–Ejercer su libertad de opinión no fue gratuito. Su decisión pública de apoyar a este gobierno le valió muchas críticas.

–Cuando uno decide decir y hacer según sus convicciones, siguiendo sus ideales, las críticas “ideologizadas” pierden fuerza. Obviamente, mi posicionamiento público me costó muchos sinsabores. Muchos confundieron mi pensamiento político con mi trabajo artístico. No aspiro a un cargo político. Acompaño desde otro lugar. El poder difundir una idea de tener una profesión sin relegar sus convicciones ha tenido un costo, donde lo he pagado en algunas empresas, trabajando para El Trece. No sé si fue una pulseada, pero sí un proceso difícil en el que tenía que aclarar que había sido contratada como actriz, que cumplía con el horario y el papel que debía interpretar, pero que cuando salía del set era una ciudadana. Sentí que bajaban una línea hasta donde uno podía resistir.

–Sí. Es difícil porque tenés que tener una trayectoria que te vale para bancártela. Pero para otros que recién empiezan lo que juega en su cabeza es que es mejor callarse porque, si no, no me contrata nadie más.

–En algún momento... Yo nunca engañé a nadie. Sabían perfectamente cuáles eran mis convicciones.

–Por eso. Entonces, ¿por qué me castigan? ¿Porque no cumplí en llegar a horario, porque no estudié la letra o por no interpretar bien al personaje? ¿O me castigan por mi convicción como ciudadana? Lo que se transmite hacia el resto de las actrices es que si contás quién sos vos como ciudadana, no te van a contratar. Y me parece que es un mensaje terrible. Por eso decidí ponerle el cuerpo a este proyecto, que es una propuesta del Estado en la que se busca producir para poner en marcha la industria audiovisual a nivel internacional. Esa mujer fue la telenovela más criticada sin ser vista. A partir hoy critiquen si les gusta más la comedia que el drama, qué sé yo... pero no de antemano.O dividamos: no me gusta lo que piensa Del Boca, pero artísticamente nadie va a poder negar que hay una inversión fuerte. Esa mujer es una coproducción de la Unsam, RTA, Bacua y A+A, donde cada capítulo tiene un costo de 250 mil pesos, por debajo de los números que se manejan en el mercado. Incluso muchos colegas me reprocharon que había bajado mucho la línea.