilusoria. Sobre esta variante del síndrome, la actriz y dramaturga asturiana Lucila Vilanova escribió su obra Münchhausen, merecedora del premio Assitej-España 2007, la cual acaba de estrenarse en el Teatro Del Borde (Chile 630) bajo la dirección de Ana Alvarado. Actúan Julieta Alfonso, Diego Bañares, Monica Driollet, Omayra Martinez Garzón, Diego Vegezzi y Valentina Veronese.

La historia está contada desde la perspectiva de Nik, el niño declarado enfermo por su madre con la tácita complicidad del resto de la familia. Desde una singular poesía, el pequeño protagonista describe su mundo y junto a él, los detalles de los peligros a los que estuvo y está expuesto a lo largo de sus 7 años de vida, con el objetivo de comprender las motivaciones de su enfermedad. Luego de una lectura dramatizada en el Centro Cultural de España en Buenos Aires, Alvarado y el equipo de actores participantes decidieron estrenarla. “El término ‘familia disfuncional’ está siendo muy usado y a veces muy resistido”, considera Alvarado. “Hay muchas obras sobre ese tema pero hasta ahora no había hecho ninguna”, agrega sonriendo. La familia de Nik, el protagonista, está compuesta por tres generaciones de mujeres que funcionan a un tiempo como victimas y verdugos. De los padres sólo puede decirse que perpetúan el círculo vicioso que entrampa al pequeño.

Alvarado no pone el énfasis en el aspecto psicológico en sí mismo, sino en la metáfora que éste encierra: “A mí la obra me sirvió para referirme a una familia enferma”, resume. “Me interesó hablar sobre los vínculos familiares enfermos a través de la mirada de un niño”. Sobre el entorno aclara: “Se trata de una familia de clase media alta formada por los padres, dos hijos, una abuela y una mucama: en todos sus integrantes se evidencia desprecio, descuido y abandono. No se percibe lo amoroso en ninguno de los vínculos, ni siquiera en la hermana, que también maltrata al niño”, sostiene.

“Tirando redes para seguir dando batalla”, así es como resume la directora el transcurrir de su año teatral. Con Sola no eres nadie, de Natalia Villamil (obra interpretada por Mariano Mazzei) salió por el conurbano en gira autogestionada cubriendo un contexto universitario interesado en los temas de la diversidad, según cuenta. Con María Magdalena o la salvación, de Marguerite Yourcenar, su estreno del año pasado, Alvarado fue dos veces a Colombia, una de ellas para participar del encuentro Mujeres por la Paz y a Brasil, para hacer una función en un encuentro universitario sobre la influencia argentina sobre el teatro de objetos en ese país.

–¿Pensó en utilizar un títere, como sugiere la autora, para interpretar al hermano del protagonista?

–El protagonista entabla un vínculo psicótico con el hermano mellizo que murió al nacer. Pero con un títere no hubiese podido sugerir un doble de Nik, al menos en una forma realista creíble. Este personaje aparece en escena mediante una imagen digital interactiva sobre un espejo.

–¿Fue difícil encontrar el registro de actuación?

–Los actores pudieron encontrar un lugar de actuación que hace tolerable la obra a los espectadores. Buscamos algunos gestos de comedia que sirvieron para no caer en la solemnidad.

–¿Cómo elige los materiales sobre los cuales trabaja?

–No soy una persona divertida (se ríe) y un texto me interesa por su densidad y oscuridad. Pero el humor siempre ayuda a sobrellevar un material demasiado duro.

–Su producción cambia constantemente de rumbo…

–Tengo una tendencia a la investigación, a tomar un desafío. Antes lo hacía desde los objetos, ahora me interesa más el diálogo entre el teatro y las nuevas tecnologías. También voy buscando textos y no tanto como antes, que comenzaba de cero y a partir de la experimentación.

* Münchhausen, Teatro Del Borde (Chile 630). Viernes a las 21 hs.

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“No soy una persona divertida, pero el humor ayuda a sobrellevar un material demasiado duro”.
Imagen: Pablo Piovano
 
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