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Si fuera vagina sería la de...
Angelina Jolie.

Si fuera pene sería el de...
no me interesaría ser el pene de nadie.

Ojalá se inventaran los preservativos de...
algo que no se rompa.

Si mi cama hablara diría...
¡ay!

Quisiera tener dos...
millones de dólares.

Nadie lo sabe, pero en el baño,
inmediatamente después...
de ducharme, hay una nube de vapor.

¿Qué palabras no puede evitar decir en ese momento?
¿En qué momento?

¿A quién le gustaría ver en una porno?
Al Pato Donald y a Daisy.

¿Dónde se haría un agujero nuevo?
En la oreja.

¿Cuántos son multitud?
Depende dónde.

¿Qué detalle bajo la ropa le saca las ganas?
Un hombre desnudo en calcetines.

¿Cuál es su posición favorita?
La fetal.

¿Qué es para usted un polvo mágico?
El que habrá tenido Claudia Schiffer con David Copperfield.

¿Cómo le hace saber que es “ahí”?
Uso bombacha con planito incluido.

¿Cuándo miente?
Sólo durante este reportaje.

El tamaño no le importa salvo que...
me estén midiendo la cintura.

¿Qué quiso siempre y nunca tuvo?
Paciencia.

Tiene que durar más que...
una eyaculación precoz.

pero menos que...
un discurso de aceptación del Martín Fierro.

Gabriela Acher es actriz, humorista y escritora. Supo ganar el premio Estrella de Mar como mejor actriz por El último de los amantes ardientes, y el Martín Fierro a la mejor actriz de comedia por el programa de Tato Bores. Por estos días está presentando su unipersonal Algo sobre mi madre (Todo sería demasiado) –viernes y sábados a las 21, y domingos a las 19.30, en La Casona del Teatro de Beatriz Urtubey–, al cabo de siete años de éxito con El amor en los tiempos del colesterol.