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Viernes, 3 de mayo de 2013

LITERATURA

Textual

Apreciada reina Máxima:

En una carta abierta que escribí el invierno pasado a la anterior reina Beatriz, propuse que por una vez se proclame a una mascota como rey o reina de los Países Bajos. ¿Por qué motivo la emancipación debería limitarse a las mujeres? Podríamos elegir una cabra o un perro de raza. En un país como Holanda, en el que al menos una parte de la población apoya el Partido por los Animales, no es absurdo que en algún momento también se elija una mascota como gobernante. No es necesario que sea un animal grande, también podría ser un hamster. ¿No es mucho más efectivo que un hamster enjaulado recorra el mundo defendiendo los intereses comerciales de los Países Bajos, en lugar de que lo haga un hombre blanco con su mujer blanca?

Un hamster es vanguardia. No es mi intención en absoluto faltarle el respeto a su marido, pero no deja de parecerme un tipo más del montón. ¿Alguna vez nos sorprendió con una declaración brillante? ¿O sus declaraciones son siempre tan brillantes que se ha intentado por todos los medios mantenerlas en secreto? Lamentablemente no se tomó en serio mi sugerencia. La vanguardia está agonizando en todas partes, pero un poquito más en los Países Bajos. Quizás usted ya lo haya olvidado, o reprimido, pero nos conocimos durante un encuentro de redactores jefe en La Haya. Es posible que no se percatara de ello, pero su suegra se negó a dirigirme la palabra. Probablemente porque hace mucho tiempo la califiqué de “pequeña bruja” en una columna, por lo cual pido mis más sinceras disculpas. Usted sí quiso conversar conmigo y su marido me dio una palmada en la espalda. A veces es preferible una palmada en la espalda a un monólogo larguísimo. (...)

Pero vayamos al motivo de esta carta. Desde 2006 he escrito una serie de artículos llamados “Entre la gente” para el diario NRC Handelsblad. He convivido con soldados, con habitantes de los nuevos barrios planificados y con mucamas bávaras. Y también me gustaría compartir la vida con monarcas. ¿No me permitiría ser su chambelán durante un mes? Soy leal, amigable, bastante culto, y tengo un trato cordial con la gente. En el verano de 2009 trabajé de masajista en Rumania. A pesar de que por las circunstancias atendía sobre todo a hombres entrados en carnes, creo que sabría cómo arreglármelas para ofrecerle un buen tratamiento. (...)

A veces el humor viene con los años. Quizá sea muy chistosa en secreto. Este año tengo la agenda bastante ocupada, pero podría empezar en el transcurso de 2014. Dado que el objetivo de mi trabajo es una crónica literaria, me conformo con techo y comida. No quiero parecer demasiado soberbio, pero no descarto la posibilidad de que mi crónica sobre su persona contribuya a su inmortalidad. Propongo que nos juntemos en breve para conversarlo discretamente. ¿Cuándo le conviene?

Saludos cordiales,

Arnon Grunberg.

Extracto de la carta abierta escrita por Grunberg a propósito de la reciente coronación de Guillermo y Máxima en Holanda.

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