las12

Viernes, 15 de junio de 2007

DíA DEL PADRE

Identidad en construcción

Un techo de un auto que se corre para cantar a los gritos. Un hombre de tradición dura que se anima a aprender a bailar gracias a su hijo. Un papá joven que reconoce que en un año no le cambió los pañales ni dos veces por mes a su hijo (pero también cuenta que su ritual es bañarse con él). Un periodista político que se muere si no ve en tres días a sus nietas. Un actor que le pone su voz a las Barbies (y la pierde para gritar los goles de Boca). Uno y muchos padres que cuentan que les cuesta retar, negociar salidas nocturnas, ir de rally en busca de sus hijos. Pero que hacen igual eso que les disgusta para disfrutar lo que les gusta: la paternidad.La relación de los varones con sus hijos cambió, en el siglo XX y lo que va del XXI, mucho más de lo que los hombres cambiaron su percepción de ellos mismos, su trabajo, su relación con las mujeres. La paternidad es una permanente revolución que en esta nota de Las12 queda plasmada con sus idas, vueltas, esfuerzos y maravillas.

 Por Luciana Peker

Preguntas:

1) ¿Qué hacés con tu hijo/a o hijos que tu papá nunca hizo con vos?
2) ¿Qué es lo que más te gusta hacer con tus hijos?
3) ¿Qué es lo que menos te gusta hacer con tus hijos y hacés igual?
4) ¿Qué es lo que nunca hacés con tus hijos y siempre hace la mamá?
5) ¿Qué es lo que hacés vos con tus hijos que nunca hace la mamá?

Pablo Cedrón

actor.
Papá de Santiago (17)

1) Mi papá, directamente, no hizo nada conmigo. A mí, en cambio, me encanta llevarlo a comer o al cine. Por supuesto que él ya tiene sus propios proyectos y que ya no le interesa tanto estar conmigo como cuando era chiquito.
2) El vive en Trelew y lo que más me gusta hacer juntos son largas cabalgatas.
3) Como lo veo algunas veces al año considero que no tengo la autoridad moral que te da lo cotidiano para retarlo.
4) Saber bien sus estados de ánimo. Yo trato, pero no me sale tan bien.
5) No sé.

Miguel Cantilo

músico.
Papá de Demián (33), Cielo (30), Anael y Sufián (31),
Adán (28) y Aída (27).

1) Dejarlos que elijan lo más libremente posible. Aunque mi padre murió cuando yo tenía veinte años, así que en muchas cosas ya no tengo punto de comparación.
2) Yo trabajo con tres de ellos: dos son músicos de mi banda y otro está en la parte de management. Disfruto mucho de compartir eso. También tengo una hija actriz y otra cantante y me gusta mucho ir a verlas actuar y ser su público.
3) Nunca me gustó comprarles ropa. Es muy difícil acertar con el gusto y la medida y me llevé varios desencuentros.
4) Hacerles la cama, lavarles la ropa, esas cosas domésticas. Yo hago algunas tareas, pero lo que no me gusta realmente es lavar y ordenar la ropa.

Eduardo Blaustein

periodista y escritor.
Papá de Lucero y Vera, mellizas (13)

1) Infinitas mayores dosis de mimos, besos, arrumacos, risas, jodas, guarangadas e ironías.
2) Boludear, reír, hacer chistes, leer, criticarnos mutuamente la música que nos gusta y compartir aquella en la que hay largos consensos. Caminar por lindos paisajes en vacaciones, atender con baba las sutilezas del crecimiento, enorgullecerme de ellas, hacerlas reír y reírme con ellas.
3) Desplazarme de noche por las arterias urbanas para llevarlas/ recogerlas (no manejo) de lugares diversos y algunos trámites.
4) Las plantillas, la compra y la limpieza de la ropa, unas cuantas visitas a consultorios, los temas de maquillaje y cosmética.
5) Ver fútbol por la tele, unos cuantos juegos y prácticas deportivas ligeras, ciertas jodas (acaso de padre con varones), haber hecho llorar a una de ellas de muy chiquita experimentando con La Mosca y la primera Alien.

5) Contarles cuentos de chicos y, de grandes, compartir literatura. Yo tengo una biblioteca de la que ellos se proveen y yo trato que devuelvan lo que se llevan.

León Gindín

sexólogo.
Papá de Adrián (41), Cynthia (39) y Ana Laura (25) y abuelo de Julián (9), Pedro (4) y Manuela (2).

1) Les leí cuentos, les enseñé a andar en bicicleta, a manejar un auto. A todos les ayudé a adquirir experiencia manual en tareas del hogar tipo bricolage y hoy se arreglan muy bien haciendo las cosas de sus casas, cosa que yo tuve que aprender solo.
2) La relación con mis hijos es algo que amo de mí mismo. Me siento querido y necesitado por ellos. Soy una especie de consultor en todo. Los escucho, los ayudo con problemas que se resuelven con un buen consejo, los acompaño en la crianza de sus hijos. Me gusta ir a un bar de barrio a tomar un café y quisiera tener más tiempo para ellos.
3) Discutir con ellos cuando se empecinan en ser sabiondos. Con Ana Laura (sólo con ella) no me gustaba levantarme de noche a atenderla. Y nunca pude ser el padre que ponía límites. Creo que me excedí en permitir ciertas discusiones eternas.
4) No les cambié pañales regularmente. Casi nunca tuve necesidad de ir a los colegios por problemas de los chicos. Iba cuando era convocado por mi rol de educador sexual y recuerdo que a los chicos los enorgullecía. Aunque a veces se ponían colorados, cuando eran chicos, por mis apariciones mediáticas.
5) Todo lo relacionado con la computadora. Con Cynthia y Adrián hace veinte años aprendimos juntos a manejar una Commodore 64.

Jorge Halperín

periodista, columnista radial.
Papá de Fernando (35), Paula (34) y Leandro (29) y abuelo de Inés (4), Mora (2) y Violeta (2).

1) Estoy lejos de ser un modelo de padre, siempre muy metido en mi mundo de periodista. Pero supongo que les transmití mi cariño y también el placer de lo que hago, porque los dos mayores, Fernando y Paula, son periodistas y Leandro lo ha sido, aunque ahora gestione un canal de cable. Crecí construyendo mi ideología por oposición a la de mi viejo, cosa que no les sucede a mis hijos, con quienes compartimos, en general, la visión del mundo. Les pudimos dar con mi mujer una familia en la que los padres se quieren, se tratan bien y se respetan y los aman a ellos de manera no retorcida. Les pude ofrecer una muy modesta pero firme estabilidad económica, a diferencia de lo que me sucedió a mí, que crecí en medio del derrumbe económico de mi familia paterna. También busqué estimular a mis hijos en la lectura y en la curiosidad por el mundo, algo que yo recibí más de amigos y padres de amigos que en mi propia casa.
Mi padre era un buen hombre, recto y decente que no pudo sobreponerse a tempranas pérdidas que sufrimos como familia y que no fue capaz de transmitir el afecto a los hijos. Eso sí, me dejó de recuerdo los domingos juntos en la Bombonera, tal vez como yo les dejé a mis hijos de recuerdo las cosquillas que les hacía de chicos (ahora con mis nietas) y los asados que les preparo en casa (es lo único que cocino y es algo que ellos demandan mucho).
2) Verlos y charlar con ellos. Juntarnos para los asados. Comer chocolate. Hasta hace un tiempo, jugaba al fútbol con el mayor. Y ahora me dan más ganas aún de verlos seguido por las nietas. Sinceramente, cuando pasan tres días y no veo a mis nietas, las extraño. Con Paula y sus hijitas somos directamente pegotes. A Inés, Mora y Violeta, una suerte de tormenta rubia, hijas de Fernando, me gusta leerles libros, mimarlas, contarles cuentos y hacerles cosquillas, o llevarlas a andar en unos caballitos. ¡Soy un pesado!
3) Cuando eran chicos, y no existían los pañales descartables, colaboraba lavando los pañales.
4) Todo lo práctico que se te ocurra y mucho más. Mi mujer ha sido una mamá que banca todo y es una abuela que banca. Y yo he sido y soy un inútil práctico en casa y la fuerza de choque en cualquier frente público donde hay complicaciones (escuelas, salud, trámites varios).
5) Enseñarles a nadar de chiquitos hasta que los tomaba un profesor, llevarlos a pasear en subte y en tren, ir a la cancha y jugar al fútbol con Fernando, hacerles cosquillas, inventarles cuentos y personajes, informarme para seleccionarles buenos libros, comprarles ropa linda (la mamá les compraba la de todos los días), inventar paseos y, ahora de grande, discutir de política.

Víctor Heredia

músico.
Papá de Laura (31), Daniela (27), Lautaro (24),
Taiel (15) y Camilo (5)

1) Mi viejo hizo de todo conmigo: vacaciones, ir al cine, al teatro. Así que repetimos la historia.
2) Lo que más me gusta es ir a pescar, sobre todo con los dos mayores, porque es un momento en el que podemos conversar.
3) Lo que menos me gusta es negociar las salidas nocturnas con el adolescente.
4) La revisión de los cuadernos del colegio es una tarea de la mamá. Yo colaboro bajando algo de Google.
5) Yo juego con ellos al fútbol, los acompaño en el deporte, que es algo que no hace la mamá. Y con las chicas la parte afectiva también es más maternal y las salidas son conmigo.

Juan Solanas

cineasta.
Papá de Dante (1)

1) Dante acaba de cumplir un año...
2) Estar con él y provocar su sentido del humor, Dante ya lo tiene muy elaborado y me hace “jodas”, me fascina.
3) Cambiarlo, pero confieso con vergüenza que lo habré hecho no más de veinte veces...
4) Básicamente debo, nuevamente, confesar que su mamá se ocupa del ochenta por ciento de todo lo que tiene que ver con él pero mi veinte por ciento concierne en todo menos la “teta”...
5) Llevarlo colgando tipo canguro cuando salimos. Me encanta y además con sus 12 kg yo lo soporto todavía sin problemas. También tengo el pequeño ritual de bañarme con él. Por supuesto que no veo la hora de que esté un poco más grande y hagamos juegos...

Diego Golombek

científico y escritor.
Papá de Lucas (3)

1) Cantar y bailar. Sobre todo bailar, algo que los Golombek definitivamente no hacen —a esta altura sospecho que razones genéticas y hereditarias— y que supongo que alguna mutación azarosa nos ha permitido a mi hijito y a mí romper el maleficio (al menos entre nosotros).
2) Descubrirnos de a poco, sorprender caritas de sorpresa o de alegría, conocer huecos y colores inesperados (tanto él de mí como yo de él), jugar, leer cuentos, hacer fiaca.
3) Levantarme tempranísimo los fines de semana ante la orden estricta, autoritaria e incontestable de “¡a jugar!”.
4) Levantarse de madrugada para traerlo a la cama (sí, lo confieso, y seguramente esté mal, pero...).
5) Y, a esta altura que estamos llegando a los 20 kilos, llevarlo a upa, en los hombros, volar por los aires, luchar en el colchón...

Luis Ziembrowski

actor.
Papá de Nina (5) y Antonio (13)

1) Mi viejo era a distancia, con el ejemplo.
2) Jugar, cocinar con ellos y leerles en voz alta, haciendo todos los personajes de Las aventuras de Asterix.
3) Al mayor, retarlo... y a la menor, acceder a contarle un cuento inventado para dormirla, siendo muy tarde, estando medio dormido o medio embriagado... Igual se da un fenómeno bastante peculiar: yo pierdo el hilo y ella se pone inquieta y molesta, retrasando el objetivo, por supuesto.
4) Sacarles los piojos con el peine fino.
5) Jugar a la lucha, hacer hablar a las Barbies... y con el mayor ir al cine y en el momento de gritar los goles de Boca mirarnos desencajados y fundirnos en un abrazo (cuando termina el partido nos olvidamos, no somos tan fanáticos...)

Hugo Midón

autor y director teatral.
Papá de Mai (33), Julián (29) y Sofi (19) (en la foto).

2) Mis hijos son grandes y dos de ellos viven en el exterior, así que nos vemos poco. Pero cuando eran chicos lo que más nos gustaba era viajar en el Citroën 3CV descapotable y cantar a grito pelado. Nos gustaba ir a Córdoba. Allá en las Sierras nos sentíamos libres y nos divertíamos mucho.
3) Lo que menos me gustaba era prepararles la comida. Era evidente que no tenía vocación para eso.
5) Con mi hijo varón jugaba al fútbol (mucho), iba a la cancha y a comer por ahí al aire libre, cerca del río, y con las dos mujeres y el varón íbamos al teatro muy seguido. Les gustaba recorrer los camarines, estar en el escenario antes de la función e ir a tomar jugos a la salida. Se ponían la ropa de los actores, cantaban las canciones de mis obras y actuaban las escenas de las que se sabían toda la letra.

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