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Miércoles, 5 de octubre de 2005

CINE › FESTIVAL DE CINE CIENTIFICO DEL MERCOSUR

El tiempo de los wichís

En wichí, el sufijo “wus” significa “el que trabaja”, pero también “el dueño”. Esta característica invita a pensar que quien trabaja las cosas es también quien las posee. Por ejemplo: “colectivero” se dice “colectivowus”, es decir, “el conductor-dueño del colectivo”. Por eso la comunidad aborigen de Tres Pozos (Formosa) eligió el nombre de Cine-wus para el grupo que acaba de llevarse el premio al mejor trabajo audiovisual vinculado a las ciencias sociales en el Primer Festival de Cine Científico del Mercosur. Los antropólogos Julieta Infantino y Pablo Valerio, junto a los diseñadores de imagen y sonido Marina Boolls y Mariano Raffo, viajaron varias veces al norte del país para documentar la vida de sesenta familias aborígenes que viven a 35 km de la ciudad de Las Lomitas. De esa experiencia salió Yachep, El Tiempo de los frutos, que mientras indaga en los preparativos para la fiesta de recolección, reflota algunos de los anhelos de la época de oro del cine social argentino.
–¿Cómo fue el primer contacto con los protagonistas del documental?
Julieta Infantino: –Fue complicado. A poco de llegar nos enfrentamos con un silencio sobrecogedor por parte de los entrevistados, a tal punto que llegamos a preguntarnos si iba a ser posible llevar adelante el proyecto.
Pablo Valerio: –Con el tiempo, nos dimos cuenta de que a veces, estaban traduciendo del wichí, pensando la mejor forma de decir sus frases en castellano. Para una mente urbana pueden parecer lentos en su manera de expresarse. Quisieron hacer un audiovisual en español para que el resto del mundo pudiera conocerlos mejor.
–¿De qué manera fue desarrollándose la relación?
Marina Boolls: –Poco a poco nos “enwichamos”, y nos dimos cuenta de que incluso entre nosotros nos empezábamos a entender con silencios.
P.V.: –Ellos mismos nos fueron tirando líneas de lo que querían. Así surgieron ideas que determinaron la estética del audiovisual. Nos dejaron bien claro, por ejemplo, que querían usar su música, no “folklore”. Ni chacareras ni nada, querían melodías wichí.
–¿Qué planes tienen en cuanto a la circulación?
Mariano Raffo: –En principio es bárbaro que ellos utilicen el material en sus encuentros. Es un instrumento que puede satisfacer su interés por discutir su situación actual y reconectarse con las tradiciones. Sería interesante encontrar caminos para que los que habitan las grandes ciudades se enteren de que hay otras formas de vivir en el mundo.

Informe: Facundo García.

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