Desde San Juan

Vamos, bajando la cuesta, que en San Juan se acabó la fiesta, por una semana se olvidó de que cada uno es cada cual. Se terminó la maratón de doscientas proyecciones a un promedio de 30 por día en una semana alucinante, entre ficciones, documentales, cortometrajes y trabajos en construcción. La exhibición de la película mexicana Cumbres y la gala de la entrega de premios marcaron el fin de un festival que resultó exitoso por donde se lo mire y muy especialmente si los ojos se posan en el creciente interés del público sanjuanino, que llenó las salas del Cinemacenter cada noche.

Gloria en las alturas: el jurado internacional del Unasur Cine III consagró como la mejor película a la chilena Gloria, de Sebastián Leilo, nacido en 1974 en Argentina, pero que vive en Chile desde el ’76. La protagonista del filme, Paulina García, también fue distinguida como mejor actriz, un premio más que merecido. La Mercedes Morán chilena (tiene un aire y una onda que hacen recordar todo el tiempo a la actriz argentina) encarna a una sesentona vital, potente, divertida, que no resigna la búsqueda de la felicidad, pese a los contratiempos que debe superar. “Gloria es como Rocky, la vida la golpea y ella se levanta sin alegar”, dice el director de la película, quien presenta como antecedentes los filmes La Sagrada Familia y El año del Tigre. Gloria seguramente se verá muy pronto en Buenos Aires, para delicia de mujeres y hombres sensibles.

El premio a mejor director fue para Diego Lerman, por Refugiado, que cuenta la relación de un niño de siete años (Sebastián Molinaro, gran trabajo) obligado a huir de la mano de su madre embarazada (Julieta Díaz) de su padre, un hombre golpeador. Intensa, dramática, conmovedora, aborda con profundidad una problemática siempre actual. Lerman también recibió un premio cantado como mejor director de película de ficción cuyo tema tenga una mirada de género, en tanto que Refugiado fue distinguida también por su sonido, su música original y su montaje.

El peruano Fernando Bacilio, que compone a un juez que recibe un balazo en el cuello que lo deja sin voz en el largometraje El mudo, fue galardonado como mejor actor. Como mejor cortometraje fue elegido La reina, de Manuel Abramovich, que muestra las peripecias de una niña víctima de su madre, que la martiriza para que luzca como reina del Carnaval. Una joyita. La brasileña Sopro, de Marcos Pimentel, que trata de la lucha por la subsistencia y la preservación de costumbres de los habitantes de un pueblo de Minas Gerais fue el mejor documental, según el jurado. El premio al mejor actor de cortometraje fue para el uruguayo Manuel Abramovich, por El asado, y como mejores actrices compartieron el honor Rosario Bléfari por La piel (sobre una mujer que les pone la voz a películas porno) y la chilena Rocío Monasterio (una joven que busca a su padre) en Los trapos al sol.

El público, que esta vez tuvo voto, premió en una nueva categoría fuera de concurso internacional a Necrofobia, de Daniel de la Vega (mejor ficción), Padre, de Santiago Bou Grasso (un corto excelente) y 13 Puertas, de David Rubio (documental).

Otro de los premios muy aplaudido fue el que recibió Juan Martín Hsu, mejor director de menos de 35 años, por La salada, otra película de gran nivel que responde muy bien a la idea de encuentro en la diversidad que propone el festival.

Gloria en la Noche de San Juan a los responsables de un festival que por las proyecciones, por los seminarios y por la creación de la red de Contenidos Audiovisuales para Latinoamérica, armó esta fiesta para que pudieran disfrutarla y compartirla gentes de cien mil raleas.