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Miércoles, 14 de octubre de 2015

LITERATURA › COMENZó LA EDICIóN NúMERO 67 DE LA FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO DE FRANKFURT

Letras como puente para la tolerancia

“Nos encontramos con una situación especial. El mundo está revuelto”, dijo el presidente de la Asociación de Libreros Alemanes, Heinrich Riethmuller, en la apertura del encuentro. La presencia de Salman Rushdie hizo que Irán cancelara su participación.

La Feria Internacional del Libro de Frankfurt, la más grande del mundo en el sector, inauguró ayer por la noche su edición número 67, que se prolongará hasta el próximo domingo, momento en el que el escritor alemán de origen iraní Navid Kermani recibirá el Premio de la Paz de los Libreros Alemanes. En total, cerca de 7000 expositores de cien países se darán cita en la ciudad de Frankfurt, que espera a más de 300.000 visitantes en una edición marcada por la política y por temas como la defensa de la libertad de expresión, el diálogo con el mundo islámico y la crisis de los refugiados.

“Este año nos encontramos con una situación especial. El mundo está revuelto”, dijo el presidente de la Asociación de Libreros Alemanes, Heinrich Riethmuller, durante la conferencia de prensa de apertura, y agregó que “las crisis que atraviesan el mundo encuentran actualmente su expresión en Europa con la llegada de cientos de miles de refugiados en busca de paz y libertad y de una vida digna”. Por otra parte, Riethmuller recordó el atentado en contra de la revista satírica francesa Charlie Hebdo, a comienzos de año, con el que, dijo, “los editores y libreros alemanes se hicieron conscientes de lo necesario que es reforzar la defensa de la libertad de palabra”.

En ese contexto, Riethmuller celebró la presencia en la feria del escritor angloindio Salman Rushdie, considerado un icono de la lucha por la libertad de expresión, debido a la condena a muerte proferida en su contra por el régimen iraní tras la publicación de su novela Los versos satánicos (1988), que fue considerada ofensiva por los líderes espirituales en Teherán, por lo que tuvo que vivir escondido durante más de una década. La amenaza contra Rushdie también estaba dirigida expresamente a “todos aquellos que hubieran participado en la publicación y difusión de la obra”. El traductor de la novela al japonés, Hitoshi Igarashi, fue asesinado en 1991. El traductor al italiano, Ettore Caprioli, y el editor noruego, William Nygaard, sobrevivieron a sendos atentados. Finalmente, el 23 de septiembre de 1998, el entonces presidente iraní Mohamed Katami pidió no aplicar la “fatwua” contra el escritor.

Luego de confirmarse la asistencia de Rushdie a la Feria del Libro de Frankfurt, Irán canceló su presencia oficial en protesta por la participación del escritor, aunque en Frankfurt esperan a unos diez editores iraníes. Durante la presentación de la Feria, Rushdie pronunció un discurso en inglés en el que dijo, entre otras cosas, que “cuando se pierde la libertad de expresión todos los otros derechos desaparecen” y que, “aunque la literatura es fuerte, los autores son débiles”, y luego abandonó la rueda de prensa sin responder preguntas.

El caso de Rushdie, según Riethmuller, “no es el único que muestra que la libertad de expresión no es algo que pueda considerarse obvio en todas partes del mundo”, y puso una serie de ejemplos de escritores que han sido objeto de persecución a causa de su obra. En primer lugar recordó el caso de la poeta mexicana Susana Chávez Castillo, que dio voz a las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez en su poema “Sangre nuestra”, y hace cuatro años apareció estrangulada. Més recientemente, mencionó el caso del periodista saudí Raif Badawi, preso en su país y a quien se le aplica desde enero, a plazos, “una bárbara condena a 1000 golpes de látigo”, describió Riethmuller.

Tras recordar esos dos casos, el presidente de la Asociación de los Libreros Alemanes se refirió al tema de los refugiados y el reto que significa lograr su integración en la sociedad europea. “Nuestro deber no es tolerarlo todo sino enseñar la tolerancia –dijo Riethmuller–. En ello, los libros pueden desempeñar un papel importante, pues la literatura construye puentes y abona el terreno para la tolerancia.”

Este año, el país invitado a la Feria del Libro de Frankfurt es Indonesia. Juergen Boos, el director de la Feria, anunció que presentarán allí “la rica cultura de uno de los países más poblados y más jóvenes del mundo, de la que se sabe poco en Alemania”, en una muestra que se presentará con el lema de “17.000 islas de la imaginación”. El director del comité organizador de la presentación de Indonesia, Goenawan Mohamad, dijo en relación con su presencia en la feria que “somos un país poco conocido en Europa y queremos abrir una puerta para que la gente aquí tenga una imagen de la diversidad de nuestro archipiélago”. Con una delegación de 70 autores, Indonesia ejemplifica en la feria la intención de sus directores por promover el diálogo con el Islam, invitando a un país que se destaca por ser uno de los que tienen mayor población musulmana en el mundo.

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El stand de Indonesia, país invitado a esta edición de la feria más grande del mundo.
Imagen: afp
 
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