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Martes, 29 de octubre de 2013

PLASTICA › LA CASA ROJA, NUEVA MUESTRA DE GABRIELA BETTINI EN BUENOS AIRES

Investigación y relato visual

La artista, que vive y trabaja en Madrid, presenta una muestra que funciona al mismo tiempo como registro documental y ficcional de la investigación y la búsqueda de la casa de la cual Hannah Arendt escapó de Alemania en 1933.

 Por Fabián Lebenglik

Como en su exposición del año pasado, Gabriela Bettini (Madrid, 1977) elige poner el foco “dramático” del relato visual en una casa.

En 2012, la muestra giraba en torno de la memoria histórica y emocional, pero también del presente –incómodo– de una casa familiar de fin de semana, en Brandsen, que seguía allí, semiabandonada, en medio de un entorno idílico, aunque con las paredes exteriores perforadas por múltiples impactos de bala, debido a que las fuerzas oscuras de la dictadura la habían utilizado para cometer varios asesinatos. Pero si la casa familiar, que era el eje de la muestra del año pasado, estaba rodeada de tragedia y de dolor, la casa que en su nueva exposición oficia de núcleo incandescente (por el color rojo, pero especialmente por la historia) está relacionada con Hannah Arendt y con una historia esperanzada.

También como el año pasado, uno de los componentes importantes de la muestra es un video documental de la artista, que da cuenta de la historia que hay detrás de las imágenes. En esta oportunidad se trata de un video de 26 minutos que conviene ver antes que los dibujos que componen la exposición. Y esos dibujos juegan entre el documento y la ficción, según el punto de vista que adopte el artista.

En este caso, el video cuenta la historia de una casa en el límite de la zona fronteriza más sinuosa entre Alemania y la ex Checoslovaquia. En palabras de Gabriela Bettini: “La casa roja es el resultado de un viaje que emprendí para rastrear y localizar el enclave por el que Hannah Arendt escapó de la Alemania nazi en 1933. El ensayo audiovisual está planteado a modo de road movie y muestra los textos de referencia, mapas y personas que fui encontrando en el camino, que aportaron pistas y me permitieron aproximarme a un tiempo y un lugar determinantes en la vida de la pensadora. A mi regreso de ese viaje realicé el conjunto de dibujos que completan el proyecto. Llenos de licencias poéticas, tratan de reflejar el entorno y la sensación tensa de estar cerca –a punto– de atravesar un alto lugar”.

Hace un tiempo, la artista se topó, gracias a una amiga, con el nombre de Hannah Arendt, y comenzó a interesarse y a leer sobre las ideas y la vida de la influyente pensadora alemana. En una de esas lecturas supo que cuando el nazismo llegó al poder, en 1933, la joven Hannah –luego de unos días de arresto e interrogatorios– y su madre escaparon de Alemania gracias a una familia cuya casa estaba literalmente en el límite con el territorio checo. Se supone que la línea de la frontera atravesaba la casa, de modo que la puerta de entrada estaba en tierra alemana y la puerta de atrás estaba en el país vecino. Fascinada por la historia, la artista (que vive en España) fue a lo de una amiga checa para encontrar juntas aquella casa sobre la que había muy poca información.

El video, de casi media hora de duración, muestra la búsqueda a medida que ésta sucede. Los diálogos con los lugareños, las pistas, las referencias, el encuentro sorprendente con un leñador que dibuja un mapa sobre la sección de un tronco recién aserrado, los momentos en que la artista y su amiga se desvían y se pierden, el lapso en que la historia y la búsqueda parecen quedar suspendidos... y, entre otras cosas, las dudas alrededor de si tomar ciertas palabras en su sentido literal o metafórico, lo cual hacía cambiar la historia: “casa”, “caseta”; “estación”, “límite”. La búsqueda, como casi toda reconstrucción de los hechos históricos, está plagada de imprecisiones y de señales ambiguas, cosa que está muy bien aprovechada por la artista, que arriba finalmente a un hallazgo (tal vez provisorio, aunque bienvenido).

A la hora del crepúsculo, en un sector un tanto alejado, en un rincón de una población fronteriza en medio de un bosque, la artista y su amiga se encuentran con (los restos de la que se cree es) la casa que sirvió para el escape de Hannah Arendt. Tras el deslumbramiento y la conmoción, sin embargo, persiste la duda para la artista: ¿cómo habrá sucedido el escape?, ¿era ése realmente el lugar? Y a partir de allí, luego de tomar fotos y registrar todo el periplo, vuelve a su estudio a reconstruir la historia en dibujos. Paisajes sombríos, calmos, crepusculares, como de tiempo detenido; entre la tensión y la suspensión de toda otra coordenada, fuera del paisaje en el cual se enmarcan una casa o una barrera. Gracias a la historia que está allí, entre el follaje, en el bosque, en medio del paisaje, la “reconstrucción” y su dibujada evocación suman una gran carga poética.

Los dibujos (ceras sobre papel) se dividen en dos técnicas: el paisaje (hierático) donde en medio de la vegetación todo se oscurece a la hora en que comienza a agotarse la luz del día, y un cielo donde todavía hay luminosidad. Los detalles de color (la casa roja, la barrera, etc.) se destacan en las sombras, y la historia de Hannah Arendt queda como una evocación. Las obras que responden a esta tipología oscilan entre el realismo y el hiperrealismo.

Por otra parte, un grupo de dibujos más esquemáticos está realizado desde el punto de vista del interior de la casa (de una casa que ya no existe o que es inaccesible o que no es la que se supone) y al fondo, una ventana. El interior está dibujado en líneas sintéticas que marcan nítidamente la ficción de tal punto de vista, porque son interiores fantasmales. Mientras tanto, lo que se ve por la ventana es un paisaje realista. Este señalamiento técnico entre historia, documento, verdad, memoria y ficción, deriva en componentes al mismo tiempo sutiles y notorios, que Bettini (formada en Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid y especializada en dibujo y video en la universidad británica de East London, gracias a una beca) va dibujando o registrando en video para establecer distintas técnicas de realización, según sea el aspecto del relato visual que busca resaltar. (En la galería Mundo Nuevo, Callao 1868, planta baja; hasta el 22 de noviembre.)

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Camino III, de G. Bettini. Ceras sobre papel, 150x200 cm.
 
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