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de Gianni di Gregorio. Con G. di Gregorio y Valeria de Franciscis. 2011, 90 min.
Transeuropa

En Un feriado particular, el realizador, actor y guionista romano Gianni di Gregorio hacía de un tal Gianni, sesentón solterón y vagoneta –¿podrá seguir viviendo casi sin trabajar en la Italia de hoy?–, al cuidado de una madre bastante insoportable. La sal de la vida encuentra a Gianni casado, con una hija adolescente y el bichito de la aventura extramarital picándole. El único problema es que, por amable que sea, Gianni no es el tipo más desenvuelto del mundo. Además de que para las chicas parecería ser invisible y de que sus técnicas de abordaje atrasan unos cuarenta años. Como la anterior, La sal de la vida tiene el tono de un diario filmado. Proximidad y gentileza no carentes de corrosividad, que hacen de ella una pequeña perla.

de Bruce Robinson. Con Johnny Depp, Aaron Eckhart y G. Ribisi. 2011, 120 min.
Distribution Company.

Después de Pánico y locura en Las Vegas, Johnny Depp vuelve a producir e interpretar una novela de su admirado Hunter Thompson. Previa a aquélla, The Rum Diary (título original, caprichosamente titulado aquí) es como un borrador, bastante más sereno, de aquel desafuero. Evidente alter ego del inventor del periodismo gonzo, Depp hace de periodista yanqui en la mala, con ambiciones de novelista y tratando de dejar atrás el exceso de tragos, a quien no le queda más remedio que escribir el horóscopo en un diarucho puertorriqueño. Puerto Rico, sí, patria del rum: difícil dejar el vicio justo ahí. No será del todo lograda, pero tiene un muy buen elenco, tono llevadero y a Depp, claro, en una de sus retorcidas, simpatiquísimas caricaturas.