espectaculos

Jueves, 26 de marzo de 2009

MUSICA › KRAFTWERK, ENCARGADOS DE UN APERITIVO DE LUJO

Los abuelos de la industria tecno

 Por Roque Casciero

Con la expectativa puesta en el debut de Radiohead, la performance de Kraftwerk quedó minimizada en la primera fecha del Quilmes Rock ’09. Nada más injusto, porque en la usina (eso significa el nombre de la banda) de los alemanes se generó la música electrónica tal como hoy se la conoce. La dupla de Florian Schneider y Ralf Hutter, corazón del cuarteto, nunca se quebró hasta hace poco, cuando el primero de ellos oficializó su salida del grupo. Con un fundador menos que en sus dos visitas anteriores, y con los handicaps de tocar al aire libre y para un público ajeno (que hablaba por teléfono durante el show, para colmo), Kraftwerk se las compuso para dar un muy buen concierto.

El comienzo fue con “The Man Machine”, la canción que sintetiza desde su título la propuesta de los germanos, y hubo un repaso por varios clásicos, desde “Showroom Dummies” hasta “The Model”. Hoy, la música de Kraftwerk suena a retrofuturismo y las imágenes con las que acompaña su estática performance (cuatro tipos vestidos igual detrás de cuatro “escritorios” con laptops) refuerzan ese concepto. Los metales que chocan en “Trans Europe Express”, el télex de “Radioactivity”, los robots anticuados para “The robots”: todo habla de una época en la que pensar en Internet era delirante (y ellos cantaban “Computer World”) y el viaje por la autopista (“Autobahn”) era a menor velocidad y sin airbags.

Onomatopeyas, palabras sueltas que cobran sentido en el conjunto (“Chernobyl, Harrisburg, Sellafield, Hiroshima. Paren la radiactividad”), voces pasadas por vocoder hasta deshumanizarlas: la carne se mezcla con los cables en esta película de ciencia ficción en la que el futuro ya llegó. Los intentos más recientes, como la “Etapa 2” de Tour de France 03, no encajan del todo bien con el material anterior, pero muestran el interés de la banda por mantener su creatividad. “Music Non Stop” fue la canción elegida para el final, en una versión más breve (como varias de las demás en la lista) que lo habitual. Cada uno de los músicos hizo su “solo” y se retiró del escenario. Lo que quedó por un rato fue su música, todavía imparable.

Compartir: 

Twitter

Del cuarteto queda sólo un miembro original: ¿acaso importa?
Imagen: Alejandro Elías
SUBNOTAS
  • Los abuelos de la industria tecno
    Por Roque Casciero
 
CULTURA Y ESPECTáCULOS
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.