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Miércoles, 16 de agosto de 2006

MUSICA › AMPARO SANCHEZ Y “LA VIDA TE DA”

“El único camino a la paz es la paz”

 Por M. B.

El año pasado, Amparo Sánchez –alma y cuerpo de Amparanoia– viajaba de Buenos Aires a Montevideo. Iba por tierra, junto a sus músicos, a dar un show, pero en Gualeguaychú había un piquete por las papeleras. Amparo bajó del colectivo, caminó hacia el paso fronterizo, habló con su habitual parsimonia y les dijo a los piqueteros que, si la dejaban pasar, ella llevaría sus proclamas al recital. En la asamblea aceptaron su propuesta, pero sólo si además tocaba un tema. Así, por un rato, la tensión del piquete se llenó de rasguidos mestizos y los asambleístas abrieron paso a la caravana ante los enojos de otros presentes. Así sigue ahora, casi un año después, la granadina que se fue a Madrid –donde conoció a Manu Chao– y se mudó a Sitges, cerca de Barcelona, porque la movida se había trasladado. La que incorporó sonidos latinos, el flamenco y la rumba pasando por el tamiz del rock. Y así sigue ahora, abriéndose caminos: desde enero no paró de trabajar y desde marzo está en gira con su disco La vida te da, que lleva el nombre del tema que aquí se conoce como cortina de Mujeres asesinas. Es una gira exhaustiva, llena de presentaciones en la calurosísima Europa. “El mundo está doloroso”, dice mientras su transporte cruza de Francia a España, en charla telefónica con Página/12.

–En un mundo cada vez más globalizado, un sonido como el de sus canciones parece llamar la atención.

–Se van dando pasitos. Pero realmente el mundo globalizado está bastante violento, bastante feo. Aunque también hay otro movimiento, y otra gente, y otra energía, que no es tan visible, pero que existe. Creo en el ser humano, pero hay gente que está en sufrimiento y llegan a extremos para nosotros incomprensibles. La violencia no es el camino. El mundo está doloroso, pero tengo esperanza porque hay gente luchando por derechos civiles y humanos, quiero mirar pa’ ese lado, pa’ esa gente.

–La música, ¿qué puede hacer?

–Al menos recordarlo. Desde que empezó esta guerra, la gente tiene mucha alegría en la rebelión, y yo estoy encantada de que haya esa energía. Pero les recuerdo que nosotros somos muy afortunados y que no debemos olvidar. El único camino para la paz es la paz en sí misma.

–Hay una frase de su disco anterior, “hagamos del respeto a la mujer una costumbre”, de una manifestación zapatista. ¿Sigue en contacto con ellos?

–Estuve grabando un documental en diciembre pasado junto a las comunidades indígenas zapatistas. Tratamos de retratar esa realidad. Está la música, pero también se cuentan sus realidades. Viajaron tres músicos conmigo, y ahora está ya terminado, lo presentamos en septiembre. Se llama Somos viento, camino a la realidad.

–¿Cómo terminó filmando un documental?

–Me llamaron de una productora catalana que quería ir a Chiapas a hacer un documental de radio insurgente y me pedían hacer la música. Como yo tenía pendiente mi visita a las comunidades, les dije que sí. Entonces me propusieron hacer el documental sobre mi viaje. Estuvimos allí recorriendo y al poco tiempo de volvernos a Europa en la localidad de Atenco hubo un ataque contra gente que se manifestaba contra la construcción de un centro comercial, y hubo mucha violencia. Entonces, en mayo hicimos un concierto en Barcelona, junto con Manu Chao, y vinieron 9 mil personas (se quedaron afuera unas 2 mil) y la ayuda fue para pagar abogados a los detenidos que sufrieron esa represión. Ese día vivimos el calor de la ciudad rebelde de Barcelona.

–¿Y cuándo tuvo tiempo para grabar La vida te da?

–Cuando tuve un número de canciones, lo armé. Tenía ganas de grabar como no lo había hecho. Es un acústico, tocando todo al mismo tiempo, con contrabajo, cajón y guitarra. Estuvimos preparándonos meses de antelación y en menos de tres tomas se hizo la sesión definitiva. Había nueve músicos al mismo tiempo: quería recuperar la intensidad del vivo.

–Manu Chao produjo otros discos suyos. ¿Por qué aquí no?

–Le dio bastante pena no haber coincidido, estaba de gira. Pero no es un disco como los anteriores, la gente que colabora es muy casual. No llamé a nadie. Hay muchas cosas en común con él. Tenemos ganas de hacer cosas juntos, y con los zapatistas. Manu es un hermano, un amigo, un maestro, alguien muy importante. Y aunque pase el tiempo y no nos veamos, estamos ahí, cuando nos necesitamos sabemos cómo encontrarnos. Traspasa lo musical, pero musicalmente también es un referente.

–Desde el punto de vista político, ¿cómo influye?

–Hemos hablado mucho al principio, en la época en que nos hicimos amigos, de lo que sabíamos y de lo que íbamos aprendiendo. Hablamos mucho de literatura, de música, no solamente de política, de maneras de ver el mundo. Hemos compartido visiones parecidas, gente que nos ha enseñado el mundo, como Eduardo Galeano y otros.

–¿Cómo impacta que “La vida te da” se use en un programa?

–No lo sé. Nunca en ningún país habíamos estado en un programa que se ve tanto y que puede llegar a tanto público. Siempre fuimos pasito a pasito, de underground y de lo alternativo. Es la primera vez que un país nos presenta de esa manera. Vamos a tocar en el BUE y también haremos una fecha en Niceto, en Rosario y Córdoba, seguramente. El público que encontré la otra vez (en octubre del 2005) era maravilloso. Sabía que había gente que nos escuchaba. Me decían los que pasaban por la Argentina, las radios independientes que nos seguían. Pero, desde luego, no me enteraba, no imaginaba que conocieran todas las letras. El disco viajó mucho por los argentinos en Barcelona: vosotros, yendo y viniendo, fuisteis culpables.

–¿Por qué el disco no salió por EMI, como antes?

–En Europa estamos para España, Francia, Bélgica y Holanda, con el mismo sello que edita Prodigy o Franz Ferdinand, que creció gracias a esas bandas. En el resto de países de Europa estamos con Roasch Record, que tiene a músicos como el argelino Rachid Taha, y en Latinoamérica no estamos con una multinacional. En la Argentina salimos con DG.

–¿Es una decisión política?

–De probar de otra manera. Cuando fuimos a la multinacional había un grupo de gente que quería darnos un empujón, llegar a más público, pero no pudo ser por la pirámide internacional que hay interiormente.

–¿Lo musical es político?

–Lo político es de los políticos, la política son ellos. Los músicos podemos hacer algo en lo social. Yo siempre me veo más del lado de los movimientos sociales que de los partidos políticos. Me han llamado para hacer cierres de campaña, pero prefiero mirarlo a la distancia, estar más cerca de la asociación de vecinos, de inmigrantes, de denunciar los centros donde las mujeres inmigrantes son violadas. Prefiero presionar desde lo social. El único camino para la paz es la paz en sí misma.

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Amparo ya actuó aquí en octubre del año pasado.
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    Por M. B.
 
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