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Domingo, 1 de agosto de 2010

CULTURA › LA INAUGURACION DE LA DECIMA EDICION DE TEATRO X LA IDENTIDAD

“No saben cuánto bien nos han hecho”

Las palabras de Estela de Carlotto sintetizaron el espíritu de la fiesta del viernes por la noche en el Cervantes, apertura de un nuevo ciclo en la que hubo un repaso de todos estos años de arte consagrados a la búsqueda de nietos apropiados.

 Por Hilda Cabrera

“Nunca imaginamos tan maravillosa continuidad de ese sueño nuestro realizado con tanto humor.”
Imagen: Dafne Gentinetta.

Con el artificio de una suelta de papelitos, que por el juego de luces relumbraban coloridos, finalizó el acto de presentación de un nuevo ciclo de Teatro x la Identidad, realizado en la noche del viernes en el Teatro Nacional Cervantes. En verdad, el primero de la serie de obras y lecturas de testimonios que se renovarán en un segundo ciclo, en septiembre y en distintas salas de la ciudad. Esto para festejar los diez años de labor ininterrumpida de TxI, organización creada para apoyar la tarea de Abuelas de Plaza de Mayo en la recuperación de los nietos apropiados durante la dictadura que aún viven con la identidad falseada. Poco antes del jolgorio de los papelitos –y ya en el escenario junto a los nietos, los organizadores y el director del TNC Rubens Correa–, la presidenta de Abuelas, Estela de Carlotto, agradeció esta conjunción de voluntades: “Nunca imaginamos tan maravillosa continuidad de ese sueño nuestro realizado con tanto humor”. Emocionada, confesó: “No saben cuánto bien nos ha hecho a las Abuelas esta compañía, este cariño, esta solidaridad del arte y del pueblo argentino que nos ayuda todos los días a dar un pasito adelante. Qué lindo es ver a estos amigos del arte y a los nietos, encontrarlos crecidos y libres; algunos ya padres de familia y con su identidad probada; y todos soñando encontrar a los que faltan”. El clima era de festejo y esperanza y Carlotto no lo olvidaba: “Nos ayuda a seguir caminando, firmes, convencidas de que el dolor puede ser transformado en lucha llevada adelante con amor y en paz. Y con muchas ganas de durar, todas, para seguir dando más a nuestra querida patria en su Bicentenario. Somos parte de esta historia y sabemos que en esto no estamos solas, estamos con ustedes y también con nuestros hijos, nuestros treinta mil desaparecidos”.

La presentación se inició a la manera de un show, donde los actores-cantantes Omar Calicchio, Noralih Gago y Vanesa Butera estrenaron nuevas canciones para TxI, pidiendo palmas. Ellos introdujeron a los conductores: Georgina Barbarossa y Mirta Wons, Osqui Guzmán y el periodista Andy Kusnetzoff, quienes repasaron la historia de la organización ilustrada con imágenes en video. Se dijo que era la crónica de un delirio grupal desorganizado. Entre bromas se hizo recuento de los años transcurridos y se aludió a las dificultades de “armar grupos sin Facebook” y “bacanales” para recaudar fondos, o crear una comisión de finanzas “cuando se juntaban dos pesos con cincuenta”. Se impuso un calificativo para cada año. Así como 2001 fue el de la creación de TxI, 2002 fue el “apocalíptico”. A pesar de ello surgió la idea de “dar clases sobre producción teatral autogestiva”, infructuosas según las humorísticas imágenes plasmadas en el video. Claro que no fueron un real fracaso, pues TxI se abrió al mundo. 2003 fue “el remixado” y 2004, el de la sede en Abasto. Para esa época los “teporitos” (jóvenes caracterizados con máscaras y luciendo los colores del ciclo) invadieron el Parque Centenario: se colocó un stand en el hall del Teatro San Martín, y en España un grupo de artistas españoles y argentinos lanzaron TxI/Madrid. 2005 fue de expansión interna y 2006, “federal”, comenzando en 2007 la captación de teatristas de Francia, Italia y España, que aplaudieron el empuje de los organizadores. La admiración abrió camino y 2008 fue “internacional”. Participaron elencos de Barcelona, Madrid y Montevideo. Entonces hubo una amenaza de bomba en el Cervantes. La respuesta unánime fue “No tenemos miedo”. En 2009 no se produjeron obras pero se concretaron lecturas en los teatros donde elencos, productores y empresarios decidieron apoyar a Abuelas y a los organizadores de TxI. Y ahora el festejo de los diez años, “que dejaron un centenar de obras y la esperanza de que la temática de la apropiación y la búsqueda de la identidad no sea tabú”. La recuperación de nietos continúa: “El último, Francisco, es el nieto ciento uno”. En el acto se recordó a Jorge Julio López, desaparecido desde 2006, y se pidió el Nobel de la Paz para las Abuelas. El director Rubens Correa comentó haber participado en cuatro ediciones de TxI y dirigido varias obras en un ciclo de TxI/Madrid. Manifestó el placer que le producía haber incluido las obras en la programación del Teatro y “tener a las Abuelas y a varios nietos recuperados sobre el escenario”. Por su lado –en representación de los nietos–, la joven Victoria agradeció la iniciativa de las Abuelas y el trabajo de los organizadores, y para que no hubiera dudas respecto de la necesidad de ayuda, recordó que en el hall se vendían libros y objetos. Hoy se podrán ver en el TNC (Libertad 815), con entrada gratuita y a las 20.30, las obras Potestad, de Eduardo Pavlovsky, y El último verso, un estreno de Patricia Zangaro.

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