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Si los pronósticos resultan ciertos, la temperatura máxima para hoy en Buenos Aires será de 30 grados. Salvo en la Costanera Sur, claro, donde la sexta edición de Creamfields pondrá los cuerpos de más de 60 mil personas al borde de la combustión: quince horas de música electrónica sonando en simultáneo desde nueve escenarios, y con pesos pesado como Underworld, Sasha, Tiga, X-Press 2 y Hernán Cattáneo (crédito local y notoria estrella internacional), entre más de 90 artistas. Desde las 15 de hoy, y hasta que el sol eche a los últimos y testarudos clubbers, el predio de trece hectáreas se convertirá en terreno para el gran circo electrónico. Entonces, los oficinistas que pagaron 100 pesos para entrar llegarán a la medianoche con anteojos de sol, o se escribirán letras en el cuerpo para armar un mensaje entre varios; las chicas se colgarán alitas de mariposa o desafiarán al estado del dance con una lengua stone (aunque con lentejuelas). Todos ellos correrán, en algún momento de la noche, hacia los puestos de bebidas donde el agua mineral costará lo mismo o más que el vodka. Encuentro musical ineludible, feria de vanidades y excentricidades, sueño húmedo de los directores de marketing con los jóvenes ABC1 en la mira: Creamfields es una mezcla de eso. Y también la sensación de que por una noche vale todo si se pertenece a la “Cream de la Cream”.

La visita de Underworld llega tarde, pero saldará, como hace unos días la de Daft Punk, una deuda para los argentinos amantes de la música electrónica. Es que este dúo conformado por Karl Hyde y Rick Smith (al que en su época más exitosa acompañaba Darren Emerson) hizo bailar al planeta con el megahit “Born Slippy”, que fue parte esencial de la banda sonora de Trainspotting y que aquí se adaptó para publicidad mundialista de una cerveza. Aunque le dijeron al Suplemento NO de Página/12 que harían “un recorrido por los temas que ya todos conocen y algunos avances del disco que se viene”, se sabe que la dupla trabaja sin lista de temas, para que el ida y vuelta con el público sea el que retroalimente el show. Underworld arrancará a las 23.45, en el horario central del Main Stage, pero los fanáticos del dance los esperan tanto a ellos como al duelo de bandejas que protagonizarán, a partir de las 4, Hernán Cattáneo y Sasha. El galés, cuyo verdadero nombre es Alexander Coe, es uno de los máximos referentes mundiales del progressive y, aunque estuvo varias veces en Buenos Aires, ésta será su primera participación en Creamfields. Y Cattáneo, que viene de su segundo volumen de mezclas para el prestigioso sello Renaissance, seguramente hará enloquecer a sus seguidores, que suelen usar remeras con el nombre del DJ argentino y que festejan cada mezcla con fervor futbolero. Además del “duelo” (un tema cada uno), tendrán sus sets individuales: Sasha estará a las 2 en el Main Stage y Cattáneo, a las 22, en la emblemática Cream Arena.

Techno, minimal, progressive, house, electro: todos los géneros del dance actual sonarán en Creamfields. Además de los ya mencionados, entre los nombres con más peso sobresalen los de Tiga, X-Press 2 (los del hit “Lazy” con David Byrne), Erick Morillo, M.A.N.D.Y., Dave Clarke, Layo & Bushwacka!, 2020 Soundsystem y Silicon Soul. Y también habrá numerosos sets de DJs argentinos: Martín García, Carlos Alfonsín, Javier Zuker, Romina Cohn y Spitfire, entre otros. Pero como no sólo de electrónica vive Creamfields, se podrá escuchar el ska de Satélite Kingston y el rock de No Lo Soporto y Los Látigos. Entre las recomendaciones de los organizadores están llegar temprano para evitar demoras en el ingreso (por España y Dellepiane) y llevar documentos, porque la entrada está prohibida para menores de 18 años (más información en

www.creamfieldsba.com

). Una vez adentro, se podrá contar con guardarropas, cajero automático, lugares para bajar fotos y enviar mails, un ¡bar de agua! apropiado para la química del festival y varios puestos de comida y bebida. Como para que la experiencia sea irrepetible... al menos hasta el año próximo.