Recorrer el nacimiento de 360TV es describir cómo se monta un canal prácticamente desde cero. En el primer día de transmisiones hay vestuaristas, diseñadores, técnicos e iluminadores que trajinan por el estudio y los pasillos. Juan Alberto Badía se integra en la vorágine, alegre por ser parte de otro hito en los medios argentinos. “Yo fui el primero que puso un CD en las radios de acá y ahora voy hacia la tele digital”, se sorprende. Consultado acerca de sus expectativas, responde que “los nuevos medios darán más empleo –en 360TV trabajan unas 120 personas– y un espacio central a las producciones del interior, donde hay colegas sumamente inteligentes y capaces.” ¿El secreto para triunfar en la tele? Conocer a los compañeros. “Yo fui musicalizador, técnico y tiracables. Ya frente a las cámaras, sabía que lo que se ve no coincide con esa multiplicidad humana que es la trastienda de la televisión. Si uno entiende eso, si comprende que el que está detrás es tan importante como el que va adelante, tiene la mitad de la batalla ganada.” En la puerta un papel firmado por Llorente y Villarruel le da la razón. Está dedicado “a todo el staff” y dice: “Estamos felices más allá del cansancio, disfonías, discusiones, somatizaciones, etc. Los etcéteras son el futuro que nos espera deseantes de hacer algo distinto, algo nuevo que nos renueve como profesionales pero fundamentalmente como personas”.