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Martes, 19 de enero de 2010

CINE › LOS GLOBOS DE ORO DE LA ASOCIACIóN DE LA PRENSA EXTRANJERA EN HOLLYWOOD

“Avatar” colecciona millones y premios

El film de James Cameron, que ya lleva recaudados 1600 millones de dólares, se alzó con las estatuillas a mejor película y director. En una noche de reparto parejo, lo más destacable fue la labor de Ricky Gervais como maestro de ceremonias.

 Por Emanuel Respighi

En una ceremonia en la que primó la discreción, donde las estrellas de Hollywood prefirieron la prudencia y la sobriedad antes que la autocelebración exaltada de otras ediciones, se realizó el domingo la 67ª edición de los Globos de Oro. Marcada invariablemente por los acontecimientos en Haití, en la ceremonia no hubo lugar ni para lágrimas ni para discursos emotivos (mucho menos políticos). Avatar, la megaproducción en 3D dirigida por James Cameron, fue la gran ganadora de la noche, al alzarse con los premios a mejor película y director. El film, que ya lleva recaudados casi 1600 millones de dólares en todo el mundo, logró eclipsar así a Amor sin escalas, la película que con seis nominaciones era la gran favorita y terminó convirtiéndose en una auténtica decepción, al ganar sólo en la categoría de mejor guión. En televisión, en tanto, Mad Men se llevó la estatuilla como mejor serie dramática y Glee fue elegida como mejor comedia. Una ceremonia en la que, de todas maneras, los premios se repartieron equitativamente: ninguno de los favoritos se fue con las manos vacías.

Aun cuando las celebridades se encargaron de mantener cierta conciencia ciudadana por la crisis humanitaria en Haití, la transmisión televisiva de la ceremonia celebrada en el Beverly Hilton de Los Angeles fue de las más llevaderas de los últimos años. La única razón para ello tiene nombre y apellido: Ricky Gervais. La elección de la Asociación de la Prensa Extranjera en Hollywood de que el actor, productor y director británico (The Office, Extras) llevara los hilos de la premiación no podía haber sido más auspiciosa. Lejos de decepcionar, el humorista supo hacer reír a propios y extraños de todo el mundo con filosos aportes, en los que no dudó en involucrar la vida privada de las celebridades. Así, el inglés se animó a bromear sobre cómo Steve Carell (protagonista de la versión estadounidense de The Office) se estaba convirtiendo en una figura copiándolo, sobre los problemas de alcohol de Mel Gibson (lo presentó con un vaso con cerveza en mano), los inconvenientes económicos de Paul McCartney –presente en el auditorio– por su caro divorcio, el amor de Angelina Jolie por el Tercer Mundo, y de todos los presentes por el apego de las estrellas a la cirugía estética. Todos se rindieron al carisma del británico.

Claro que la garantía de un buen y ácido chiste por cada intervención suya no bastó para que la ceremonia lograra correrse del aburrido continuado de nominados y ganadores que signan las entregas de premios. Ni siquiera la larga lista de estrellas de Hollywood que tomaron la palabra para presentar las categorías y develar a los ganadores (Julia Roberts, Jennifer Aniston, Harrison Ford, Mickey Rourke, ¡Mike Tyson!) pudieron torcer el clima de una noche en que la entrega de premios fue inaugurada por la actriz Nicole Kidman –luego lo hizo Maggie Gyllenhaal– pidiendo colaboración para Haití. Aunque el desastre humanitario del país del Caribe estuvo presente en toda la noche (casi todas las estrellas lucieron un lazo rojo y amarillo), no hubo referencias a la catástrofe del país vecino en los discursos de los ganadores.

“Gracias a quienes hicieron posible el mundo de Pandora, desde sus paisajes hasta sus criaturas, y a los artistas que nos dieron sus emociones para la historia, que son nuestros actores”, dijo Cameron al subir al escenario a recibir su estatuilla como mejor director del año, dirigiéndose a Sigourney Weaver, Sam Worthington y Zoe Saldana, protagonistas de Avatar. La fábula de ciencia ficción ambientada en el planeta Pandora, que en la Argentina superó el millón de espectadores el último fin de semana, se llevó el Globo de Oro como mejor película dramática, superando a The Hurt Locker, Bastardos sin gloria, Precious: Based on the Novel Push by Sapphire y Amor sin escalas. “Es el mejor trabajo del mundo”, afirmó un exultante Cameron en el escenario.

La loca despedida de solteros de un grupo de amigos en Las Vegas, The Hangover (en la Argentina se conoció como ¿Qué pasó ayer?), fue elegida como mejor película de comedia o musical, categoría en la que competía con (500) días con ella, Enamorándome de mi ex, Julie & Julia y Nine, que no pudo imponerse en ninguna de las cinco candidaturas en las que estaba nominada. El film de Rob Marshall, el gran derrotado de la noche junto a Amor sin escalas, aspiraba a la victoria en las categorías de mejor película musical o comedia, mejor actor de musical o comedia (Daniel Day-Lewis), mejor actriz de musical o comedia (Marion Cotillard), mejor actriz de reparto (Penélope Cruz) y mejor canción original (“Cinema Italiano”, por Kate Hudson).

El discurso más divertido de la noche fue, sin dudas, el de Robert Downey Jr., al ser galardonado como mejor actor de comedia por Sherlock Holmes. Utilizando una falsa arrogancia, en vez de agradecer a los productores del film, sus compañeros de elenco o a los miembros de la Asociación de la Prensa Extranjera en Hollywood, como hicieron la mayoría de sus pares, el actor armó un speech en el que hizo gala de sus bondades artísticas y recaudatorias. “Me necesitaban”, aseguró, entre risas. En el rubro femenino, Meryl Streep (que tenía doble chance por sus interpretaciones en Julie & Julia y Enamorándome de mi ex) obtuvo su séptimo Globo de Oro por su papel en Julie & Julia. La veterana actriz, que ostenta el record de haber sido candidata en 25 ocasiones, tuvo tiempo de dedicar el premio a su madre, a quien comparó con Julia Child, la famosa cocinera estadounidense que interpretó en la película.

La 67ª edición sirvió también para que grandes nombres de Hollywood pudieran quebrar la sequía y se llevaran su primer Globo de Oro. Uno de ellos fue Jeff Bridges, que por su papel en Crazy Heart logró irse con una estatuilla en sus manos tras ser nominado anteriormente por Starman (1984), Pescador de ilusiones (1991) y The Contender (2000). Y logró revertir la malaria en una categoría en la que a priori tenía todas las de perder, imponiéndose a George Clooney (Amor sin escalas), Colin Firth (A Single Man), Morgan Freeman (Invictus) y Tobey Maguire (Brothers). Otra de las debutantes en los premios fue Sandra Bullock, reconocida como mejor actriz dramática por The Blind Side. Y la otra que quebró su sequía fue Drew Barrymore, que se impuso en el rubro “actriz en miniserie o película de TV” por su trabajo en Grey Gardens. “Es el primero de mi carrera, pese a haber crecido viniendo a esta ceremonia desde que tenía siete años”, dijo, visiblemente nerviosa.

La gran ovación de la noche se produjo cuando Leonardo DiCaprio y Robert De Niro tomaron la posta para presentar el premio honorífico Cecil B. DeMille a la trayectoria al director Martin Scorsese. “Somos como un viejo matrimonio: llevamos toda la vida juntos, pero no dormimos juntos”, bromeó De Niro, mientras que DiCaprio señaló que dentro de algunos años el realizador de Taxi Driver, Toro salvaje y Los infiltrados, entre otras grandes películas, va a tener el mismo reconocimiento mundial que tiene el pintor Pablo Picasso, por el legado que han dejado al arte. “Agradezco el reconocimiento, pero hacer películas es un esfuerzo de colaboración de muchísimas personas y no de uno solo”, dijo, con humildad, ante una platea que se puso de pie y lo ovacionó largamente.

En lo que tiene que ver con animación, la gran triunfadora fue Up, de los estudios Disney y Pixar, que se alzó con dos premios: a la mejor película de animación y a la mejor banda sonora (Michael Giacchino). Las expectativas iberoamericanas quedaron truncas, ya que la producción alemana The White Ribbon fue seleccionada como mejor película en lengua extranjera, imponiéndose a la chilena La Nana, de Sebastián Silva, y a Los abrazos rotos, del español Pedro Almodóvar. A su vez, Penélope Cruz tampoco pudo llevarse el premio a la mejor actriz de reparto por Nine, galardón que fue a parar a manos de Mo’nique (Precious).

En el capítulo de TV, además de Mad Men (mejor serie dramática) y Glee (comedia), Alec Baldwin volvió a destacarse entre los comediantes por 30 Rock y Toni Collette hizo lo propio entre las mujeres por su triple papel en United State of Tara. A su vez, el actor Michael Hall –que vistió un gorro de lana por el tratamiento que está realizando para atacar un cáncer linfático– fue elegido como mejor actor dramático por su papel en Dexter, mientras que Julianna Margulies fue reconocida en el rubro femenino por The Good Wife.

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James Cameron, con el elenco de Avatar: “Este es el mejor trabajo del mundo”, dijo.
Imagen: AFP
 
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