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Martes, 3 de abril de 2012

TELEVISION › JULIETA Y MELINA PETRIELLA Y SU MINISERIE VOLVER A NACER

Un policial por la memoria

Activas en Teatro X la Identidad desde 2002, las mellizas Petriella impulsaron esta miniserie sobre la historia de dos gemelas apropiadas durante la última dictadura militar que se emitirá, a partir de hoy, de martes a jueves a las 22.30, en Canal 7.

 Por Andrés Valenzuela

”Nacimos el 2 de marzo de 1976. De madre psicóloga y padre sociólogo, que tuvieron amigos desaparecidos y que toda la vida participaron de forma activa. Nosotras somos el resultado de eso: crecimos conociendo la historia y criadas sabiendo lo que había sucedido. Y siempre queriendo participar por la memoria, la justicia y la verdad.” Son las mellizas Julieta y Melina Petriella quienes trazan sus orígenes, una suerte que no tienen los personajes que desde esta noche encarnarán en la pantalla de Canal 7. Volver a nacer (hoy, al término de 6, 7, 8) cuenta una historia de dos chicas gemelas apropiadas durante la última dictadura militar. Un relato ficticio, pero no por ello falto de verdad: al día de hoy se recuperaron más de cien personas secuestradas y privadas de su identidad al nacer en los centros de detención clandestinos.

Volver a nacer se emitirá de martes a jueves a las 22.30 en Canal 7. La miniserie se extenderá por trece capítulos. Está dirigida por Daniel de Felippo y coproducida por Astro Films y Atuel Producciones. Junto con las hermanas Petriella, de Volver a nacer participan Federico D’Elía, Daniel Fanego, Rita Cortese y Alicia Zanca, además de otros colegas amigos que recibieron con entusiasmo la propuesta. “Ninguno nos dijo que no”, cuenta Melina mientras el entusiasmo al hablar del elenco las lleva a desplegar al unísono sus ojos de celeste abrumador.

La historia nació una noche de insomnio de Julieta. “Le pregunté a Meli si se animaba, si tenía ganas de hacer esto conmigo y dijo que sí. Así que le escribí un mail a la mamá de un nene que va a la escuela de mi hijo, que yo sabía que era guionista.” La madre del compañerito era Sol Levinston, quien ya tenía experiencia en el tema por presentar obras en Teatro X la Identidad, ciclo del que, por otro lado, también Melina había participado ya. “La idea era partir de la ficción, pero rescatando el momento político y social que estamos viviendo, sobre todo respecto de la política de derechos humanos”, completa Julieta.

La miniserie cuenta la historia de Soledad y Pilar, dos gemelas hijas de desaparecidos, apropiadas y privadas de su identidad al nacer. A Pilar la cría un ex oficial de Inteligencia y vive en Capital Federal. Un cura regala a Soledad a una pareja del interior y, aunque ella sabe que es adoptada, no conoce nada de sus padres. Cuando Soledad viaja a Buenos Aires y el supuesto hermano de Pilar vuelve al país para poner en orden algunos asuntos familiares, empiezan a aparecer los indicios de que las cosas no son como se las pintaron a las chicas.

La trama, sin embargo, excede el caso prototípico de recuperación de identidad. La historia se completa con una intriga policial, una investigación periodística y figuras siniestras con negocios vinculados con la “seguridad”. Un argumento demasiado amplio y complejo para las tablas y la pantalla grande, los dos espacios que Julieta había transitado hasta ahora, y donde había llegado de la mano de su hermana –en cine compartieron cámara en Miss Tacuarembó (2010)–. “Creo que tiene otra masividad la posibilidad de hacerla en tele, sobre todo si sale por la televisión pública y llega a todo el país”, considera Melina.

Para Julieta, agregar todo el trasfondo policial a la miniserie era clave para que Volver a nacer ganara en atractivo. “Si bien uno no compite con otras ficciones o producciones que piensan en la ganancia y la publicidad, sí queremos contar una historia de manera atractiva, que a la gente le dé ganas de ver –explica–. Así que tenemos un poco de policial y una historia de amor, también”, agrega dándole el pie a su hermana. “Eso hace que la tensión se descomprima un poco, porque ya la historia de por sí es difícil, densa, y creo que había que buscar una forma de contarlo sin subrayarlo todavía más”, completa Melina.

Volver a nacer se inscribe en varias líneas que la ficción local viene mostrando en los últimos años. Por un lado, el aumento de la producción de productoras más pequeñas, con la cuota de pantalla ganada en la televisión (esta miniserie tiene el apoyo del Incaa, por ejemplo). Por otro lado, va en la línea de una serie de telenovelas comprometidas con la realidad social y política que aparecieron en los últimos años, como Montecristo (2006, sobre apropiación de bebés), Vidas robadas (2008, sobre trata de personas), El Elegido (2011, violencia contra la mujer, discriminación, violencia sexual) o la misma Televisión X la Identidad (2007, que seguía un formato similar a su homóloga teatral), entre las más conocidas.

¿Puede tener un rol social y movilizador la ficción televisiva? ¿Cuánto ayudaron esas series a difundir la cuestión de los desaparecidos o de la trata de personas? “Para que exista la posibilidad de que la ficción cumpla un rol primero tenemos que hablar de un contexto social y político que empezó a cambiar, que existe la posibilidad de implementar la ley de medios, que haya espacio para que se escuchen nuevas voces, o voces que quizás antes tenían ganas de estar, pero no dónde”, considera Melina.

Julieta observa también el cambio en el rol del Estado respecto de estas temáticas. “Tiene que ver también con que los derechos humanos son una política de Estado y no sólo una bandera, como dicen algunos –señala–. Los juicios y castigos a los genocidas no son una bandera, sino que se hicieron y se están haciendo, eso hace que uno empiece a confiar en que sí se puede cambiar y que es necesario participar.” Ese mismo proceso ayudó a multiplicar la afluencia en la Marcha de la Memoria del último 24 de marzo, evalúan al recordar las imágenes de esa misma Plaza de Mayo una docena de años atrás. Al respecto, Melina advierte que ese caudal también aumentó en otros espacios comprometidos con la memoria, como Teatro X la Identidad. “Empecé a trabajar ahí en 2002 y también es mucha la diferencia de público desde que empezamos esta instancia, es fruto de un trabajo que se fue sumando en el tiempo, y por supuesto la perseverancia de las Abuelas, que vienen hace 36 años.”

La participación de Melina en TXI las acercó rápidamente a Abuelas para pedir asesoramiento para Volver a nacer. Entre Levinston y las Abuelas fueron y vinieron consejos y libretos. “Nos orientaron en lo que tiene que ver con la búsqueda, el análisis de ADN, cómo son sus procedimientos cuando se acerca alguien con una duda”. Julieta y Melina Petriella participan en la vida política desde que tienen uso de razón, cuentan. Ahora se dan el gusto de compartir con los televidentes eso en lo que creen. Y contar una historia que es ficticia, pero también es verdad.

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Imagen: Guadalupe Lombardo
 
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