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Viernes, 28 de noviembre de 2014

MUSICA › FACUNDO AGUDIN DIRIGE HOY LA ORQUESTA SINFONICA NACIONAL

Un Chopin molto espressivo

“Me encanta la manera que tiene de tocar esta orquesta, ese color muy expresivo que hoy es tan infrecuente”, dice Agudín.

 Por Diego Fischerman

Si hay algo que distingue a Facundo Agudín es la amplitud de sus proyectos y, desde ya, la energía casi inagotable con la que los encara. Y es que no es frecuente que un director de orquesta esté, casi al mismo tiempo, conduciendo una ópera en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo, grabando obras que releen el tango junto al bandoneonista Marcelo Nisinman y una orquesta de Basilea –donde reside desde 1996–, dirigiendo la Sinfónica Patagonia –el programa de formación en práctica orquestal de la Universidad Nacional de Río Negro– o al frente de la Sinfónica Nacional, con los solistas ganadores del Concurso de Piano Frédéric Chopin, que fue organizado en 2013 por la entonces Secretaría de Cultura de la Nación, junto con el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto y la Fundación Música Esperanza, y con el apoyo de las embajadas de Francia y Polonia.

Este concurso, que tuvo al pianista Miguel Angel Estrella como uno de sus motores, se planteó como un proyecto federal y los premiados, además de surgir de un conjunto representativo de todo el país, tocarán con orquestas de todo el territorio. Y hoy a las 20 lo harán con la Sinfónica Nacional, en el Auditorio de Belgrano (Cabildo y Virrey Loreto) y con entrada gratuita. José Ricardo Díaz y Hugo Schuler serán los solistas en Andante spianato y gran polonesa brillante Op. 22 y el Concierto para piano y orquesta Nº 2 en Fa Menor, Op. 21, de Frédéric Chopin, y el concierto se completará con la Sinfonía Nº 4 en Re Menor, Op. 120, de Robert Schumann. “Es un concierto muy especial porque se trata de la despedida de ese auditorio”, comenta Agudín a Página/12. “Ya a partir del año próximo la orquesta estará tocando en el auditorio del Correo, que es extraordinario, y ya estamos pensando proyectos para allí. Y me interesó juntar a Chopin con la Cuarta de Schumann, que es una obra que habíamos querido hacer en otra oportunidad y al final no se había podido. Me llevo muy bien con esta orquesta. Me encanta la manera que tienen de tocar, el color de las cuerdas, ese color muy expresivo, medio polaco, medio húngaro, medio ruso, hasta un poco retro, que actualmente es infrecuente y a mí me fascina. Son muy corales; es el sonido de músicos a los que les gusta tocar juntos. Uno piensa que son intérpretes que por ahí estudiaron con otros que habían tocado con Troilo o Di Sarli. Que muchos de ellos tocan también tango. Esa tradición está presente.”

Agudín nació en Argentina y realizó sus estudios de dirección orquestal en la Universidad Católica Argentina, de Musica Medieval, junto a Pedro Memelsdorff, y de Composición histórica y canto, en la Schola Cantorum Basiliensis. Es director artístico y musical de Musique des Lumières, en Basilea, y de la compañía Opera Obliqua. En 2007 obtuvo el primer premio en el certamen Colin Metters junto a la Sinfónica de San Petersburgo. “Siempre me llaman para hacer música barroca o música contemporánea –bromea a medias–; me encanta, esta vez, hacer Chopin y Schumann.” Aquí fue, en efecto, el director de la recordada versión de Giulio Cesare in Egitto, de Georg Friedrich Händel, que se presentó en el Teatro Argentino de La Plata y, en el ámbito de la música actual ha dirigido los estrenos mundiales de la ópera Der schwarze Mozart (El Mozart negro) y del Doble Concierto para bandoneón y clave de Andreas Pflueger; Requiem, de Christian Favre; Fieber, de David Sonton; El Laberinto de Julio Viera y Concierto para cuarteto de saxofones y orquesta de cámara, de Dominique Gesseney-Rappo.

El proyecto Nuevo Tango Nuevo, que generó junto a Nisinman y los compositores Pablo Ortiz y Julio Viera, lo entusiasma particularmente. “La aproximación de Nisinman, que viene del tango, y de otros autores, que tienen al tango como una especie de música de fondo, pero que no se han dedicado especialmente a él, es, por supuesto, distinta, y ahí radica parte del encanto”, reflexiona el director. Un primer CD, editado por el sello Oehms de Munich, con obras de estos tres autores (“Dark Blue Tango” de Marcelo Nisinman, “Tangos de medianoche”, de Julio Viera, y “Marginal”, de Pablo Ortiz) y uno nuevo, que será publicado por Neos, una de las marcas más prestigiosas entre las dedicadas a repertorios no convencionales, que incluirá “Tercera Generación” de Nisinman, “La noche boca arriba”, de Viera, y “Rocamadour”, de Ortiz, señalan un trayecto cuyo paso siguiente será el encargo a compositores de otras nacionalidades. “Estas nuevas obras –cuenta Agudín– tienen a Cortázar como centro y recorren, también, un espectro expresivo y estilístico muy amplio.”

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Argentino, Agudín dirige Musique des Lumières, en Basilea.
 
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