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Sábado, 25 de julio de 2009

CHICOS › UNA COMPAñíA CARACTERIZADA POR EL VíNCULO FAMILIAR

El arte transmitido por los genes

Para Jirí Srnec junior el teatro no es más que la prolongación de la vida familiar. Se creó entre bambalinas y hoy dirige las giras de la compañía y actúa en cada función. En realidad, la de Srnec padre ya es una empresa de familia: su esposa trabajó allí, dos de sus hijos lo hacen y todos esperan que ése sea también el destino de la tercera, la más pequeña, que por el momento es estudiante de ballet. Para Srnec hijo, que comenzó a ser partícipe del teatro negro a los 16 años, sumarse a la compañía de su padre fue una oportunidad para viajar y permanecer cerca de su esposa, una bailarina de una compañía alemana. Sin embargo, la obligación fue dejándole lugar al placer y ahora el hijo parece tan fascinado por la escena como su papá, que le dedicó su vida entera. Mientras tanto, Vladimir Kubicek no tiene lazos sanguíneos con los Srnec pero, después de cuarenta años, ya es como de la familia. Para todos ellos, entregados desde siempre a las tablas, el teatro es algo más que una profesión o un trabajo.

“El teatro me salvó la vida”, dice Kubicek. “Mi padre era ingeniero, mi hermano también, mi hermana estudió física nuclear y yo iba a hacer lo mismo. Entré en la carrera, pero en el segundo año me di cuenta de que eso no era lo mío. Rompí con la tradición familiar y me dediqué al teatro y estoy agradecido porque cada día es distinto al anterior.” Jirí Srnec tiene una historia muy distinta: “Para mí la familia y el teatro están tan conectados que no encuentro la diferencia entre uno y otro. Esto es parte de mi vida, es lo que aprendí de niño”.

–¿Está orgulloso de su padre por haber sido el creador de un formato que hoy se ha convertido en un icono de Praga?

Jirí Srnec: –Claro. Pero lo paradójico es que no mucha gente sabe que mi padre inventó el teatro negro. El nunca patentó el nombre, aunque sí lo hizo conocido. Al principio lo llamó teatro negro y luego teatro de luz negra, porque durante un tour por los Estados Unidos se dio cuenta de que el concepto de teatro negro traía ciertas confusiones porque la gente pensaba que era teatro realizado por gente de raza negra o teatro de humor negro. Ese nombre se hizo famoso y ahora todo el mundo sabe de qué se trata esto. Pero no mucha gente sabe que lo inventó mi padre. El es una persona a la que nunca le gustó figurar en la TV ni en los periódicos, a pesar de que lo convocaban frecuentemente. En Praga, en la escuela de teatro o en el mundo del espectáculo, todo el mundo sabe quién es Jirí Srnec, pero en la calle nadie lo reconoce. En la vida cotidiana no somos conocidos. Siempre estuve orgulloso de él en lo personal, porque es una persona pura, un buen ser humano. Recién en los últimos años me fui dando cuenta de que lo que él hizo fue, para el mundo del teatro, algo realmente importante.

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