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Lunes, 18 de julio de 2011

TELEVISION › LALO MIR, CARLA CONTE Y EL ESTRENO DE VIVO EN ARGENTINA

“Que lo público sea bien público”

Los conductores del nuevo ciclo de Canal 7 coinciden en que buscarán reflejar en pantalla las costumbres, los paisajes y las historias de la gente, con énfasis en lo cotidiano. “Si nos llamaron a nosotros, es porque no quieren algo acartonado”, dicen.

 Por Emanuel Respighi

Como un corazón que mediante arterias, venas y vasos comunicantes se relaciona en un ida y vuelta incesante con cada una de las partes del cuerpo humano, la nueva propuesta de Canal 7 intentará ser el centro de encuentro de cada uno de los casi 40 millones de personas que habitan el país. Posicionándose como el programa en el cual puede reflejarse la cotidianidad de cada pueblo y ciudad, Vivo en Argentina debutará hoy a las 14 con la conducción diaria de Lalo Mir y Carla Conte. El mayor desafío que tendrá por delante el ciclo es abrir un espacio al intercambio cultural de amplio espectro de la Argentina sin caer en el tedio políticamente correcto que suele acompañar a este tipo de propuestas federales, ni en el reflejo de una visión porteñocéntrica que limita la visión. “Intentaremos hacer un programa en el que las cosas que se viven en diferentes lugares del país no se narren, sino que transcurran, fluyan, frente a los ojos de los televidentes”, cuenta Mir en la entrevista que le concedió a Página/12 junto a su flamante compañera.

Bajo la idea de plasmar un programa itinerante que abra su pantalla a las historias, las costumbres, los paisajes y la gente que habita el país, Vivo en Argentina combinará información, humor, actualidad y cámaras viajeras en función de que los televidentes se acerquen a los distintos rasgos que conforman la identidad de la sociedad argentina. Los móviles en vivo desde diferentes puntos del país, que en la primera semana transmitirán desde Córdoba, se conjugarán con las situaciones que las cámaras de dos jóvenes viajeros captarán en cada lugar, con la intención de experimentar la multiplicidad de realidades que le da forma al variopinto ser argentino. Hugo De Cuco, Diego Sucalesca y Angela Lerena serán parte de esta propuesta que cuenta con la dirección artística de Andrea Stivel, la viuda del recordado Jorge Guinzburg.

“Los formatos de los ciclos en vivo se van haciendo al aire, pero lo que tenemos claro es que queremos salir de la dicotomía Ciudad de Buenos Aires-interior del país que históricamente consolidaron los medios”, arriesga Mir, que por primera vez en su carrera conducirá en vivo y en directo dos horas diarias en TV. “La mirada nueva que planteamos es ver la Argentina en el fluir de su cotidianidad, alejándonos de la idea unitaria que discursivamente aún persiste”, agrega el conductor. “Queremos que cuando el móvil esté en Salta el programa sea salteño, que cuando esté en Tucumán sea tucumano, pero no como lugares estancos, sino como órganos vitales: que desde cualquier lugar del país sientan como propio lo que pase en el programa”, se suma Conte.

–Lo más complejo, en cualquier proyecto, es poder trasladar lo conceptual al contenido.

Lalo Mir: –El cronista no va a estar mirando a cámara con el micrófono en la mano hablando de los caballos: es cámara a caballo. La cámara, para el viajero, va a ser sus ojos. El parámetro de lo que salga o no al aire no va a ser una decisión tomada desde Buenos Aires, sino que se va a tener la cabeza abierta para comprender que la suma de las partes forma el todo cultural. Vamos a hacer un magazine cotidiano y entretenido, no un plomo. Ser entretenido es ser gente, actuar como somos en tanto ciudadanos, con humor, ironía. Ser entretenido o no tiene que ver con las personas. Si me hacen hacer algo circunspectamente, seguramente lo haré gracioso, porque es mi manera de ser.

Carla Conte: –Si nos llamaron a nosotros, es porque no quieren algo acartonado.

–¿Es lo mismo trabajar en un canal público que en uno privado?

C. C.: –Trabajar en vivo en un lugar en el que el rating minuto a minuto no interesa es algo soñado y que buscaba. Acá se manejan otros tiempos y otra manera de hacer televisión, donde los temas se puedan desarrollar tal cual estaban pautados. Trabajar sin la presión del rating y contando temas que a mí me interesan es un oasis.

L. M.: –Trabajar en un medio público no es lo mismo que hacerlo en un medio comercial. Lo público tiene un atractivo extra; yo tengo un costado de tipo público. Hago muchas cosas como colaborador de proyectos o iniciativas públicas. Soy colaborador del Ministerio de Educación de la Nación, participo de las campañas sobre trabajo infantil de la OIT a través del Ministerio de Trabajo, he trabajado con Greenpeace, con La Colifata... Cuando se trata de cosas que están orientadas a satisfacer necesidades de la gente, o mejorará su vida, yo siempre digo presente. Sea a través de organismos públicos –no gubernamentales– o de fundaciones. Ese trabajo funciona para mí como una devolución y me deja un poco más tranquilo con mi conciencia. Me ha tocado tanto en mi carrera, que busco la manera de devolver lo que me dieron.

–En los últimos años se puso en práctica una clara política estatal de desarrollo del sistema de medios públicos. ¿Cómo ven este proceso?

L. M.: –Los medios públicos necesitan desarrollarse muchísimo más; este es sólo el comienzo. Hay radios en la frontera que tienen los equipos pero todavía no funcionan... Yo conceptualmente siempre sería un trabajador de lo público. Aspiro a que lo público sea bien público y que crezca competitivamente. En un ámbito de la sociedad en el que está permitida la propiedad privada, que puede desarrollarse y multiplicarse, el sistema púbico debe ser igual de poderoso. E independiente también. Soy un enamorado de la radio pública norteamericana, o de la BBC, o de los canales que se están desarrollando en Brasil. El Estado, el pueblo, deben tener su sistema propio de medios. Y que funcione perfectamente, para que en la frontera no se escuchen más radios chilenas o brasileñas que argentinas. Para eso falta. La ley de medios equilibrará las asimetrías.

C. C.: –A mí me parece fantástico lo que está pasando. Sé que falta un montón, pero también soy consciente de que el sistema público de medios está cada vez mejor. Hace una década Canal 7 era, te lo digo como televidente, un canal inexistente. Ahora soy una televidente de la TV Pública. Los contenidos están buenísimos y son muy variados.

–¿La manera de ser competitiva de los medios públicos es pelearles audiencia a los privados o transmitir lenguajes, miradas e informaciones distintos que los que abordan los comerciales?

L. M.: –El patrón de competencia depende de cada cual. La manera de competir de un medio público es satisfacer las necesidades de los ciudadanos, que no se ven reflejadas en las otras maneras de comunicación. Hacer lo mismo que los privados, con la misma lógica, me parece un error porque te obligaría a consolidar una única manera de comunicar. La tele pública debe contener lo que hace falta. ¿Hace falta tener programas de música? Sí, entonces la TV Pública debe darle espacios a ese género, porque los privados suelen otra concepción de negocio en su cabeza. Un medio de comunicación es, primero, un servicio, y después debería ser un gran negocio.

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El programa de Conte y Mir combinará información, humor, actualidad y cámaras viajeras.
Imagen: Pablo Piovano
 
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