La lucha por salvar al Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti –que desde hace diez meses, con la asunción del gobierno de Cambiemos, viene sufriendo un paulatino desfinanciamiento– inicia ahora un nuevo capítulo: este fin de semana, los trabajadores del espacio que funciona en el predio de la ex ESMA lanzaron la campaña “El Conti no se achica” para visibilizar los reclamos que vienen haciendo sistemáticamente desde enero y pedir el apoyo de la comunidad. La acción se da en el marco de una serie de declaraciones públicas del secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación, Claudio Avruj, quien afirmó en varias oportunidades que el presupuesto del Conti está “sobreestimado”, pese a que hasta ahora no destinó fondos para el lugar. 
Desde su inauguración en 2008, el Conti funcionó siempre en forma gratuita como un espacio de difusión y promoción de la cultura y los derechos humanos. Para llevar a cabo las actividades, recibía fondos de la secretaría que hoy conduce Avruj, que funciona dentro del Ministerio de Justicia. Es decir, que no contaba (ni cuenta) con un presupuesto propio, sino que lo que se estima anualmente que puede requerir para funcionamiento y gastos forma parte del presupuesto total de ese ministerio, aunque se calcule aparte. Además, hasta el año pasado, también el Ministerio de Cultura estaba implicado en su funcionamiento, ya que a través de un convenio se hacía cargo de las contrataciones de algunos artistas que se presentaban en el lugar. 
En el presupuesto para este 2016 que la gestión anterior presentó el año pasado se calculaba que el Conti necesitaría cerca de 25 millones de pesos para funcionar. “Ese dinero no era sólo para pagarles a los artistas que se presentaran sino también para empezar a pensar en la forma de empoderar al centro cultural, algo por lo que venimos luchando desde hace tiempo. Al Conti hay que mantenerlo, hay que cambiar los equipos cada tanto, tener todo cuidado para poder seguir brindando una programación de calidad en un espacio en constante crecimiento”, cuenta a PáginaI12 Javier Salerno, trabajador del espacio y delegado de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE). 
Pero según Avruj, esa cantidad de dinero que estaba destinada para este año fue demasiada ya que, como dijo en diversas oportunidades, “con siete millones el Conti funciona a la perfección”. Una maniobra, según los trabajadores del espacio, “para justificar el recorte en el presupuesto 2017, que no sólo recorta fondos para el centro cultural sino para todo lo que funciona en la ex Esma y para todas las políticas públicas destinadas a los Derechos Humanos”.
El problema no es sólo un eventual recorte de esos cerca de 25 millones a siete. El tema es, fundamentalmente, que este año ni siquiera se gastó esa cantidad: “Desde diciembre no se ejecutó ni un solo peso para nada del Conti, más allá de los sueldos de los casi 100 trabajadores. El centro cultural está totalmente desfinanciado y no hay dinero para pagarle a los artistas que vienen a presentar sus trabajos”, denuncia Salerno, uno de los que posó para la foto que acompaña a esta nota, en la que se ve a los trabajadores del espacio difundiendo la campaña. “Hoy en el Conti no hay plata para fletes, para folletería, ya ni siquiera tenemos una caja chica. Los trabajadores del área técnica, por ejemplo, reciclan las cintas y los materiales que necesitan porque no hay insumos suficientes”, cuenta.  
Todas las actividades que allí se realizan están sostenidas por ellos. Pese a la falta de dinero, durante todo el año el Conti mantuvo una nutrida agenda de espectáculos, seminarios y talleres. “Eso es porque a nosotros no nos da lo mismo. No es como ir a una oficina. Entendemos que el lugar es uno de los pilares fundamentales de la Memoria, Verdad y Justicia, y aunque a veces nos digan que es contradictorio que denunciemos vaciamiento y lo sostengamos con nuestro esfuerzo, no queremos ni podemos dejarlo morir”, sostiene Salerno. “Hasta ahora también nos acompañaron los artistas, pero ellos son trabajadores de la cultura y tienen que cobrar honorarios. No sabemos cuánto más se va a poder sostener esta situación”, asegura el delegado, que trabaja en el centro cultural desde sus comienzos. 
“Los trabajadores no nos podemos quedar callados frente a esta situación, sobre todo con los antecedentes de vaciamiento que tiene el PRO en el ámbito cultural, fundamentalmente en la Ciudad. Además, si el Conti no tiene plata para actividades es posible que lo empiecen a utilizar con otros fines, como ha ocurrido en otros espacios, algo que hay que evitar”, desliza. Y cuenta que en todo este tiempo no tuvieron diálogo ni comunicación con Avruj sino por intermedio del nuevo director del espacio, Alex Kurland, que hasta 2015 fue director artístico de la Subsecretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Ciudad de Buenos Aires. 
“Vamos a hacer todo lo necesario para que el Conti se sostenga como espacio de construcción de memoria colectiva”, afirma, e invita a firmar la solicitada de apoyo, en la que se asegura que “aceptar el achicamiento implica aceptar la precarización laboral de los artistas, la pérdida de lugares de trabajo para los trabajadores de la cultura y la restricción en el acceso a bienes culturales de calidad para los visitantes.

* Se puede sumar el apoyo ingresando a sites.google.com/site/elcontinoseachica