FúTBOL › DESPUES DE LA IDA DEL FLACO MENOTTI
Independiente engordó con una clara victoria sobre Central
Pepé Santoro armó un cuadro con dos líneas de cuatro, Insúa como enganche y un solo delantero. Manejó los tiempos del partido y terminó ganándolo de contragolpe ante un equipo que no viene jugando bien y ya no causa sorpresa. Eluchans y Frutos, los autores de los goles.
Por Daniel Guiñazú
El viento sudeste que soplaba fuerte en Avellaneda traía, en la previa, el rumor lejano de las casi 10 mil voces que llegaron desde Rosario. Central puso una multitud emocionante en la cancha de Independiente. Pero toda esa gente debió comerse los gritos y arriar rápido sus banderas. El equipo de Angel Tulio Zof perdió y dejó de ser el único puntero del Clausura. Mucho más que eso: reiteró su floja actuación de la fecha pasada ante Gimnasia. No es casual que haya perdido dos de sus últimos tres partidos. Da toda la impresión de que sus rivales les han tomado la mano a los chicos rosarinos. La sorpresa del campeonato ya no está en condiciones de sorprender.
En cambio, Independiente pareció otro, ahora que Menotti no está más y Miguel Angel Santoro ocupa su puesto en el banco. Lo mismo resultó diferente. Aquel equipo que dio pena ante Racing y Vélez, ayer supo siempre a qué tenía que jugar. Fue agresivo y dinámico con y sin la pelota en el primer tiempo, e inteligente y astuto en el segundo, para dejarlo hacer a Central y liquidarlo sin miramientos de contraataque.
Decidido a no dar más ventajas, Santoro armó dos líneas de cuatro, dejó a Insúa como enganche y volcó sobre Frutos la responsabilidad de ser el único delantero. Pero de ninguna manera su esquema admite la calificación de conservador o precavido. Independiente jamás se quedó quieto. Le llenó el medio de gente a Central, le tapó a la salida por los costados, y ahí estuvo el quid de la cuestión. Por la izquierda, Eluchans lo pasó por arriba a Encina; por el otro lado, Martínez y Pusineri los tomaron 2 a 1 a Papa y a Rivarola; y Carrizo y Zurita les cerraron los espacios a Borzani y a Monges, y empujaron un montón de ataques.
Central estuvo irreconocible en los 30 minutos iniciales. Su defensa debió rechazar a cualquier parte los pelotazos cruzados que Independiente disparó contra el área de Ojeda. Ferrari y Rivarola no se atrevieron a atravesar la línea media, agobiados por la presión roja. Y el toque sereno y prolijo de los volantes le cedió paso a un montón de pelotazos desalineados para Vitti y Villa. Sin embargo, Independiente debió esperar hasta los 44 minutos para ponerse 1-0. Eluchans le puso la cabeza a un pase largo de Muñoz Mustafá (antes había estrellado un tiro en un palo) y recién entonces se hizo justicia.
El segundo tiempo fue otra cosa. Independiente lo dejó hacer a Central. Se retrasó en la cancha y fue testigo privilegiado de los intentos rosarinos de llegar a su área. Pareció que Central dominaba porque sus mediocampistas se adelantaron y tuvieron la pelota casi todo el tiempo. Pero fue una ilusión óptica. Cuando estuvieron dadas las condiciones para el contraataque, Frutos definió el partido luego de una pelota bien cortada por Pusineri y un toque delicado de Insúa. Fue un triunfo irreprochable de Independiente y otro mal paso de Central. Lástima la violencia (el partido estuvo 13 minutos suspendido por las piedras que se tiraron las dos hinchadas), que apareció de golpe y lo estropeó todo otra vez.
Independiente 2
N. Montoya; Martínez; M. Mustafá; Cáceres; Manrique; Pusineri; Carrizo; Zurita; Eluchans; Insúa; Frutos.
DT: Santoro.
Central 0
Ojeda; Ferrari; Raldes; Fassi; Rivarola; Encina; Borzani; Monges; Papa; Vitti; Villa.
DT: Zof.
Estadio: Independiente.
Arbitro: Juan Pablo Pompei.
Goles: 44m, Eluchans (I); 82m, Frutos (I).
Cambios: 62m, Alemanno por Vitti (C); 76m, Ruben por Borzani (C); 79m, Biglia por Zurita (I); 83m, Cangele por Insúa (I).