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Los largometrajes Tatuado, del argentino Eduardo Raspo, y Ruido, del uruguayo Marcelo Bertalmío, se presentaron ayer con éxito en la 50ª Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci). Se trata de las únicas dos películas latinoamericanas que se exhiben en la sección paralela “Punto de Encuentro”, la segunda más importante del festival español, en la que los premios los concede el público. En este mismo apartado se estrenará además el primer capítulo de la serie televisiva Vientos de agua, de Juan José Campanella. Tatuado, que se estrena en Buenos Aires el 3 de noviembre, cuenta la historia de un adolescente (Nahuel Pérez Biscayart) que busca a la madre que lo abandonó y de la cual sólo conserva un tatuaje. Por su parte, en la sección “Tiempo de historia”, se destaca el documental Caseros, de Julio Raffo, reconstrucción de la vida de presos políticos en la Unidad Penitenciaria número uno, durante la dictadura militar. El film de Raffo, que incluye testimonios de Alberto Piccinini, Antonio Puigjané y Hugo Soriani, entre otros, fue rodado en el edificio de la cárcel durante el comienzo de su demolición.