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Viernes, 24 de marzo de 2006

CINE › AUSTRIACO CONTEMPORANEO

Los herederos de Bernhard y Jelinek

La Sala Lugones pone en el mapa el nuevo y revulsivo cine de Austria.

Thomas Bernhard, Peter Handke, Elfriede Jelinek (Premio Nobel 2004) son sólo algunos grandes nombres de la literatura austríaca contemporánea, que dan cuenta de la riqueza de una cultura viva como pocas en el actual panorama europeo. En ese marco se inscribe también el nuevo cine austríaco, casi desconocido hasta ahora en Buenos Aires y que a partir de mañana y hasta el miércoles 5 de abril hará un imponente desembarco en la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín (Avda. Corrientes 1530), con 14 films inéditos en Argentina, representativos de las más nuevas tendencias.

Con copias nuevas en 35mm enviadas especialmente desde Viena por la Austrian Film Comission, en colaboración con la Embajada de Austria, este panorama se propone como una necesaria puesta al día con una de las cinematografías más dinámicas de la actualidad. En los últimos años, los realizadores austríacos se han transformado en nombres reconocidos por cinéfilos y seguidores del circuito de festivales internacionales. Claramente, una nueva generación de jóvenes directores ha comenzado a forjar un frente que dista de ser homogéneo y se destaca por su diversidad: ficción, documental y experimental conviven no sólo entre sí sino a veces incluso en un mismo film.

El ciclo se inicia mañana con La muerte del trabajador (2005). Presentado con enorme éxito en diversos festivales –Venecia, Toronto–, el documental de Michael Glawogger es, para su realizador, “un proyecto que me persigue desde hace años, una película donde los espectadores pueden sentarse en la butaca y literalmente sentir el peso del trabajo en sus espaldas”. El domingo 26 va Los excluidos (1982): basada en hechos reales hoy en día utilizados como caso de estudio sociológico, el film de Franz Novotny toma como base de su guión la novela de la premio Nobel Elfriede Jelinek y, a más de veinte años de su realización, se ha transformado en un auténtico clásico del cine austríaco. “Mucho más que la reconstrucción de una tragedia personal, Los excluidos es un film que permite extrapolar su historia a nuestros tiempos: un joven que lucha contra el aburrimiento, esclavo de los contratos sociales, y la fuerza de su reacción. Un film importante no sólo para su realizador, sino para la industria de cine de Austria”, escribió el crítico Martin Schweighofer.

Para el lunes 27 está programada La vida en juego (2005), ópera prima de Antonin Svoboda, sensación de los festivales de Viena y Toronto, con su historia de un hombre que toma la decisión de que su destino sea literalmente dictado por el azar. El martes 28 va Cine como espejo del mundo (2005): el trabajo más reciente del realizador experimental Gustav Deutsch interrumpe momentáneamente la serie Film Ist, cuyas primeras dos entregas pudieron verse en el Bafici, pero no abandona el interés primordial de su obra: la reelaboración del found footage, material preexistente que cobra nuevo sentido a partir de su manipulación a través del montaje. El miércoles 29 sigue Antares (2004), de Götz Spielmann, donde tres historias particulares –una de ellas de un singular y explícito erotismo– se entrecruzan e influyen mutuamente en un complejo de departamentos en las afueras de Viena.

El jueves 30 el ciclo continúa con Crash Test Dummies (2005), de Jörg Kalt, selección oficial Forum del Cine Joven de la Berlinale, sobre una pareja de jóvenes rumanos que viajan de Bucarest a Viena, sin dinero. El viernes 31 es el turno de los cortometrajes experimentales del grupo sixpackfilm, un grupo de vanguardia que incluye a figuras legendarias, como Peter Kubelka (que presenta Poesía y verdad) y Peter Tscherkassky, quizás el realizador experimental contemporáneo más reconocido, de quien se verá su flamante Instrucciones para una máquina de luz y sonido (2005), donde manipula y presenta imágenes regurgitadas de El bueno, el malo y el feo de Sergio Leone. El ciclo se completa a partir del sábado 1° con Bienvenido a Viena (1985), de Alex Corti, uno de los primeros largometrajes en confrontar a los austríacos con su historia reciente; Babooska (2005), de Tizza Covi y Rainer Frimmel, una road-movie documental centrada en las luchas cotidianas por la supervivencia de los nómadas modernos de Italia, y Nordrand (1999), de Barbara Albert, premio de la crítica en la Viennale ’99 y film fundacional de la nueva generación de cineastas austríacos. “Sin caer nunca en las trampas de lo sentencioso, Nordrand habla de la vida en los márgenes de la sociedad y reconoce que Austria se ha transformado en un crisol de razas por primera vez desde los años ’30. El film de Albert es la antítesis estética de la imagen social promovida por Heider y sus lacayos”, escribió Alex Horwath, director del Filmmuseum de Viena.

Entradas a $5 y $3 para estudiantes y jubilados. Más información en www.teatrosanmartin.com.ar/cine

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La vida en juego, de Antonin Svoboda, revelación de Viena y Toronto, es uno de los puntos altos de la muestra.
 
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