Jueves, 4 de noviembre de 2010 | Hoy
MUSICA › ALAN WILDER, EX DEPECHE MODE, DESEMBARCA EN LA ARGENTINA CON RECOIL
El tecladista inglés sacó a la ruta su proyecto solista, que hasta ahora era sólo de estudio. Es la primera vez que sale de gira desde el Devotional Tour de su antigua banda, que también lo había traído a Buenos Aires.
Por Roque Casciero
El día en que cumplía 36 años, 1º de junio de 1995, Alan Wilder dio el portazo más estruendoso de su vida: “Debido a la creciente insatisfacción con las relaciones internas y las prácticas laborales del grupo, con tristeza he decidido separarme de Depeche Mode”, anunciaba el tecladista en una carta abierta. Wilder había llegado a la banda en 1982, para reemplazar a Vince Clarke, quien había partido para formar Erasure, y se convirtió en el arquitecto de los sonidos del grupo: los fans lo reconocen como el tipo que le cambió la cara –y la puso más oscura e interesante– al tecnopop de DM. Pero después del Devotional Tour, la gira que trajo al entonces cuarteto a la Argentina, el tecladista sintió que ya no daba para más. Y mientras todavía se escuchaban los ecos del portazo, Wilder se centró en el proyecto que había desarrollado en paralelo: Recoil. Durante muchos años, esa banda de un solo hombre existió únicamente dentro de los estudios de grabación, pero con el reciente lanzamiento del recopilatorio Selected, Wilder decidió que era un buen momento para volver a salir a la ruta. Por eso es que, diecisiete años después de aquella visita con Depeche Mode, presentará el show de Recoil –con películas sincronizadas a esos sonidos que experimentan con la electrónica– esta noche en Niceto Club (Niceto Vega 5510), mañana en Willie Dixon de Rosario y el sábado en el predio Pajas Blancas de Córdoba.
“Cuando me fui de Depeche Mode necesitaba libertad para tomar todas las decisiones artísticas –arranca la charla Wilder a través del teléfono–. Sé que suena muy egoísta, pero si vas a realizar algo artístico, creativo, medio que tenés que contar con esa facilidad. Es muy complicado estar todo el tiempo transando respecto de tus ideas porque entonces perdés identidad en tu arte. Para mí era importante hacer un proyecto en el que yo tomara las decisiones, aunque sí me gusta trabajar con otra gente y tengo fantásticos colaboradores que hacen sus contribuciones.”
–Pero, ¿no cree que una perspectiva distinta podría haberlo ayudado en Recoil?
–Bueno, tengo a Paul Kendall (el productor también lo acompaña en vivo), que tiene otro tipo de visión en cuanto a la música, y a veces necesito eso. Por supuesto que le pido opiniones a otra gente, a gente a la que respeto, pero trato de confiar en mi propio instinto, en mi intuición. Afortunadamente, ya tengo mucha experiencia y sé lo que quiero.
–Después de la gira de Depeche Mode usted no volvió a salir a la ruta hasta este Selected Tour 2010, que tiene una proporción diferente. ¿Fue demasiado para usted el Devotional Tour?
–Es cierto que la proporción es distinta... Pero no fue la gira lo que me agotó: en realidad disfruté el Devotional Tour, fue un show fantástico, con una gran producción, y además muy divertido. El período difícil fue el de hacer el disco (Songs of Faith and Devotion), no resultó nada fácil, pese a que creo que es el mejor que grabamos.
–Ya hace más de quince años que se fue de Depeche Mode. ¿No está un poco harto de que le pregunten sobre esa banda, especialmente sobre si va a volver?
–Sé que siempre van a preguntarme por Depeche Mode y me lo tomo con calma, no es un problema. Nunca diría nunca a nada, pero no voy a volver a la banda. Quizá podríamos hacer alguna colaboración o trabajar en un tema o algo así. Son cosas que podrían pasar, por supuesto.
–Pero ahora hay muchos fans muy entusiasmados porque usted tocó con ellos en febrero de este año o porque Martin Gore abrirá como DJ algunos shows de Recoil. Hay especulaciones sobre que usted producirá el próximo álbum de Depeche Mode...
–No, eso no va a suceder, eso se lo puedo asegurar. De todos modos, disfruté mucho haber tocado con ellos y disfruto cada encuentro.
–¿Cómo fue que le propusieron tocar en el Royal Albert Hall en un evento benéfico, cuando acompañó a Martin Gore en “Somebody”?
–Fue bastante simple: me llamaron por teléfono, me dijeron que iban a tocar y me propusieron hacer un tema.
–Bueno, fue simple, pero no había sucedido antes. Además, usted había escrito palabras bastante duras cuando se fue de Depeche Mode.
–Sí, pero eso es pasado. De todos modos, hay algo que mucha gente no entiende: nosotros nunca llegamos a odiarnos. Existe la idea de que tuvimos una gran pelea y eso no es verdad. Simplemente quería hacer otras cosas y no disfrutaba mucho de ser parte de la banda en ese momento. Pero hemos superado todo eso. Mi relación con cada uno de ellos siempre estuvo bien.
–¿Qué es lo que más extraña y lo que no extraña en absoluto de ser parte de una banda grande?
–Bueno, no extraño todas las políticas, las discusiones, las transas, esa clase de dificultades que tenés cuando estás en un grupo grande. Lo que sí extraño de vez en cuando es la diversión de estar de gira con otra gente y los conciertos. Así que ahora disfruto mucho de estar de gira, aunque sea mucho trabajo duro.
–El proyecto Selected es interesante porque es una mirada hacia atrás, pero para decir algo nuevo.
–Es cierto. Si uno va a hacer un compilado, tiene que hacerlo de un modo fresco, ofrecer una nueva perspectiva. Eso es lo que tratamos de hacer con el show: mostrar esta música pero de un modo distinto, más actual, y con las películas y demás, es casi nuevo. Pero, en realidad, todo esto fue evolucionando, porque cuando empezamos a pensar en Selected no teníamos en mente el show, las ediciones especiales ni nada de eso, sino que iba a ser una compilación rápida para que la gente pudiera mantenerse informada de lo que es Recoil. Pero empezamos a pensar que sería buena tal o cual cosa y antes de que pudiéramos darnos cuenta, toda una campaña estaba lista para ser lanzada. En realidad, lo de hacer los shows fue para promocionar el disco, pero después apareció la idea de las películas y todo evolucionó.
–En Subhuman, su último trabajo de estudio, usted hizo una reinterpretación muy interesante del blues. ¿Qué vendrá después de esta gira para usted?
–Es difícil decirlo porque nunca sé qué va a venir a continuación. Simplemente empiezo a trabajar en algunos tracks, hago algunos experimentos y las cosas empiezan a crecer. Siempre trato de incorporar todo lo que me gusta a lo que hago. Así que probablemente habrá parte de las viejas influencias y algunas nuevas en mi próximo material. Y quizás algunos vocalistas con los que quiero trabajar, porque siempre intento conseguir algunos nuevos. No lo sé, de verdad...
–Usted mencionó que una de las razones por las que dejó DM fue que no podía seguir trabajando dentro del formato pop. ¿No cree que con Recoil a veces se ha acercado, aunque sea de costado, al formato pop?
–Sí, a veces por accidente Recoil es bastante pop, o bastante comercial, y no tengo problemas con eso. Esa es una de las cosas que tiene este proyecto: me permite hacer cosas de distinto tipo.
–Se lo reconoce como uno de los pioneros de la técnica del sampleo. ¿Cree que la tecnología tiene nuevos aportes para hacerle a la música?
–Siempre hay nuevos aportes. De todos modos, a mí me gusta mezclar mis viejos métodos con algunas herramientas novedosas. Hay una nueva versión del Logic con la que se puede estirar el sonido y conseguir resultados sorprendentes muy rápidos, que es muy útil en vivo porque es flexible y rápida para los efectos. Pero también uso algunos de mis viejos sintetizadores, con viejos efectos analógicos que todavía son muy útiles, y los mezclo con las herramientas más nuevas. Lo mío es una combinación de distintos instrumentos e ideas.
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