8

de David O. Russell.
Con Christian Bale, Amy Adams y Bradley Cooper.
2013, 138 min.
Sony Video.

Basada en un hecho real bastante disparatado, sucedido a fines de los ’70 (el FBI “inventó” un inexistente jeque árabe, para desbaratar una red de corrupción que incluía a políticos e importantes hombres de negocios), la película más reciente de David O. Russell tiene el espíritu de una comedia de estafadores. Aquí las máscaras se ponen y se sacan con la misma velocidad, virtuosismo y exuberancia con que el realizador filma una trama que incluye a mafiosos de Florida y un latino que pasa por jeque, sin saber una palabra de árabe. De lo que se trata es del disfrute. Disfrute de narrar y ser narrado, del juego y la mentira llamados cine, de unas pelucas y escotes inauditos y una Amy Adams de rompe y raja.

6

de Frédéric Beigbeder.
Con Gaspard Proust, L. Bourgoin y J. Starr.
2011, 98 min.
Transeuropa.

En noviembre pasado, en ocasión del estreno porteño de este film francés, Juan Pablo Cinelli publicó en Página/12: “El guión apuesta al one liner constante, camino por el que se vuelve dependiente de las habilidades para la comedia de su protagonista, Gaspard Proust (el resto de los personajes, incluida la mujer de la que se enamorará, funcionan sólo de manera utilitaria, como anexos de Marc, lo cual no ayuda a dar relieve a la narración)”. Cabría agregar que en el campo de la comedia se denomina one liner a lo que en el terreno literario se denomina aforismo, y que querer construir una película sobre la base de one liners es como apostar a desarrollar una novela sólo con aforismos. La chica en cuestión (Louise Bourgoin) es lindísima, eso sí.