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Sábado, 7 de mayo de 2011

TELEVISION › LA MUERTE DEL ACTOR ROLO PUENTE, A LOS 71 AñOS

El acompañante de los capocómicos

A lo largo de su trayectoria en cine, televisión y teatro, compartió cartel con figuras como Alberto Olmedo, Jorge Porcel y Juan Carlos Altavista. Bajo el padrinazgo de Gerardo Sofovich, alcanzó popularidad en ciclos como Polémica en el bar y La peluquería de Don Mateo.

 Por Emanuel Respighi

Actor secundario, sin ambiciones ni recursos técnicos, Rolo Puente tuvo, sin embargo, el privilegio de haber trabajado con los grandes capocómicos de su tiempo. A lo largo de su trayectoria en cine, televisión y teatro, el espigado actor compartió cartel con figuras del espectáculo nacional de la talla de Alberto Olmedo, Jorge Porcel, Juan Carlos Altavista, Darío Víttori, Sandro, Susana Giménez, Fidel Pintos, Javier Portales, Mario Sapag y Carlitos Balá. Conocedor de sus limitaciones interpretativas, a Puente le bastó siempre con ceñirse al guión para dejarle servido el remate al cómico de turno para trascender durante décadas en un medio en el que desarrolló buena parte de su carrera bajo el padrinazgo de Gerardo Sofovich, con quien alcanzó su mayor popularidad en ciclos como Polémica en el bar y La peluquería de Don Mateo. Víctima de una obstrucción pulmonar crónica (EPOC), que se había agravado en los últimos meses, Puente falleció cerca de la medianoche del jueves, a los 71 años. Sus restos serán inhumados hoy en el cementerio privado Parque Recoleta, en Pilar.

Rolando Domínguez Pardo, tal el verdadero nombre de Rolo Puente, nació el 13 de agosto de 1939. Hijo de periodistas (su padre, Demófilo Rodríguez, fue uno de los fundadores de la Asociación de Cronistas Cinematográficos; su madre, Lolita Pardo Bazán, dirigió la revista Vosotras), su destino parecía estar vinculado inexorablemente al mundo artístico. Con el crédito familiar detrás, su primer trabajo “serio” lo realizó como encargado de las fotonovelas que se publicaban en la revista que dirigía su madre. Si su figura remitía invariablemente al estereotipo del porteño impecable, su iniciática búsqueda de ingresar y asentarse en el ambiente artístico completaban el cuadro de “buscavida”, al punto de incursionar en la década del ’60 como cantante, grabando varios discos para RCA Victor.

Tras esas olvidables búsquedas, Puente iba a encontrar su futuro en la actuación, debutando como actor en 1966 en la película Una máscara para Ana, de Rubén Cavalloti. Desde ese “bolo”, en la pantalla grande iba a participar en otras 23 películas, mayoritariamente de corte popular. En el cine participó a finales de los ’60 en Villa cariño está que arde (junto a Juan Carlos Altavista y Nelly Beltrán), y en Los muchachos de antes no usaban gomina se dio el lujo de compartir cartel con grandes figuras de la escena nacional de entonces, como Rodolfo Bebán, Susana Campos, Osvaldo Miranda, Nora Cárpena, Carlos Estrada y Norberto Suárez, entre otros. También tuvo un papel secundario en Quiero llenarme de ti, el film en el que Sandro presentó el tema homónimo.

Sin embargo, fue en la televisión donde al actor encontraría su mayor popularidad, bajo el ala protectora de Sofovich, que con el tiempo iría a transformarse en un gran amigo. Así fue como en 1972, el autor y productor convocó a Puente para que se sentara en la primera mesa de Polémica en el bar como programa, ya que hasta ese momento el posterior clásico de la TV argentina era un sketch dentro del ciclo humorístico Operación Ja Ja. En ese programa, que se mantiene al aire –con intervalos– desde entonces, Puente compartió elenco con Fidel Pintos, Javier Portales, Julio de Grazia, Juan Carlos Altavista, Jorge Porcel, Alberto La Russa, Mario Sapag y hasta Antonio Carrizo, cuando el locutor formó parte del quinteto en los primeros años de la década del ’90. Aunque nunca tuvo un papel preponderante en la mesa, el entorno de bar le calzaba a la perfección a su invariable estirpe aporteñada.

Ese no iba a ser el único éxito televisivo de Sofovich del que el actor participaría. En la década del ’80, en ese tono de comedia picaresco que forma parte del estilo de su mentor, Puente interpretó al cliente que iba a afeitarse a La peluquería de Don Mateo, atendida por Porcel. Si bien en ese programa estaba todo el tiempo al aire, fiel a su costumbre lo suyo se remitía a preparar el remate al humorista de turno en los estrambóticos diálogos que sostenía con el peluquero, o a lo sumo enojarse por las grotescas situaciones que allí ocurrían. Tal vez como una manera de que su imagen hiciera recordar al ciclo original, el actor participó de todas las remakes que luego se hicieron del programa, como El hijo de Don Mateo, con Emilio Disi; La peluquería de los Mateos, con Pablo Granados, Pachu Peña, Florencia de la V, René Bertrand y Freddy Villarreal, y La peluquería. 40 años, con Toti Ciliberto y Gino Renni.

Contrafigura de Susana Giménez y Carlos Monzón en La Mary, actor de reparto en Alberto y Susana (protagonizado por Susana Giménez y Alberto Olmedo), compañero de Darío Víttori, Carmen Barbieri y Santiago Bal en diversos espectáculos de teatro de revista, desde mediados de la década del ‘80 Puente integró buena parte de las películas de humor picaresco del cine popular argentino, siempre en papeles que lo tuvieron como el acompañante ideal, dedicado al lucimiento de las figuras.

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Puente sufría una obstrucción pulmonar crónica (EPOC).
 
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