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Jueves, 3 de septiembre de 2009

CINE › ALGúN DíA COMPRENDERáS, DE AMOS GITAI, CON JEANNE MOREAU E HIPPOLYTE GIRARDOT

Con el amargo veneno de la pérdida

Una de las más recientes obras del decano del cine israelí, esta reflexión sobre las marcas que deja la Historia narra la investigación que el protagonista hace del pasado familiar, cuyas sombras van a dar a tiempos de la ocupación alemana.

 Por Horacio Bernades

Dueño de una obra que se extiende a lo largo de tres décadas e incluye tanto films de ficción como documentales, el israelí Amos Gitai (Haifa, 1950) es considerado el decano del cine de ese país, al que supo aportarle una inconfundible y sostenida maestría formal. Cinco años atrás la sala Leopoldo Lugones le dedicó una retrospectiva y ahora su cine llega, por primera vez, a la cartelera porteña, a través de una de sus películas más recientes y con el sistema de proyección en DVD. Con Jeanne Moreau a cargo de uno de los protagónicos, Algún día comprenderás es representativa de la obra más reciente de Gitai, realizada con un pie en su país y otro en Francia, siempre con alguna estrella internacional (Natalie Portman, Juliette Binoche, Hannah Schygulla, la Moreau en más de una ocasión) en el elenco, en función de franquear fronteras.

Basada en un libro autobiográfico de Jérôme Clément (ex director del Centre National de la Cinematographie y de la cadena de televisión de calidad ARTE), Algún día comprenderás narra la investigación que el protagonista hace del pasado familiar, cuyas sombras van a dar a tiempos de la ocupación alemana. Es el año 1987, la televisión sigue el juicio público a Klaus Barbie y Victor Bastien (Hippolyte Girardot, conocido sobre todo por Reyes y reina y El primer año del resto de nuestras vidas) investiga epsitolarios, consulta fotos, chequea datos y fechas. A Victor, hijo de padre católico y madre judía, lo inquieta el descubrimiento que acaba de hacer. Se trata de una declaración firmada por su padre a comienzos de la ocupación, en la que da pruebas de su origen ario, así como del bautismo de su hija por iglesia. Que poco después de esa declaración los abuelos maternos hayan sido deportados a Auschwitz, de donde jamás volvieron, redobla la inquietud de Victor, que acude a su anciana madre (Moreau) en busca de explicaciones. En lo que aparenta ser negligencia, chochera o complicidad, ésta prefiere ver la telenovela de la tarde en lugar de prestarle atención.

Temáticamente vinculada con Un secreto (Claude Miller, 2007), que narraba un asunto familiar sólo en apariencia semejante, al poner al espectador en el lugar del protagonista, Algún día comprenderás le hace compartir la sospecha de Victor. Pero sólo para terminar sugiriendo que la realidad es siempre mucho más compleja que una película de buenos y malos. Lo que parecía colaboración tal vez haya sido un secreto acto de responsabilidad; la aparente indiferencia, una profunda forma de comprensión; y lo que daba la impresión de ser negación quizá fuera, por el contrario, una plena voluntad de reafirmación. Con una Jeanne Moreau octogenaria, contenida y conmovedora, y contando con el juicio al Carnicero de Lyon como prueba viviente, Algún día comprenderás logra materializar con precisión la idea de que el pasado vive en el presente.

La película lleva en el orillo las marcas del cine de Gitai: la preferencia por la reflexión antes que por la acción, el carácter contemplativo y su herramienta privilegiada, planos de larga duración y característica majestuosidad, en los que la cámara recorre ambientes como queriendo descubrir en ellos un mundo de fantasmales presencias del pasado. En una escena, el realizador comete el error de querer reemplazar esos fantasmas por presencias reales, mostrando la captura de los Gornick tal como el nieto la imagina, en lugar de acudir a las huellas de la ausencia para hacerlo. Allí Algún día comprenderás cede al cliché del drama de campo de concentración, que es justamente lo que durante todo el resto del metraje resiste hacer. Para compensar esa gaffe está la brillante, devastadora escena en la que el pasado es tasado como bien, dejando en el espectador el amargo, indefectible veneno de la pérdida.

7-ALGUN DIA COMPRENDERAS

Plus Tard, Francia/Israel/

Alemania, 2008

Dirección: Amos Gitai.

Guión: Dan Franck y Jérôme Clément, sobre libro de este último.

Fotografía: Caroline Champetier.

Intérpretes: Hippolyte Girardot, Jeanne Moreau, Emanuelle Devos

y Dominique Blanc.

Estreno en proyección DVD en los cines Arteplex (Centro, Belgrano y Caballito).

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Una Jeanne Moreau octogenaria conmueve en el film del director israelí.
 
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