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Viernes, 1 de abril de 2011

RADIO › LALO MIR PARTICIPO DE LOS FESTEJOS DE CHEQUE EN BLANCO

Buenas ondas en el éter

El programa que conduce Alfredo Zaiat en las mañanas de los sábados de la Rock & Pop está cumpliendo una década en el aire y en la fiesta inaugural –se vienen otras– el invitado estrella fue el creador de la legendaria Radio Bangkok.

 Por Facundo García

“La biblioteca de mi pueblo fue fundamental en mi vida”, destacó Lalo Mir, junto a Alfredo Zaiat.

El programa Cheque en blanco –que le pone ritmo y actualidad a la mañana de Rock & Pop, los sábados de 8 a 11– está cumpliendo una década en el aire. Por eso el equipo que encabeza Alfredo Zaiat programó varias fiestas con invitados especiales. Y la reunión inaugural dejó claro que lo que viene será imperdible: la primera visita fue Lalo Mir, que ofreció una entrevista pública donde evocó sin filtros su época salvaje en Radio Bangkok y las aventuras que pasó antes de convertirse en pope de la radio. Si a eso se le suma la abundancia de cerveza gratuita, se comprenderá la cara de feliz cumpleaños que tenían los oyentes.

“Vamos a hablar con uno de nuestros ídolos. En el estudio, Lalo es como esos directores de orquesta que saben cuándo hacer entrar a los diferentes instrumentos”, abrió el juego Zaiat. Frente al escenario, lo escuchaba la multitud que llenó Espacio Emergente, y en las sillas laterales ordenaban sus preguntas los otros dos chequeros que aportaron a la charla: Julio Leiva y Maxi Martina. Para calentar motores, la producción preparó videos y audios que se proyectaron en la previa; en tanto que por los rincones gente con pinta de haber frecuentado Cemento y Prix D’ami compartía mesas con chicos que no pasaban de los veintipocos. La aleación humana que convoca Cheque..., parece, es la misma que le sigue los pasos a Mir.

“Mis viejos eran del campo –recordó el entrevistado–. Mamá era costurera y papá iba de manejar un taxi a atender las cantinas de los clubes, o lo que pintara. Y no teníamos tele, pero sí una radio. Con ese aparato seguí a capos como Antonio Carrizo o Edgardo Suárez; y sobre todo a Hugo Guerrero Marthineitz, que me enseñó la importancia de aprender a usar la imaginación”, apuntó Mir. Contó además que en su adolescencia leyó a todos los clásicos que había en los estantes de la biblioteca popular de su San Pedro natal. “La biblioteca de mi pueblo fue fundamental en mi vida”, destacó el hombre que, ya rondando los veinte años, reprobaría dos veces el examen para ingresar al ISER.

Ahora Lalo por hecho va de lunes a viernes de 9 a 13 por FM la 100 y estimula diariamente a millones de cerebros. Mucha agua ha pasado bajo el puente desde que aquel muchacho todavía sin canas llegó desde el interior y otro tanto desde que su voz rebelde se integró a proyectos históricos como 9PM –en 1982, con Elizabeth Vernaci– o la querida Radio La Colifata. Una ovación recorrió la sala cuando Mir rememoró cómo había conseguido uno de sus primeros empleos. “Fue gracias a un portero. En el ’74 entro como suplente en Radio del Plata. A las pocas semanas, un chabón que era portero de Radio Rivadavia me avisa que allá estaban probando locutores. Al llegar quedé para participar de El rotativo del aire. Me ubiqué y andaba dando vueltas Antonio Carrizo. Creo que me meé y me sequé en un segundo”, confesó.

La entrevista que hicieron los Cheque en blanco mantuvo señas características del programa, como la sección “Por qué”. “¿Por qué una vez tuviste que salir a hablar desde el edificio del Congreso?”, pinchó –desde la picardía de quien tiene buena data– Julio Leiva. “Fue durante la rebelión de los carapintada. Yo hacía Radio Bangkok, pero ese día estaba en Rock & Pop improvisando un programa para defender la democracia. De repente entran unos tipos con traje y lentes de sol y me dicen que tengo que irme con ellos. Pensé que me estaban chupando, te juro”, se transportó Lalo. Los grandulones lo subieron a un auto y lo llevaron a Rivadavia esquina Callao. “Resulta que Alfonsín había llamado a la gente a salir a la calle para hacerle el aguante, y en las plazas había banditas enfrentadas de peronistas y radicales que la estaban por pudrir. Entonces querían que yo saliera a ‘calmar a las fieras’ a través de unos parlantes que había instalado Grinbank. Cuando iba camino al micrófono, me acuerdo que un viejo se asomó de una columna con cara de sacado y me dijo ‘¡¿pero vas a salir?!’, como preguntándome si estaba loco, porque estaba seguro de que me iban a matar.”

La conversación se extendió más de lo que suele permitir la rutina de los medios masivos. A más de una hora y media del arranque, se entregó al invitado la célebre longaniza de un metro, el galardón que el grupo otorga a los amigos de la casa. Al final, El Tucu Abusanrra –responsable de algunos de los momentos más hilarantes del programa– tomó la posta para hacer cantar a una muchedumbre que ya se prendía en cualquiera. Lalo bailó sin largar la longaniza. Cheque..., estaba claro, es mucho más que ondas en el éter.

* Cheque en blanco va los sábados de 8 a 11 por FM Rock & Pop, FM 95.9.

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