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Viernes, 30 de marzo de 2012

[IN CORPORE]

Las mujeres asocian el cáncer de cuello de útero a la clandestinidad del aborto

“Dentro de los procesos obstétricos que las mujeres asocian al cáncer de cuello de útero, el aborto ocupa un lugar importante según la perspectiva de las mujeres, especialmente cuando se trata de un aborto provocado en condiciones inseguras. Este aparece como un factor causal del cáncer de cuello de útero, ya sea porque el procedimiento inseguro sin atención médica puede generar procesos mórbidos, porque pueden quedar restos o porque la intervención médica por medio de un legrado luego de un aborto incompleto puede lastimar el útero y desencadenar la enfermedad”, según una investigación de Nina Zamberlin, Laura Thouyaret y Silvina Arrossi.

“Si le hacen un legrado, le tienen que raspar por dentro y le pueden lastimar, te meten como una cuchara, así dicen, y eso te puede lastimar la matriz”, relató una mujer salteña en el trabajo “Lo que piensan las mujeres: conocimientos y percepciones sobre cáncer de cuello de útero y realización del PAP”, un trabajo del Ministerio de Salud de la Nación, la Organización Panamericana de la Salud y Unicef, llevado a cabo en Jujuy, Misiones, Salta, Chaco (las provincias con más alta mortalidad) y la provincia de Buenos Aires (con inclusión de pueblos originarios), publicado en septiembre de 2011.

El Programa Nacional de Prevención de Cáncer Cérvico-Uterino resaltó que las mujeres perciben la enfermedad como grave, invasiva, incurable y estrechamente ligada a la muerte. “Hace poquito falleció la mamá de mi vecina; con ella vi lo que es el cáncer de útero, la venía consumiendo desde hace 5 años, la consumió toda. Duró 20 días nomás en el hospital”, contó una entrevistada en Misiones.

El disparador del informe es que “a pesar de que existen herramientas preventivas altamente efectivas y de bajo costo, el cáncer de cuello de útero es el segundo tipo de cáncer más común entre las mujeres de todo el mundo y la primera causa de muerte por cáncer en los países en desarrollo. La experiencia de los países desarrollados ha mostrado que el tamizaje basado en el Papanicolaou (PAP) es efectivo para reducir las tasas de incidencia y mortalidad, sobre todo si se realiza en el marco de un programa de prevención organizado”. Sin embargo, en toda Latinoamérica, la prevención sigue siendo una deuda pendiente. “La Argentina no es una excepción: la mortalidad por cáncer de cuello de útero no ha tenido descensos significativos en los últimos cuarenta años y la distribución de la carga del cáncer de cuello de útero es extremadamente desigual: las tasas de mortalidad de las provincias de las regiones Nordeste y Noroeste (alrededor de 15/100.000) son entre tres y cuatro veces más altas que la de la Ciudad de Buenos Aires (4/100.000)”, según investigaciones publicadas por Arrossi. La diferencia es que en el Norte del país sólo el 46 por ciento de las mujeres (de entre 35 y 64 años) sin cobertura de salud se realizó un PAP en los últimos dos años, mientras que en el Sur y Centro del país 6 de cada 10 argentinas sí se practicaron este estudio, según la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo del año 2009.

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