6-Transparente

Dread Mar I

Tams Records

En el último bienio, Dread Mar I saltó del underground a la rotación apta para todo público, toda hora y todo ferrocarril, a través de versiones de cantantes ambulantes y compilados varios en CD-R. El omnipresente “Tú sin mí” sonó hasta agotar y lo ubicó como figura saliente del reggae, aunque su música tenga anclaje en el bolero y la cumbia romántica. En su nuevo CD, el ralentizador definitivo del pop local vuelve sobre el recurso del fracaso romántico y la fe en 22 canciones que acumulan 77 minutos de puro reggae lover, bien cantado aunque liviano. L. P.

7-Lex Hives

The Hives

Sony

Estos velocistas suecos del rock and roll siempre hicieron lo mismo, es cierto. Pero siempre encontraron aire en su rock típico de interpretación punk y mueca grotesca. Son cinco, rápidos y repetitivos. Son buenos en las tres cosas. A 15 años de su debut, en su quinto disco suenan como un combo indivisible y a velocidad inquietante; y entregan piezas para el coche, para sacar mugre de la casa, agitar en el living y viajar en transportes públicos: siempre irán más rápido que cualquier colectivo, eso sí. Y pese a su flojera, siempre pegando duro. L. P.

7-Pampa esquema novo

Richard Serraria

Sete sóis

El sincretismo bosquejado por el cantautor de Porto Alegre no es nuevo, pero tiene a su favor una frescura desprejuiciada y un tratamiento no estereotipado de la música pampeana. El diálogo entre los ritmos sureños y la MPB da buenos frutos en un puñado de temas –“Milonga de todos os lugares” y en la canción que da nombre al disco, entre otros–, y en todos los casos asoma un músico que se aleja del canon. El CD cuenta con invitados como Pablo Grinjot, Daniel Drexler y Zeca Baleiro y será presentado en julio en Buenos Aires. F. D.

8-Kronos

Cristina Branco

Universal

Este es, en rigor, el penúltimo disco de la cantante portuguesa y se difundió últimamente aquí a partir de su reciente presentación en Buenos Aires. Branco no es la tradicional intérprete de fado, pero ha llegado a este género a través de una de sus colectoras naturales: el blues. Sin embargo, ella le escapa al “desgarro” y prefiere recostarse en la dulzura de melodías que parecen adaptarse con absoluta naturalidad a su voz. Sin romper estructuras genéricas, Branco filtra aire fresco en esa “música del alma” que está plagada de heroínas. F. D.