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Martes, 23 de septiembre de 2008

MUSICA › THE BAD PLUS, UN CONCEPTO RENOVADO A LA HORA DE HACER “COVERS”

“Queremos algo excitante”

“Para nosotros, toda la música está en un plano de igualdad”, asegura el pianista Ethan Iverson. En efecto, la banda aborda instrumentalmente, con cierto espíritu jazzero, canciones de los orígenes más diversos, desde Stravinsky hasta los Bee Gees.

 Por Roque Casciero

Una buena forma de definir a The Bad Plus es imaginar su próximo disco, que aparecerá en febrero pero ya está grabado: la mitad es una colaboración entre el trío y una cantante, con versiones de temas de Roger Miller, Wilco y los Bee Gees; el resto son instrumentales con formato jazzero de obras de música clásica del siglo XX, de autores como Stravinsky y Ligeti. “Para nosotros, toda la música está en un plano de igualdad”, asegura el pianista Ethan Iverson a través del teléfono. “The Bad Plus tiene un manifiesto muy claro acerca de conocer muchas músicas distintas y tocarlas de un modo personal.” La banda que completan el bajista Reid Anderson y el baterista David King ya mostró su vuelo e imaginación en Buenos Aires hace dos años y volverá para tocar en Niceto el 3 de octubre.

El trío se formó a principios de siglo, aunque sus integrantes ya habían tocado juntos una década antes. Enseguida consiguió una respuesta positiva y un contrato con un sello multinacional, en especial por sus covers de canciones de artistas de rock, pop y electrónica como Nirvana, Blondie, David Bowie, Rush y Aphex Twin, entre otros. Es que para The Bad Plus estos son los nuevos standards –y ya no la música del Hollywood de los años ’20 y ’30– a abordar con el mismo lenguaje de improvisación jazzera con el que encaran sus composiciones originales. Pero esos mismos covers que al principio atrajeron la atención del público no especializado en el género fueron los que en la última gira del grupo generaron cierta controversia con la crítica inglesa: “Hablaban todo el tiempo de nuestra ironía, como si fuéramos una banda en joda o algo así”, explica el tecladista, quien decidió escribir un ensayo en su página web para explicar su postura. “En nuestra música hay humor, pero el concepto de hacer ciertos covers como ‘Smells Like Teen Spirit’ (de Nirvana) no es irónico: simplemente tocamos la canción. Le hacemos ciertas cosas, pero no jodemos con la canción. Y pensamos que era el momento de ponerlo en claro.”

–Pero a veces puede prestarse a confusión que hagan un tema como el de “Carrozas de fuego”, de Vangelis.

–Sí, ahí caminamos por una línea delgada. ¿Cómo podría no ser irónico que toquemos ese tema? Probablemente ahí haya ironía, aunque no nos tomamos en joda el tema. Porque, al mismo tiempo, nos gusta ese sentimiento de triunfo que transmite. Una palabra que encaja mejor que “ironía” es “surrealismo”.

–Quizá se trate de distintas capas de significado: una de ironía, otra de respeto por la canción, otra que tiene que ver con las emociones que provoca...

–Totalmente, es interesante pensar en eso cuando se habla de nosotros. Y diría que todo el arte moderno con algún valor contiene una dosis de ironía, desde Thelonious Monk y Miles Davis hasta cualquier escritor bueno. Parte de la condición de modernidad es que haya cierta ironía.

–A ustedes obviamente les gustan las canciones de las cuales hacen versiones. Más allá de eso, ¿con qué criterio las eligen?

–Lo más importante es que la melodía pueda ser tocada de manera instrumental. Muchas grandes canciones de rock y pop tienen melodías que no pasan bien al formato instrumental. El otro criterio es que debemos tener algo que decir sobre la canción.

–En Prog, su último disco, aunque hay canciones de David Bowie y Rush, el tema más rockero es uno de ustedes, “Physical Cities”, que suena a King Crimson, incluso a Primus.

–Absolutamente. Es que nuestra sección rítmica tiene mucho rock. Pero para los Bad Plus el rock es sólo el sonido de una banda. No sé, la canción de Bowie, “Life on Mars?”, para mí es la pieza más vanguardista del disco, la más improvisada y orientada a la exploración. Y respecto de la de Rush, Reid y Dave siempre amaron a esa banda, así que es una especie de tributo. A todo el mundo le gusta “Tom Sawyer”, incluso a la gente que odia a Rush. No sé bien por qué, tal vez sea porque tiene una melodía muy potente.

–King Crimson, Rush... ¿Por qué le habrán puesto Prog al disco?

–(Se ríe.) Claro. Obviamente, no hicimos un disco de rock progresivo, pero tratamos de hacer música progresiva, con una cierta tensión que es muy de la esencia de The Bad Plus y que disfrutamos mucho.

–En Prog trabajaron con Tony Platt, quien produjo a Bob Marley, AC/DC e Iron Maiden. ¿Por qué no eligieron a un productor de jazz?

–No nos interesa hacer discos que suenen como típicos álbumes de jazz, sino que queremos algo que explote en los parlantes y sea excitante. Por eso trabajamos con Tony Platt y antes con Tchad Blake, que son ingenieros de rock poderoso. Tony tiene un currículum con varias producciones de hard rock, pero en realidad consigue un sonido más prístino que Blake. Sentimos que después de hacer tres discos con Blake, que estaban súper comprimidos, queríamos un poco más de rango dinámico en éste, con un sonido más delicado.

–Antes de formar el trío, usted tocó en dos grupos de tango. ¿Cree que algo de tango se puede colar en la música de The Bad Plus?

–En nuestro próximo disco habrá un arreglo del “Apolo” de Stravinsky para el que les dije a los muchachos que quería que se sintiera como un tango, porque tiene cierta fraseología que a mí me recuerda al tango. Además, lo que toco habitualmente con mi mano izquierda tiene algo de Osvaldo Pugliese, así que estoy seguro de haber metido un poco de Pugliese en The Bad Plus.

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The Bad Plus se presentará el 3 de octubre en Niceto.
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