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Domingo, 9 de octubre de 2016

MUSICA › LA VIOLINISTA LISA BATIASHVILI ACTUA EN BUENOS AIRES PARA EL CICLO DEL MOZARTEUM

Buscar el diálogo con la orquesta

Acaba de grabar con Barenboim. Es una de las grandes figuras del momento. Y tocará en el Colón lunes y martes, junto a la Tonhalle de Zurich. Se escuchará El Concierto de Tchaikovsky y obras de Mahler, Kurtág y Shostakovich.

 Por Diego Fischerman

El año pasado fue elegida como música del año por Musical America. Acaba de grabar los Conciertos de Tchaikovsky y de Sibelius con la orquesta de la Capilla Estatal de Berlín, dirigida por Daniel Barenboim. La violinista Lisa Batiashvili, nacida en Georgia, con varios discos que constituyen referencias obligadas en el repertorio para su instrumento y artista residente de la Filarmónica de Nueva York durante su temporada anterior, es una de las solistas más destacadas del momento. Y mañana y el martes tocará en Buenos Aires junto a una de las mejores orquestas “escondidas” de Europa, la Tonhalle de Zurich, con dirección de Lionel Bringuier.

Los conciertos, en el Teatro Colón y para el ciclo del Mozarteum argentino, presentarán programas sumamente atractivos. En ambos Batiashvili interpretará el Concierto de Tchaikovsky, en el primero de ellos el repertorio se completará con The gliding of the Eagle in the skies de Peter Eötvös y la Sinfonía Nº 6 de Dmitri Shostakovich y en el segundo con la Sinfonía Nº 1 de Gustav Mahler. “Tocar un concierto para orquesta significa, siempre, una confluencia. Solista y director tienen muchas veces aproximaciones diferentes a la obra. Algunos conductores buscan remarcar las voces intermedias, o los matices, o acentúan algún aspecto particular de la pieza. Y una ha estudiado y tocado esa obra muchísimas veces”, dice la violinista a Página/12. “Cada ve es distinta y, por supuesto, hay ocasiones en que se da una comunión máxima. Es como un sueño. El director adivina las intenciones del solista y una adivina el camino que él va a tomar. Esas ocasiones son absolutamente maravillosas.”

El Concierto que Tchaikovsky escribió en 1878 -y que el primer dedicatario que el autor tuvo en mente, Leopold Auer, rechazó por “intocable” es, para Batiash- vili, “una obra ligada a mi infancia y mi juventud, escuchada cuando era una estudiante y cargada de nuevos significados con los años. Barenboim y Bringuier tienen personalidades diferentes pero para mí es igualmente cómodo y revelador tocarlo con uno o con otro. Un concierto con orquesta es un diálogo y, obviamente, las maneras de conversar del otro modifican también las nuestras y viceversa.” En el mundo musical de la violinista la música actual ocupa también un lugar preferencial y ha grabado, entre otras composiciones, el Concierto del finlandés Magnus Lindberg y música de cámara del británico Harrison Birtwistle. “Creo que el repertorio no puede agotarse en lo que se compuso al final del siglo XIX. Hay mucha música interesantísima creada en los últimos cien años. Me mantengo abierta. Escucho, miro partituras. No es que me interese todo, por el sólo hecho de ser contemporáneo. Tampoco me sucede eso con la música del barroco o la del clasicismo. Hay obras que me conmueves y otras que no. E incluso puedo sentir que una obra en particular, de cualquier lugar o época, no me habla. No me dice nada en especial y no hay nada que yo piense que poema decir con ella. Otras en cambio las siento mías desde el primer momento.”

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Batiashvili fue elegida artista del año por Musical America.
 
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