“¿Qué clase de policía arroja a un muchacho al Riachuelo, sabiendo además que se va a ahogar, o tira a matar para disolver una manifestación callejera? ¿Qué secreto puede ser tan importante para cometer un magnicidio, deshacerse rápidamente de las pruebas y eliminar a los testigos? ¿Cuánto vale la aprobación o el rechazo de un proyecto de ley?

¿Qué modelo de amor, qué tipo de deseo, pueden impulsar a un hombre a matar, y a una mujer a caer en la trampa? ¿Cuántos caminos existen para encontrar a un hijo perdido?”. Esos son algunos de los interrogantes que forman parte de la contratapa de Secretos argentinos (Ed. Aguilar), el libro inspirado en el radioteatro del mismo nombre de Radio Nacional (domingos de 12 a 13), también escrito por Camaño y la periodista Miriam Lewin. El libro reúne las crónicas noveladas de diez de los casos policiales que conmovieron al país en los últimos años y que fueron ficcionalizadas e investigadas para el radioteatro.

“La decisión de hacer el libro fue un poco nuestra y un poco de la editorial”, cuenta Camaño. “Al principio sospechaba si iba a interesar porque Secretos argentinos no es un programa de primicias: no tenemos novedades en los casos, nosotros revisamos los casos y los recordamos. Pero a ellos les interesó igual y allá fuimos con la selección de temas, priorizando los casos policiales atravesados por la política”, subraya.

La selección de diez casos, sobre un total de más de 60 recreados a lo largo de las dos temporadas radiofónicas del ciclo (que en 2012 se emitirá los sábados a la noche), no fue tarea sencilla. “El criterio de selección que primó fue el de compilar casos representativos de distintas líneas de crímenes”, le cuenta Lewin a Página/12. “Por ejemplo, la cuestión de género –enumera la periodista– está presente en el caso de Wanda Taddei; la corrupción política en la causa de la Banelco en el Senado; el abuso policial en el asesinato de Ezequiel Demonty; la complicidad política en el doble crimen de La Dársena... Detrás de cada uno de los crímenes abordados está la cuestión de la violencia institucional y social, y el intento en todos los casos de encubrir desde el poder lo sucedido.”

Consultada sobre el hilo conductor de estos crímenes, Lewin no duda de que en todos los casos son consecuencia de alguna relación de abuso de poder. “Como material para el radioteatro utilizamos casos que habían ocupado las primeras planas de todos los diarios, se habían vuelto emblemáticos y tenían como característica que se habían querido silenciar. No en vano el programa y el libro se llaman Secretos argentinos. Son casos en los que algún poderoso había intentando encubrir e impedir la resolución. Algunos, la Justicia pudo resolverlos, aunque muchas veces condenando únicamente al ejecutor y no a los autores intelectuales, y otros probablemente nunca se sabrá quiénes fueron los culpables. Pero en casi todos los casos la responsabilidad última, o primera, es política”, puntualiza Lewin.