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Jueves, 9 de junio de 2011

CINE › KUNG FU PANDA 2, LA PRIMERA DE ¡SEIS! SECUELAS PROGRAMADAS POR DREAMWORKS

Es un monstruo grande y pisa fuerte

La aparente falta de pretensiones de la serie contrasta con la enormidad de la apuesta económica que ahora toma forma: formato 3D, 150 millones de dólares de costo y record de copias en todo el mundo, entre ellas 265 en Argentina, que obturan otros estrenos.

 Por Horacio Bernades

Aceleración, hiperacción, el infaltable “mensaje” edulcorado, técnica de primera, brillantez estética, ramalazos de belleza y poesía, pausas brillantes en medio de la atropellada carrera: Kung Fu Panda 2 nada en un mar de contradicciones. Primera de ¡seis! secuelas programadas por Dreamworks Animation a partir de la muy buena respuesta de público de la primera (y la caída en picada de Shrek, hasta entonces gran recaudador de la compañía), no es la menor de estas contradicciones la que puede hallarse entre la aparente falta de pretensiones de la serie y la enormidad de la apuesta económica que ahora comienza a tomar forma: formato 3D, 150 millones de dólares de costo, record de copias en todo el mundo (265 en Argentina, incluyendo una ¡en mandarín!). Al fin y al cabo, qué otra cosa si no una gran contradicción es el peluche blanquinegro tamaño baño que la protagoniza, peludo y suave como Platero pero también monstruo grande, que pisa fuerte (ver aparte).

Escrita por los guionistas de la primera (Jonathan Aibel y Glenn Berger), KFP 2 hace suyos los problemas de identidad que acosan a Po (voz de Jack Black, en copias en inglés). Ya se sabe que fue un pavo (sin ofender) el que crió al oso, hallado, como Moisés, en una canasta. Mediante una serie de flashbacks nos enteraremos de cómo y por qué su mamá lo puso allí (la pregunta por el origen, gancho “trascendental” del asunto), al tiempo que Po combate a Shen. Este último es un pavo real que –en su ambición por conquistar a toda China, dejando a su paso un tendal de muertos– parece una versión asiática y zoológica de Hitler (Gary Oldman le da un tono sibilinamente británico). Oso criado como pavo, suerte de Homero Simpson perezoso y comilón (sin ofender, también) que supo convertirse en Dragón Guerrero, aprendiz de sabio pacifista que termina a cañonazo limpio contra el enemigo, más que resolver sus contradicciones Po las agudiza alegremente en el curso de la película.

La confusión no es sólo ideológica. Para “dejar atrás” el original, las secuelas de Hollywood recurren a la suma, la multiplicación, la proliferación, y a veces terminan olvidando para qué apretaron el botón de + o el de x. Al quinteto de maestros guerreros de la primera (la tigresa de Angelina Jolie, el mono de Jackie Chan, la mantis de Seth Rogen, el áspid de Lucy Liu y la grulla de David Cross), KFP2 le suma el Maestro Buey de Dennis Haysbert, el Maestro Croc de Van Damme (¡!) y el Maestro Rinoceronte de Victor Garber. Son tantos para tan breve metraje (los clásicos 90 minutos de antes) que entre los ocho hacen menos que uno. De modo equivalente, a Shen lo rodean lobos feroces y un ejército de gorilas guardianes, pero en medio de la multiplicación de formas, volúmenes, figuras y combates, apenas llega a reconocérselos.

Agigantado homenaje al wu xia pian (nombre que el género de capa y espada recibe en Extremo Oriente) dirigido por la debutante Jennifer Yuh, KFP2 consume la mayor parte del metraje en maratónicas batallas campales, que parecen querer concentrar medio siglo o más de cine asiático, a razón de treinta o cuarenta wu xia pians por año, en hora y media de película. El efecto que esta acumulación produce está entre la maravilla (en la mejor tradición del género, la producción contrató a un coreógrafo de escenas de batallas) y el mareo. En medio del fárrago, los destellos. Destellos estéticos (toda la secuencia de créditos, diseñada a la manera de las aguadas orientales; la gran idea de que los flashbacks se parezcan a dibujos infantiles), poéticos (la redonda gota de agua que el maestro Shifu baja del cielo y hace resbalar por su mano) y humorísticos (la mantis macho, próxima a morir, se queja de que no va a poder perder la cabeza a manos de una hembra; Po se hace el macho con Shen, pero desde tan lejos que su rival no lo oye).

Debe ensalzarse, para finalizar, la utilización del 3D que hace KFP2. A diferencia de otros “tanques” –ver Thor, ver Piratas del Caribe 4–, donde hay que tocarse los anteojitos para recordar que la película es tridimensional, aquí el efecto de volumen se aprovecha tanto en términos de profundidad de campo como en sentido vertical, agregándole a la imagen esa tercera dimensión que, se supone, le andaba faltando.

6-KUNG FU PANDA 2

EE.UU., 2011.

Dirección: Jennifer Yuh.

Guión: Jonathan Aibel y Glenn Berger.

Música: John Powell y Hans Zimmer.

Voces de (en copias subtituladas): Jack Black, Angelina Jolie, Dustin Hoffman, Gary Oldman, Jackie Chan, Seth Rogen, Lucy Liu y Michelle Yeoh.

Estreno en copias 35 mm y 3D, dobladas y subtituladas.

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