espectaculos

Miércoles, 4 de febrero de 2009

DISCOS

Lanzamientos

9-Jardim abandonado

Sergio & Odair Assad. Nonesuch

Editado hace un año en Estados Unidos y recién publicado localmente, este disco del dúo de guitarras más importante de las últimas décadas es una verdadera joya. Además de una versión extraordinaria de Rhapsody in Blue y varias piezas de Clarice y de Sergio Assad, se destacan las riquísimas interpretaciones de obras de Claude Debussy, Darius Milhaud y, sin desentonar en absoluto, Antonio Carlos Jobim. El sonido y la digitación prodigiosos, donde muchos terminan, son para este dúo apenas el punto de partida. D. F.

9-Dearly Beloved

Stanley Turrentine. Blue Note

Hay algo particularmente atractivo en la conformación instrumental: saxo tenor, órgano –que se hace cargo de los bajos– y batería. Pero esta grabación de 1961 recién editada localmente tiene bastante más para ofrecer, empezando por los nombres de quienes tocan esos instrumentos: Stanley Turrentine, un saxofonista que ocupó el rincón más soul del jazz –o lo contrario–, la gran organista Shirley Scott y el baterista Roy Brooks. La interacción, en un terreno siempre cercano al gospel, es extraordinaria. D. F.

7-Motörizer

Motörhead. Icarus

La carrera de Motörhead reconoce 27 álbumes en más de 30 años. Este es el último, aunque es necesario un esfuerzo para diferenciarlo estilísticamente de los primeros. Es que la música de la banda británica es inalterable e inoxidable. El día que Lemmy cambie habrá que barajar y dar de nuevo. Trash, speed, punk, heavy, hard rock, pueden ser algunos de los calificativos que le caben a esta “nueva” andanada de exabruptos del cantante y bajista, que no parece dispuesto a bajar un cambio, ni a aggiornarse. Nadie se lo pide. F. D.

8-Café y bar ciencia fictiona

Hugo Fattoruso. S’Jazz

Suerte de continuación libre de Ciencia fictiona, este Café y bar funciona a modo de zapada rigurosa, como si el atravesar géneros y modalidades interpretativas hubiera encontrado un cauce formal, compatible con la estructura “de estudio” de un disco. El uruguayo entrega nueve capítulos de su versatilidad como pianista. Hace “suya” “Drive my Car” y se permite, como “digresión”, una única y emotiva página cantada: “La partida”. Ubicar el CD en el rubro “jazz” sería un reduccionismo que chocaría con la propia lógica de Fattoruso. F. D.

Compartir: 

Twitter

 
CULTURA Y ESPECTáCULOS
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.