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Jueves, 21 de marzo de 2013

CINE › COMIENZA LA TERCERA EDICIóN DEL FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE POLíTICO

Una mirada para ampliar el pensamiento

Hasta el 27 de marzo podrán verse en diferentes salas de la ciudad 137 producciones cinematográficas de 32 países. Habrá tres competencias internacionales y dos nacionales, muestras y conferencias e invitados de América latina.

 Por María Daniela Yaccar

La tercera edición del Festival Internacional de Cine Político (Ficip) comienza hoy con una oferta prometedora: en diferentes salas de la ciudad podrán verse, hasta el 27 de marzo, 137 producciones de 32 países. Habrá tres competencias internacionales (de largometrajes, medios y cortos), dos nacionales (de largos y de series de Televisión Digital Abierta), muestras y conferencias. Los invitados especiales son Tata Amaral (Brasil), Jorge Sanjinés (Bolivia) y Carlos Azpurúa (Venezuela). “Planteamos un festival audaz, una mirada que amplíe el pensamiento, que nos nutra y nos identifique, haciendo puentes entre pueblos, problemáticas y culturas”, sostienen los organizadores. Las funciones se desarrollarán con entrada libre y gratuita en el Monumental Electric (Lavalle 836), el Cine Cosmos (Corrientes 2046), la Biblioteca del Congreso Nacional (Alsina 1835), el Centro Cultural de la Cooperación (Corrientes 1543), el Auditorio del Hotel Bauen (Callao 360) y el Centro Cultural Rojas (Corrientes 2038).

Clara y Clelia Isasmendi, Rosana Salas y Osvaldo Cascella son los ideólogos y gestores de esta propuesta, que cuenta con apoyo del Incaa y de la Secretaría de Cultura de la Nación. Todos tienen vinculación con el mundo audiovisual o periodístico y comparten su fanatismo por el cine político desde su juventud, al cual definen como “un espejo que nos muestra la lucha del ser humano por vivir con dignidad”, según relatan en un texto que escribieron para el festival. En la charla con Página/12, Cascella amplía esta idea: “Mostraremos un cine incómodo que, como toda cosa incómoda para el establishment, no tiene lugares para ser mostrado”.

Salas y Cascella cuentan que el Ficip contiene el espíritu de la ley de medios. “Como los medios comunitarios de radio y televisión, el cine padece la difusión concentrada”, explica Cascella. “A pesar del enorme esfuerzo que hace el Estado a través del Incaa, las películas nacionales duran una semana en el Gaumont y tienen un recorrido muy chico. Porque de las 600 pantallas que hay en el país, el 70 u 80 por ciento pertenece a los complejos multicine. Hollywood, que además gasta fortunas en publicidad, copó la pantalla”, concluye el guionista, editor y productor. Los hacedores del festival recibieron 420 films, de los cuales seleccionaron 137. El material es variado. Priman los documentales, pero también hay ficciones sobre personajes históricos o luchas sociales. “No es todo cine de denuncia –aclara Salas–. Tenemos también películas que nos muestran logros de sociedades y comedias. Las defendemos porque, al igual que las sátiras, descomprimen el clima”.

En la competencia internacional de largometrajes participan once producciones. La animación Crulic, de la rumana Anca Damian, cuenta la historia de un rumano que viajaba con frecuencia a Polonia a comprar mercadería para revender en su país y que es acusado de un robo. Al ser detenido, Crulic inicia una huelga de hambre que lo conduce a la muerte. El conflicto de Gaza se ve reflejado en un documental que llegó de Noruega, Lágrimas de Gaza, de Vibeke Løkkeberg, que hace foco en las mujeres y en los niños. La temática indígena aparece en Insurgentes, del reconocido director boliviano Jorge Sanjinés, y en El Impenetrable, coproducción argentino-francesa de Daniele Incalcaterra y Fausta Quattrini. Las dictaduras latinoamericanas también se pondrán sobre la mesa. En Tiempos de dictadura, el venezolano Carlos Oteyza combina imágenes reales y animaciones para contar la época de Marcos Pérez Jiménez. En esta categoría competirá, además, Infancia clandestina, el film de Benjamín Avila, candidata argentina para el Oscar, y Hoy, de la brasileña Tata Amaral, sobre la dictadura en su país. Compiten además, Rosa, del polaco Wojtek Smarzowski, y Los colores de la montaña, del colombiano Carlos César Arbeláez.

En mediometrajes y cortometrajes la dictadura también es uno de los temas predominantes, como en Palabras en fuga, del chileno Mauricio Alamo, o Abuelas, que es la mirada de una canadiense, Neomi Weis, sobre la historia de tres mujeres que buscan a sus nietos desaparecidos. De España llegaron producciones que versan sobre los tiempos de Franco, como el corto El ingenio, de Rosario Fuentenebro, una ficción sobre cómo viven esa época dos jóvenes amigos. No faltan las problemáticas ambientales, como las que retratan los mediometrajes Piedras sagradas (sobre la extracción de piedras en Palestina, de Laila Higazi y Muayad Alayan) o Gran Daño (acerca de la explotación forestal en Papua Nueva Guinea, del australiano David Fedele).

La competencia argentina de largometrajes la conforman Elefante blanco, de Pablo Trapero; Clase media, de Juan Carlos Domínguez; El abismo... todavía estamos, de Pablo Yotich; El fin del Potemkin, de Misael Bustos; El provincial, de Daniel Guzmán; Industria argentina, la fábrica es para los que trabajan, de Ricardo Díaz Iacoponi; La pasión de Verónica Videla, de Cristian Dario Pellegrini; Seré millones, el mayor golpe a las finanzas de una dictadura, de Omar Neri, Fernando Krichmar y Mónica Simoncini; y Tosco, de Adrián Jaime.

Dentro del Ficip temático –que abarcará temas como memoria, arte y política, diversidad sexual, género y salud– destaca Cubillo, historia de un crimen de Estado, un impactante documental en el que el líder independentista canario Antonio Cubillo se enfrenta cara a cara con el sicario que intentó matarlo en 1978, por encargo de los servicios secretos alemanes. Habrá una función especial con el documental Fernando Birri, el utópico andante, de Humberto Ríos, y un foco dedicado a Ken Loach, de quien se exhibirán Route Irish (2010) y La parte de los ángeles (2012). En el marco, también, de la sección Directores en foco se verán películas de Carlos Azpurúa (ver recuadro) y Jorge Denti. Por otra parte, habrá una sección dedicada a Brasil, que en esta edición es el país invitado (se destaca 08:15 de 1945, de Roberto Fernández, sobre los sobrevivientes de Hiroshima que emigraron a Brasil), y otra a la problemática del agua, por ser éste su año internacional. La programación completa se puede consultar en www.ficip.com.ar.

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“Mostraremos un cine incómodo para el establishment”, aseguran los organizadores del Ficip.
Imagen: Sandra Cartasso
 
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