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Jueves, 9 de junio de 2011

MUSICA › WAYNE SHORTER TOCA ESTA NOCHE EN EL GRAN REX

Riesgo y experimentación

El extraordinario compositor y saxofonista estadounidense, que antes de fundar Weather Report fue parte de algunos de los grupos más influyentes de la historia del jazz, volverá a presentarse casi con el mismo combo con el que vino hace seis años.

 Por Diego Fischerman

Fue parte de los grupos más influyentes de la historia reciente del jazz. Estuvo en los Jazz Messengers del baterista Art Blakey y fue su director musical durante el que tal vez haya sido su mejor período, con Lee Morgan en trompeta y Curtis Fuller en trombón. Integró el quinteto de Miles Davis entre 1963 y 1968 y fue el compositor de algunos de sus temas ejemplares, como “E. S. P.”, “Masqualero”, “Pinocchio”, “Nefertiti” o “Paraphernalia”. Fue una de las piedras fundamentales en los nuevos grupos eléctricos del trompetista, a partir de ese año, y de discos como In A Silent Way y Bitches Brew. Con álbumes propios como Juju, Etcetera, Adam Apple, Schizophrenia y Speak No Evil, edificó uno de los estilos más consistentes del género, fuertemente asociado con el sello Blue Note durante la década de 1960. Fue el fundador de Weather Report. Pero, además, Wayne Shorter es posiblemente el único saxofonista de su época, además de John Coltrane, que creó una verdadera escuela en su instrumento.

Estuvo en Buenos Aires varias veces: con Weather Report, con un quinteto de homenaje a Miles Davis donde tocaba con sus ex compañeros Herbie Hancock, Ron Carter y Tony Williams y el lugar del trompetista –que en un proyecto anterior, V. S. O. P., había ocupado Freddy Hubbard– estaba en manos de Wallace Roney, en dúo con Hancock y, hace seis años, en cuarteto con Danilo Pérez en piano, John Patitucci en contrabajo y Brian Blade en batería. Y con el único cambio de la baterista Terry Lyne Carrington en lugar de Blade, el grupo volverá a presentarse hoy, a las 21, en el Gran Rex. En todo caso, si hubiera que buscar un patrón común para quien cristalizó una de las formas más personales del hard bop, encarnó la segunda vida del jazz modal con Davis, fue pionero del jazz rock, con este trompetista pero también con su disco Super Nova, y fue parte de uno de los grupos fundamentales de este subgénero, sería su valoración de los grupos estables y el trabajo estilístico a largo plazo. En un mundo como el del jazz, donde suele cambiarse de elenco entre disco y disco, o entre gira y gira, con cada uno de los grupos mencionados Shorter estuvo al menos cinco años. Y el cuarteto actual, con el que ha registrado los discos Footprints Live, Alegria y Beyond the Sound Barrier, tiene ya una década de historia. Shorter, en una conversación mantenida con Página/12 durante su visita anterior, comparó este grupo con el quinteto de Davis: “Existe la misma desenvoltura, la misma capacidad para crear espontáneamente, para reunirse sin ensayar (porque no ensayamos, simplemente tocamos) y que se produzca la magia. Además, ninguno de estos músicos está mirando al pasado o tratando de sonar como tal o cual músico admirado. Todos miran para adelante. Todos experimentamos todo el tiempo y eso, finalmente, es lo que pide el arte: experimentos y riesgo.”

Además de su carrera puramente jazzística, este saxofonista al que le cabe, también, el mérito de haber llevado el saxo soprano a un escalón evolutivo superior, colaboró abundantemente con artistas como Milton Nascimento (Milton y Native Dancer), Carlos Santana (The Swing of Delight), Los Rolling Stones (Bridges to Babylon), Portishead (Dummy) y Joni Mitchell (todos sus discos desde Don Juan’s Reckless Daughter hasta la fecha). “Ella es una creadora excepcional, además de una persona encantadora”, define a la canadiense. “Y, más allá de su talento y de la calidad de lo que hace, hay que decir que es una persona valiente, que nunca se avino a las exigencias del marketing y que estuvo siempre adelantada varios años a lo que otros hacían musicalmente.”

A diferencia de la mayoría de los intérpretes que tocan más de un instrumento (y más cuando se trata de instrumentos de la misma familia), Shorter tiene un estilo absolutamente diferenciado para el tenor y el soprano. En el primero, su sello es esa especie de coltraneísmo conciso y ascético, poderoso en el sonido pero retenido en relación con la frase. En el segundo es lírico y pausado, tomándose todo el tiempo del mundo para elegir cada una de las notas que toca. Comenzó con el clarinete a los 16 años, pero eligió su instrumento definitivo al ingresar a la Universidad de Nueva York, en 1952. Después de graduarse, cuatro años más tarde, tocó con el pianista Horace Silver durante un período breve hasta que entró a la Armada, donde estuvo dos años. Al salir de baja ingresó a la banda de Maynard Fergusom, donde conoció al pianista austríaco Joseph Zawinul, a quien encontró más adelante en la banda de Miles Davis de finales de los sesenta y con quien después fundaría Weather Report. En 1959 pasó a integrar los Jazz Messengers hasta que, en 1963, entró al nuevo quinteto de Miles.

Durante la época en que Shorter desarrolló su estilo, el telón de fondo fue el free y el fenómeno de progresiva independencia de los distintos parámetros en la improvisación jazzística a partir de las experiencias de Coltrane, Ornette Coleman, Paul Bley y Archie Shepp, entre otros. Shorter, sin embargo, se mantuvo hasta cierto punto al margen. Al igual que Davis, registró las novedades, pero nunca dejó de tener un pie bien apoyado en la tradición del bop. “Es que muy al principio del fenómeno descubrí que no había formas totalmente libres. Por eso no creí en el free como religión”, explicaba. “Traté de pensar, más bien, en los mismos términos en que seguramente pensaba Pablo Picasso cuando hacía esos cuadros en los que parecía no saber nada sobre anatomía humana, cuando en realidad sabía todo lo que hay que saber. Más que interesarme la idea de libertad, me interesaba la música. Para ser libre no se puede ir muy rápido, hay que investigar un poco qué es eso de la libertad y buscar algo que trascienda esa idea en sí misma. No creo que tocar free deba equipararse a la sencillez, a la simplicidad. Es una ilusión. En realidad, tocar con libertad es algo verdaderamente complejo. Vivir es complejo, aunque hablar de la vida pueda parecer sencillo.”

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Shorter tiene un estilo absolutamente diferenciado para el tenor y el soprano.
 
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